A la tarde siguiente, Donghae y Kyuhyun atendían a los caballos, uno de los cuales tenía algo en el casco. Kyuhyun, quien era sorprendentemente experto en el cuidado de los equinos, sustituyó las herraduras rápidamente. Hyukjae miró a los dos y sintió la punzada de celos pasando en su corazón de nuevo.
Sacudiendo los pensamientos malos de su cabeza, se imaginó a los dos vaqueros como lo había hecho la noche anterior, esta vez dejando que sus sueños siguieran sin frenos. Mientras contaba las cabezas de ganado, dejó que sus pensamientos vagaran por el terreno pecaminoso. Normalmente era muy controlado y consciente, pero hoy Hyukjae no quería nada más que dejar que sus pensamientos vagaran por un territorio que nunca había pisado. Eso hizo que la tarde pasara rápidamente, y guardó los sueños que imaginó para más tarde esa noche.
Más tarde, él convocaría esa fantasía de nuevo mientras su mano se deslizaba sobre su polla. La sola idea le puso duro. Para esa noche ya habían hecho la mitad del camino por el pasaje de la montaña. Grandes piedras y afloramientos rocosos se alineaban en el camino, y los hombres decidieron parar en uno de los claros rodeados por los acantilados.
Cuando Kyuhyun estaba cuidando a su caballo y no podía verlos, Donghae tomó a Hyukjae en sus brazos para un beso, el rubio sucumbió sólo por un momento, dejándose caer con fuerza contra el otro hombre antes de darse cuenta del peligro y empujándolo. Las manos de Donghae sostuvieron sus muñecas.
—¿Recuerdas lo que te dije anoche? ¿Lo que te tenía tan asustado? —La voz de Donghae tenía un tono curioso, como si estuviera ocultando algo, pero Hyukjae no sabía lo que era.
—¿Los pumas?
—No, la otra cosa.
—¿Ser atrapado? —Él estaba preocupado.
Estaba preocupado ahora, de hecho, y cuando Kyuhyun salió de detrás de una roca empezó a empujar a Donghae y se giró esperando que su erección no fuera inmediatamente visible, aunque sabía que Kyuhyun ya la había visto.
Jesús. Lo iban a despedir. O tal vez lo matarían. Mierda.
—Está bien, Hyukjae —dijo Donghae—. Hablé con Kyuhyun esta tarde. Le hablé de nosotros.
Hyukjae miró a Donghae, con los ojos desorbitados.
—¿Estás loco? —Hyukjae siseó. Kyuhyun todavía estaba allí, observándolos mientras se movía incómodamente.
—Hyukjae, está bien.
—¿Cómo puede estar bien? —Pero algo en la voz de Donghae lo tranquilizó.
Kyuhyun todavía lo estaba mirando con nerviosismo, y por algo eso le hizo sentir un poco mejor acerca de toda esta loca situación.
—Bueno —Donghae dijo—, tenía curiosidad acerca de nosotros y de todo el asunto, y bueno...
Hyukjae miró a Donghae como si estuviera loco, y él continuó con impaciencia: —¡Oh, vamos, Hyuk!
Tiró de la pretina de Hyukjae, y éste miró a Kyuhyun sin entender.
Sonriendo, Donghae deslizó sus dedos debajo de su camisa y empezó a tirar de él lentamente.
Oh. Oh. El corazón de Hyukjae empezó a latir alocadamente, pero se tragó el nudo en la garganta y asintió a Donghae.
No confiaba en sí mismo para hablar, no confiaba en él para abrir la boca sin saber lo que diría o incluso si había algo que decir. Afortunadamente para él, el chico se movía con destreza, sin ningún esfuerzo o incentivo de su parte.
Levantando los brazos cuando Donghae le sacó la camisa no pudo apartar los ojos de Kyuhyun, quien parecía estar esperando a que le dieran alguna señal.
ESTÁS LEYENDO
Dura Monta [HaeHyuk Adaptación +18]
Roman pour AdolescentsEl trabajo de Hyukjae en el rancho es difícil, y no está feliz de ser obligado a contratar a un chico de la ciudad. Pero Donghae resulta ser más de lo que Hyukjae esperaba, y pronto él está luchando por su atracción hacia su nuevo peón del rancho. T...