Eso mismo dijo Kirishima.

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Día 4; [Colegio]

Para muchos jóvenes el amarrar en el mismo colegio, amor en la escuela o universidad, es algo imposible, ponen muchas excusas y arguementan la pérdida de libertad e independencia, pero ¿qué tan cierto es?.

Medianos cabellos de un color índigo, pestañas tupidas, labios carnosos y apetecibles, unas ojeras notables qué adornaban esos ojos de un color lila intenso, una nariz bonita sin ser tosca, pómulos medianamente definidos y mejillas blanditas

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Medianos cabellos de un color índigo, pestañas tupidas, labios carnosos y apetecibles, unas ojeras notables qué adornaban esos ojos de un color lila intenso, una nariz bonita sin ser tosca, pómulos medianamente definidos y mejillas blanditas. Tenía un color de piel algo pálido, pero sin caer en una enfermedad.

Carajo, ¿Era real ser así de jodidamente guapo?

Pues vaya qué sí, y la prueba viviente era el nuevo chico en su salón: Shinsou Hitoshi. Un chico capaz de hacerte caer del asiento a sus pies y expulsar saliva de lo mucho qué se te antojaba. Y aunque Kaminari era el único tonto qué había caído rendido a sus pies en cuestión de segundos, sabía lo qué eso significaba.

Aquella maldita apuesta.

Y cuándo menos quería pensar en ella, más tiempo se hacía para pensar en esa apuesta. Pero para suerte de él, el timbre del receso sonó sacándolo de sus casillas. Vió cómo el chico nuevo se retiraba con tranquilidad del salón cómo sí nada, sin embargo, sus compañeros no hicieron lo mismo.

Ochako fue la primera en cerrar la puerta del salón y encerrarlos. Los demás sabían a qué venía eso, así qué sólo formaron un círculo para sentarse y volver a recapitular esa apuesta.

—Ni siquiera sé porqué hacemos ésto.—mencionó Midoriya rompiendo el enorme silencio en el salón.

—Sssh, no interrumpas.—murmuró Ochako en respuesta mientras veía a sus compañeros con una ligera sonrisa.— ¿Cuánto creen qué vale ésta apuesta?

—A decir verdad... Ese chico se ve muy serio, no creo qué sea fácil de lugar.—respondió Jiro bastante relajada. Ella en absoluto estaba interesada en la apuesta, ni el dinero.

—Sero.—llamó de la nada Kaminari.— Bro, ¿Qué dices?

—La verdad no le quiero entrar a eso, no es correcto, bro. La última vez qué lo hice, casi muero.—Sero negativamente respondió ante las preguntas.

—¡Bueno! ¡Pues alguien tiene qué hacerlo!.—Ochako bufaba bastante aburrida.

—Seguramente el primero en aceptar sería Kirishima. Pero él ganó la última vez con Bakugo, y ahora está más enamorado qué nada.—Kaminari suspiraba bastante triste por su bro, no merecía terminad así.— De todas formas, es una apuesta alta, y somos muy pocos.

Efímero |Shinkami Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora