La luz de luna a través de las ramas de cerezo.
.
.
.
-No me veo bien, verdad? -dijo Sakura apenada volteando hacia otro lado. Ace trago duro ya que se había quedado varios segundos en silencio-
-Claro que no, te ves muy hermosa... -la dependiente sonrió enternecida por las acciones de ambos jóvenes-
Sakura sonrió está vez con la cabeza en alto, además de ese hermoso kimono con flores de cerezo en los bordes también la habían peinado y colocado algunas joyas en el cabello así como maquillaje en la cara...
...
Luego de haber pagado por los kimonos, ambos jóvenes se encontraban caminando por la plaza principal del pueblo, al parecer ya todos los dependientes de los pequeños puestos del festival estaban colocando todo para que la fiesta fuese un éxito. Sakura y Ace se paseaban por los puestos viendo los artículos que vendían y jugando en uno que otro puesto que ya habían abierto. Durante el trayecto Sakura se propuso a jugar en un juego de puntería, había ganado un peluche de rana además de dejar impresionado al dependiente. Ace se deleitaba con la comida frita de los puestos y Sakura con los dulces, como por ejemplo los algodones de azúcar y las banderillas.
Ya la tarde había caído y todas las personas salieron al festival del Hanami...
.
.
.
-Debió de haber sido duro, no? -pregunto Ace caminando de la mano junto a Sakura por los bosques de cerezo-
-La verdad.. jamás me puse a pensar en todo a mi alrededor, siempre pensé que todo aquello era lo normal y que estar entrenando como Shinobi era aún más normal... nunca me detuve a pensar que la naturaleza carecía de color o que el suelo era café y no rojo... -Ace apretó su agarre trasmitiendo todo su apoyo. Sakura sonrio-
Y para alguien que había nacido, crecido y haberse criado en un mundo de guerras todo aquello era normal. Entrenar largas horas todos los días, ver como la naturaleza pereció ante la destrucción creada por el hombre y sus acciones, asesinar a tan temprana edad y ver desde lejos a las familias ricas disfrutar de aquellos festivales que para ellos eran prohibidos, todo era tan normal para alguien que vivía en su mundo. Pero ahí todo era diferente, las personas, las costumbres, la naturaleza, todo era tan diferente y colorido. Jamás pensó que lo que sus ojos veian en ese nuevo mundo era normal y que lo que había en el suyo era una simple mentira, una horrible mentira.
Por fin la noche había caído, una hermosa vista al pueblo en una ladera que dejaba ver la luz de luna, colocaron una manta en el suelo y arriba de está una cesta con varias comidas, desde comida frita a postres calientes. Ace, cuál caballero ayudo a la rosa a sentarse y luego se sentó el. Ella se veía hermosa ante sus ojos, no le importaban esas cicatrices poco visibles en su rostro o aquellas manos callosas que tenía, para el ella era lo más hermoso en aquel lugar, ni siquiera los árboles de cerezo competían contra ella o la gran luna que estaba sobre sus cabezas...
-Que significan los cerezos? -pregunto curiosa ladeando la cabeza y viendo hacia enfrente. Ace sonrió cerrando los ojos-
-Al comienzo de la primavera las flores de los cerezos comienzan a desprenderse en cadena, esto simboliza la naturaleza efímera de la vida... Son un árbol hermoso, antes se decía que las flores eran de color blanco pero que al absorber la sangre de los rituales harakiri de los samurais se tornaron de color rojo...
-Tal ver por eso me llamaron Sakura... Tal vez por qué mi vida debió de haber sido efímera por haber derramado tanta sangre... -Ace la miró, ella se encontraba abrazando sus piernas, como pudo la tomo de la cintura y la coloco entre sus piernas para así el poderla abrazar por detras-
