Reglas autoimpuestas

Diarios de un shinobi

Hilos

Así como los árboles se llenan de color y se marchitan en otoño, la pobre infancia de Sakura se esfumó en un santiamén. Los entrenamientos eran duros, las clases teóricas eran difíciles y todo sumado con su familia junto a sus amistades, pues se puede resumir en un gran caos para una simple niña. Tsunade era una maestra estricta que siempre la mantenía moviéndose, casi no tenía tiempos libres y toda su juventud se iba por el caño. Sakura sabía que todo era para el bien de su nación, pero poner "aquella" misión en sus hombros era demasiado, como podía siquiera hacer algo cuando aún tenía seis años?.

...

Por las calles empedradas de un parque una pequeña niña caminaba tranquilamente, en sus manos una canasta con manzanas y diferentes frutas, las cuales pudo robar gracias a sus habilidades mejoradas. A lo lejos un niño castaño y con espirales en las mejillas le hizo una señal. Sakura sonrió y corrió hasta el...

—Choū!! –gritó feliz extendiendo la canasta– ..vamos ha hacer el picnic...

—Sakura!! vamos.. Shikamaru ya está en el bosque...

Así ambos amigos habían emprendido camino hacia el bosque Nara, uno de los únicos lugares en los que había poca vegetación y que contaba con algunos árboles bien escondidos. A lo lejos la sombra que siempre perseguía a Sakura miraba todo con desaprobación. Por órdenes de Tsunade, aquel ambu siempre seguía los pasos de Sakura, no había lugar donde no estuviera sola, era como su segunda sombra. El porque, Tsunade no quería que aquella niña se volviera blanda, lo que ya estaba sucediendo. Sakura cada día se volvía más y más blanda, sus amigos y familia eran un molestia para ella y para sus planes. Así que se propuso eliminarlos, aunque no por el momento, tenía que hacerlo a su debido tiempo y sin que ningún integrante de los clanes ninja sospechara nada, después de todo están en la guerra y cualquier muerte estaría justificada.

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Tenten, Ino, Choūji, Shikamaru, Mebuki y Kizashi eran las personas que más amaba Sakura. Ellos eran su soporte cuando pensaba que las cosas no podían estar peor, siempre estaba ahí. Ino amaba a su amiga, y no solo era un amor como el que tenía por sus padres, era uno más fuerte, aunque siendo niña aún no se podría decir que la amaba de forma romántica. Tenten la quería, era su pequeña hermanita, jamás dejaría que algo malo le sucediera, ho~ que mal la pasaría esa pobre alma que ya estaba destinada a sufrir. Choūji y Shikamaru estarían siempre para ella, eran amigos y los amigos nunca se separan (casi siempre). Por último estaban Mebuki y Kizashi, dos angeles que la habían tomado bajo sus alas, dos personas que la habían adoptado y le habían dado un apellido.

Ya no era solo Sakura.

Ahora era Sakura Haruno.

Hija de Mebuki y Kizashi Haruno, hermana de Tenten y amiga de Ino, Choūji y Shikamaru. Alfin comenzaba a tener una familia que siempre estaría ahí con ella.

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—Lady Tsunade.. –la rubia volteó a mirar al ambu que estaba inclinado enfrente suyo– ..su alumna Sakura a terminado de jugar con sus amigos..

Tsunade volteó nuevamente hacia la ventana. Frunció el entrecejo y chasqueo la lengua en clara muestra de molestia...

—Llamala, la espero en el campo de entrenamiento...

Tras lo dicho el enmascarado desapareció en una estela de humo...

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Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales.

Los hombres en esta vida son de lo peor. Nadie recuerda por qué es que comenzó todo ese conflicto, en pocos meses más territorio había entrado en guerra y al cabo de un año todas las naciones ya se atacaban las unas con las otras. Así siguió por mucho tiempo. Y como bien dicen; "los pecados del padre han de pagarlo los hijos".

Muchos niños inocentes, con el único pecado de haber nacido en aquel tiempo, cientos habían muerto y miles habían perdido a sus seres queridos. Que no hace de este mundo el mismo infierno? Porque no viene alguien a purgar todos esos pecadores?. Y aunque rogaran, porque ya no rezaban, imploraba que todo aquello terminara, mas nadie acudía a su llamado. Aquel dios (inexistente ya) había perdido toda esperanza de sus hijos. Pero no el, aquella ser con mirada amatista veía a todos desde su trono en lo más alto, postrado en su magnificencia admirando a todos esos hijos de Adán. Tomaba una por una, cada alma que llegaba a sus manos la acunaba y la llevaba a las puertas del infierno para que cumpliera con su condena y tuviera su redención. Pero aquel ser que había subido los doce escalones estaba cansado, después de todo era un mortal con el poder de un dios, ya no quería seguir haciendo lo mismo, quería terminar con todo y tomar su lugar en el infierno como un alma más, luego (si la suerte así lo desea) renacer en un nuevo cuerpo.

Pero antes tenía que hacer una cosa más. Encontrar a alguien que siguiera con su mandato así como el hizo con su antecesor. Pero que es lo que tenía que hacer para poder encontrar a esa persona??. Cogió todos los hilos de los humanos y tomo uno al azar. De esta manera, la vida de Sakura Haruno ya tenía escrito su destino. No obstante primero tenía que subir los doce escalones y sufrir las peores cosas de su vida. Así que nuevamente tomo un hilo, está vez el más cercano a ella. Ella, esa mujer de cabello dorado y mirada castaña iba ser su apóstol, aquella que amoldaría ha su antojo esa pequeña criatura de cabello rosado.

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Jajajajaja

Espero que les haya gustado. Neko se despide 👋😗😙😚😘☺️