Streamer [Jikook] ✿

Capítulo 6: All of you

Advertencia: smut. 

Pero si Jungkook pensaba que las cosas serían tan sencillas después de hacer evidente sus deseos impuros, estaba muy equivocado. Jimin pronto se alejó, dándole espacio, siendo consciente de la respiración errática del pobre maknae, con ojos perdidos en su vientre bajo. Se sentó frente a él, y le acarició desde el talón hasta debajo de su muslo, apretando la piel blanca con sus rudos dedos anillados.

—Es tu turno, Ggukie— relamió sus labios, mordiéndose suavemente el inferior en el proceso, adorando el desconcierto en los ojitos contrarios. —Demuéstrame qué tanto lo necesitas, cariño.

Ronroneó su apodo, soltando la piel de su bebé para comenzar un vaivén sosegado sobre su erección, ladeando el rostro para hacer contacto visual con el tímido chiquillo. Y Kook no sabía realmente a qué se refería. ¿Quería verlo masturbarse mientras él lo hacía? No, no era lógico si él no compartía el mismo goce ante esa acción. Él conocía sus puntos sensibles, sabía cómo retorcerse de placer. Sin embargo, él nunca lo aceptaba. Quizás en parte, esa era la razón por la que nunca alcanzaba el clímax por su cuenta. Jimin estaba siendo amable.

Un poco cohibido, tuvo la intención de deshacerse de las bragas azules cielo, deteniéndose al sentir la palma de su hyung sobre su rodilla. Levantó la vista y este le negaba.

—No puedo hacerlo con esto encima.

Aseguró, y se contrajo tan pronto sintió los dedos del rubio remover la ropa interior hacia un lado, sin quitársela, solo haciendo un espacio para hacer visible su rojiza entrada pidiendo atención. Apretó los labios, sintiendo el rostro arder por la vista que le entregaba. Sus piernas flectadas, con las rodillas juntas, pero sin estar completamente cerradas, mostrándole su intimidad vergonzosa mientras sostenía la tela para hacerla a un lado, tanteándose a sí mismo con la yema de sus dedos.

Separó un poco los pliegues de su agujero, gimiendo contenido contra su propia rodilla, con sus ojitos cerrados. Estaba apretado, su polla goteando, y aún no comenzaba a estimularse por dentro. A ratos oscilaba su vista hacia el frente, viendo esa expresión soberana sobre los hombros de su hyung, quien lascivo, alzando su mentón, le otorgaba el permiso para continuar deleitándolo así.

Esparció saliva sobre su índice y corazón, bajando por segunda vez su diestra hacia su entrada contraída, procurando esconder su rostro tras sus muslos, mordiendo el borde de su media blanca al introducir el primer dígito, apretando contra sus paredes. Era consecuente, y sabía que de no ser por el estímulo visual del rubio masturbándose tan tranquilo frente a él, probablemente no lograría tocarse de esa forma.

Una sonrisa se curvó en sus labios, agradeciendo muy para sus adentros tener a alguien tan bello a su lado.

—Estás muy apretado, Kook-ah. Tu agujero succiona muy bien tus dedos.

Frunció el ceño. Así como tan agradecido, ya no se sentía. Olvidaba lo necesario que era para Jimin hacer visible lo evidente. Gimoteó en un suave gruñido.

—N-No digas esas cosas. Umgh... H-Hyung.

Park rió, cambiando de posición, ubicando su rostro entre las piernas de su ángel. Kookie se sobresaltó, sintiendo como este le abría las piernas al sostener con firmeza la parte trasera de sus muslos. Quiso levantar sus manos, pero este no se lo permitió.

—Sostén aquí, Kook. Sé un buen chico, ¿sí?

Y Gguk era un buen chico, por supuesto que sí. Mantuvo con firmeza la braga entre sus dedos, deteniendo su palma libre sobre los cabellos del mayor, jalándolos cada vez que la lengua firme y húmeda de este hacia contacto con su entrada. Porque claro, Park se lo comería, pero no sin antes hacerlo perder la paciencia, besando sus piernas, mordiendo sus glúteos, lamiendo por encima de su piel caliente.