Arlas y Vilando Oneshots

Resfriado.

"Vilando"

Es temprano en la mañana, el cast se ha levantado para grabar algunas tomas más de "Las dos torres". Hace un poco de frío porque el invierno recién a abandonado Nueva Zelanda es por esto que el equipo no tiene demasiadas ganas de despojarse de su ropa caliente y meterse en los trajes para la película que son mucho más finos.

Viggo se deshace de su abrigo en el trailer de indumentaria y vestimenta, está algo dormido aún, su café de la mañana aún no ha envida la ola de cafeína con energía a lo largo de su cuerpo y está adormilado y sumido en sus pensamientos. Sin embargo un estornudo tonto lo saca de su mente y se da la vuelta para ver el sujeto de procedencia. Antes de que sus ojos se topen con él, otro estornudo igualmente tonto resuena en el trailer y finalmente Mortensen se topa con un Orlando Bloom con la nariz roja y tembloroso.

-¿Orlando?- Vigo pregunta, hay un tono de preocupación en su voz. Su amigo se ve más flaco y más pálido y después de un tiempo junto a él, lo considera lo suficiente como para preocuparse por su bienestar. Orlando levanta la vista para mirarlo y parece abatido antes de soltar otro estornudo. Viggo pierde una sonrisa al pensar que su amigo estornuda casi como un gatito pequeño. Le parece increíblemente tierno y sonríe por eso.

-Te ves horrible- El moreno continúa y obtiene un ceño fruncido del azabache que seguidamente se queja con voz ronca. - Esa es mi línea, Vi - Viggo no puede evitar reír un poco y deja seguidamente una mano sobre el hombre del menor. Definitivamente está temblando. - No puedes actuar así, apuesto a que no puedes contener un estornudo más de dos minutos - El argentino comenta y un estornudo por parte de Orlando le da la razón. No obstante eso no es lo importante, Viggo está muy seguro de que Orlando está realmente enfermo, no puede no estarlo con la cara que tiene. Parece tan cansado. El de ojos verdes levanta una mano y la lleva a la frente del más pequeño, haciendo una mueca ante el calor intenso y negando con la cabeza.

-¿Por qué te has levantado de la cama en primer lugar? - Preguntó recibiendo unos hombros encogidos por parte del de ojos avellana. - No quería parar el rodaje por un tonto resfriado - Orlando admite antes de estornudar otra vez, apartando la cabeza para no estornudar directamente sobre Viggo. Sin embargo no se detiene ahí y comienza con una tos que suena dolorosa y pesada, definitivamente no tan lindo como sus estornudos. Viggo deja una mano sobre su espalda y la acaricia tratando de calmarlo. Después de lo que parecen varios minutos se detiene y el de ojos verdes siente lastima por lo cansado y dolorido que se ve el más pequeño.

-Voy a llevarte a tu trailer, no te voy a dejar actuar así - Viggo añade con un tono severo y Orlando se encoje casi como si fuera culpa suya. Obviamente Viggo lo nota y le dedica una sonrisa cariñosa al más joven. Lo último que quire es hacer sentir mal al pobre chico. De hecho desde hace bastantes siente la necesidad de hacer sentir bien al azabache y se llena de pura alegría cuando consigue hacer reír a Orlando. No entiende bien ese sentimiento sin embargo tampoco le da mucha importancia. Quiero decir, no está mal querer hacer feliz a alguien ¿no?

El medio argentino finalmente toma su propio abrigo y lo deja caer sobre los hombros de Orlando buscando mantenerlo caliente, lo ve acurrucarse en el calor del abrigo, cerrar los ojos y respirar profundo contra la tela. La idea de que el más joven esté cómodo en su abrigo y disfrute del aroma del más adulto pasa por la mente de Viggo tras ver esas acciones y aunque duda que ese sea el caso y piensa que Orlando posiblemente solo está dando la bienvenida al calor extra, la ida lo agrada de una forma que lo confunde.
Sacude sus pensamientos y mueve su mano para rodear la cintura del más pequeño, así dirigiendolo a la puerta y ayudándolo a bajar los escalones del trailer. El frío de fuera los azota y nota al contrario estremecerse, por lo que lo apega a él con cuidado sin dejar de caminar. Finalmente llega al triler de Orlando y abre la puerta metiéndose a adentro junto al propietario y cerrando la puerta para que no entre más frío.