Arlas y Vilando Oneshots

Hacerte mio.

"Vilando"

Aviso: Contenido sexual explícito

Viggo se levanta aquella mañana sintiendo los rayos del sol naciente que se cuelan entre las cortinas de su habitación. Lleva una mano a su rostro para frotar sus ojos cansados y siente la presión de un peso sobre su pecho. Su mirada viaja hasta toparse con la nuca de Orlando, que descansa su cabeza en el pecho del mayor y duerme mientras se abraza a el.

La mano del argentino viaja hasta el cabello azabache y disfruta de las hebras de cabello suave. Es entonces cuando Orlando hace un ruidito adormilado y se mueve un poco, finalmente levantando la cabeza y mirando a Viggo con ojos entrecerrados. Mortensen no puedo evitar sonreír e inclinarse para presionar un beso en los labios de su novio.

Orlando se mueve sin dejar los labios del mayor y se sienta sobre su regazo, inclinado para no romper la distancia entre sus labios, que bailan con cuidado sobre los otro y arrebatan algún que otro pequeño mordisco. Las manos de Viggo viajan hasta las caderas del azabache y acarician la piel bronceada cuando sus manos encuentran su camino bajo la camiseta.

Viggo deja sus manos bajar hasta el culo de su amante y aprieta sus manos alrededor de el con aire posesivo. Esto saca un suave gemido de los labios de Orlando y hace que el de ojos grisáceos sonría contra sus labios.
Las manos de Bloom ahora se deslizan bajo la camisa del mayor y acarician su pecho con detención, mientras sus dedos acarician los músculos fuertes y bien formados.
El beso se intensifica y ahora prácticamente se devoran el uno al otro, entre besos húmedos y la danza de sus leguas con Viggo tomando las riendas cuando una de sus manos deja de apretar el trasero de su chico y sostiene su nuca ahucandola. Viggo se mueve para incorporase un poco, teniendo así más ventaja sobre el hombre más pequeño y tirando de la camiseta de algodón roja que Orlando lleva puesta para sacarla sobre sus hombros y dejar su torso desnudo.

El de ojos verdes entierra su cabeza en el cuello de Orlando, besa la suave piel y luego la muerde hasta que puede sentir un poco de sabor metálico en su paladar. El azabache se mueve sobre su regazo, dejando escapar un gemido con su nombre y despertando la excitación en el más adulto.

-Viggo...-Las palabras dejan la boca del de ojos café en un suspiro tembloroso y el nombrado no puede evitar reír mientras baja una línea de besos húmedos por el cuello de su amante. Lamiendo su clavícula izquierda y finalmente prestando atención a uno de sus pezones, mordisqueando y tirando levemente con sus dientes. Orlando se retuerce bajo la atención y deja su cuello expuesto con un giro de cabeza. Viggo aprovecha para lamer sobre su manzana de Adam y deja que sus manos viajen por la piel suave de su azabache.

El mismo argentino se deshace de su propia camiseta y suspira pesadamente cuando las manos de Orlando encuentran su camino palpando sus músculos, apretando sus bíceps cuando Viggo muerde su cuello y lo hace gemir.

-¿Qué quieres que haga bebé? - El mayor susurra con voz ronca por la excitación, inclinándose para morder el lóbulo de la oreja de su azabache y acariciando la piel expuesta con manos grandes y trabajadas. Orlando deja escapar un gemido ahogado solo por la anticipación y mueve inconsciente sus caderas sobre el bulto creciente en los pantalones de Mortensen. Viggo gruñe ante esto, dejando que sus manos se metan en el pantalón de deporte de Orlando y acariciando sus nalgas directamente sobre la piel, apretandolas sin cuidado y dejando la marca de sus dedos allí.

-Tocame, hazme tuyo...- Orlando murmura casi sin aliento, sacando una sonrisa del castaño que rápidamente voltea al chico para dejarlo debajo de él. Vuelve a besar sus labios, que ahora están inchados y más rojos por los continuos besos y se deshace de los pantalones del más pequeño, acariciando sus piernas en el proceso.