Que el agua se lleve mi amor.

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"Aralas"

La compañía del anillo camina por lo que se presenta como un prado alargado, de hierba fresca por la naciente primavera y escasos árboles repartidos por su superficie.

Boromir y Aragorn caminan juntos mientras comparten historias de la ciudad Blanca. Los Hobbits escuchan atentos las historias, quizás algo exageradas, de Gimli sobre enanos y sus hazañas. Y Legolas camina a unos metros por delante de todos ellos, llevando el liderazgo del camino, no porque se le haya otorgado este trabajo, sino porque su complexión elfica le permite caminar con más agilidad y rapidez.
Si es sincero le gustaría intervenir y desmentir las exageradas historias del enano, pero acaban de perder a Gandalf en las minas de Moria y las historias de Gimli mantienen a los Hobbits distraídos del dolor de la pérdida.

Aragorn levanta la vista y por unos segundos deja de prestar atención a Boromir para mirar la espalda de Legolas con ojos verde grisáceo brillantes. Conoce al elfo desde que era un niño y ha crecido viendo a Legolas, fascinado por su capacidad para no envejecer, por su piel de porcelana y su cabello dorado que tanto ansía por tocar otra vez.

Cuando era pequeño encontraba la excusa para enredar sus dedos en los mechones de cabello suave. La verdad es que no era algo muy complicado, simplemente tenía que pedirle a Legolas permiso para arreglar sus trenzas y todo quedaba en la inocencia de un niño que quería ayudar. O lo hacía, ya siendo más adulto, en esas veces en las que Hoja verde llegaba herido a las puertas de Rivendell, que para el disgusto de Aragorn no fueron tan escasas las veces. Odiaba y odia ver a Legolas herido, pero el elfo siempre fue intrépido y aunque aún es joven, se metió en más batallas de las que un elfo de su edad deba haber librado.

-... A mi hermano Faramir le habría gustado venir a Rivendell con nosotros, pero aún es joven y está más seguro en Gondor por ahora. - Boromir prosiguió con lo que contaba, haciendo que Aragorn devolviese su atención a a él. Por suerte el hijo de Gondor no parecía haberse percatado de que al otro humano casi se le caía la baba mientras miraba al elfo del grupo, o bien no tenía nada que decir al respecto. Sin embargo a Aragorn le pareció que los labios de Boromir se doblaban en una sonrisa por un momento.

-¡Y Thorin acabó con ese asqueroso orco con sus propias manos, únicamente armado con sus uñas y dientes! - Gimli exclamó al otro lado, haciendo que Merry abriese la boca de puro asombro, mientras que Pippin saltaba en su lugar emocionado y esperando para el resto de la historia con la intriga grabada en su mirada. No obstante cuando el enano comenzó a hablar otra vez, fue interrumpido por otra voz. - ¡Baja la voz, Gimli! - Legolas pidió con seriedad, consiguiendo que Gimli frunciera el ceño y lo mirase con una falsa mirada asesina. - ¡Parece que al elfo engreido no le han enseñado modales. No me extraña siendo hijo del elfo borracho! - El guerrero enano respondió ante la advertencia de Legolas. El elfo le dio una mirada de ceño fruncido y volvió a repetir - Baja la voz, Gimli. - Esta vez su tono era mucho más sereno pero Gimli lo tomó igual de ofensivo y gruñó antes de lanzar otra queja - ¡Muerte primero Elfo! -

-¡Gimli, suficiente! - Aragorn pidió, viendo que la discusión llegaba demasiado lejos. Iba a pedirle a Legolas que se alejara un poco más si le molestaba el tono del enano, porque sabía que este no bajaría la voz, sin embargo Legolas parecía perturbado por algo y Aragorn se vio obligado a preguntar - ¿Legolas...? -

-Silencio, Estel. Siento algo. Algo se acerca... - Legolas hizo una pausa, mirando al suelo y aparentando concentrarse. Finalmente levantó la cabeza con un movimiento rápido y ojos muy abiertos. - ¡Orcos! - Exclamó con un tono preocupado. Los Hobbits se agruparon mirando a todas partes, Boromir y Aragorn desenfundaron sus espaldas y Gimli agarró su gran hacha frente a el con un agarre seguro mientras llevaba su vista a los árboles y a las pequeñas colinas a unos metros.

Arlas y Vilando Oneshots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora