Mi corazón pregunta por ti (Lenicoln)

CAP 2 _Todavía lo Recuerdo

Nos situamos en la casa Loud 8 años antes, Lincoln a sus 11 años se encontraba jugando con su consola en el sofá de la sala, por lo que tenía entendido sus padres trabajaban y sus hermanas estaban es sus respectivos eventos o hobbies al salir del colegio, como ir al centro comercial, ya siendo un hecho que en la casa no era sinónimo de paz y tranquilidad, Lincoln aprovecho al máximo su tiempo solo, pero eso poco importo, cuando su hermana de 16 años, amante de la moda que es Leni, entro a la casa pero sin su semblante alegría que tanto la caracterizaba, sin darse cuenta paso de largo de su hermanito para ir a toda prisa y a lagrima limpia a su habitación.

Lincoln Loud siempre se consideró el hombre del plan y algo que él no podía permitir es ver triste a una de sus hermanas, más todavía si se trataba de, en secreto de las demás, su hermana favorita, algo que ya se volvía doloroso en él si a Leni le pasaba algo, no dudo en nada y apago su consola para ir a socorrer a su hermana, por poco lo dudo en golpear la puerta, ya que pensaba que su hermana no querría hablar con nadie o que se fuera, pero se detuvo en seco, sabía que su Leni no era así. Lo esperaría de otra hermana, pero no de la más dulce de las Loud, por lo que Lincoln se determinó a ayudarla. TOC TOC, abre la puerta con cuidado.

Lincoln: ¿Leni? Hermanita ¿puedo pasar?

Leni: Linky... Hermanito...

Lincoln ingreso a la habitación pasó a sentarse a su lado, lo que su hermana lo abrazo de inmediato a llorar en su hombro, a albino se le partía el corazón al verla así, por lo que le devolvió el abrazo y acariciaba su cabeza. Él la conocía muy bien, sabía que tenía que esperar a que ella se desahogara un poco para iniciar con la charla, la cual al verla sollozando procedió a hablar

Lincoln: ¿Leni que paso bonita? ¿Porque lloras?

Leni: Linky.... Soy una tonta sin remedio... No logro hacer nada bien, todo lo que me propongo lo arruino.

Ella lloraba a lagrima viva, difícilmente podemos darnos a entender mientras nos desahogamos, pero Lincoln desde hace años podía entender a la perfección a su hermana, aun en tan lamentable estado.

Lincoln: ...Leni, que paso?

Leni: Hoy en el centro comercial.... me despidieron de la tienda de ropa.... Dijeron que soy un peligro para las ganancias...por la semana pasada que se robaron mercancía en mi departamento sin que me diera cuenta. Y no contaba que fui vista siendo despedida por algunos compañeros de clases, dicen que soy una ignorante y que nunca llegare a ser nada en la vida, y que ningún chico me tomaría en serio, que solo están un tiempo conmigo por mi físico y nada más......... Soy una inútil y estaré sola siempre...

Lincoln no daba crédito a sus oídos, cada palabra de lamento de su hermana era equivalentes a cuchillos perforando su corazón, ella es muy sensible a las críticas, sobre todo si tocan temas profundos. Lincoln solo pudo calmar con suma delicadeza a Leni, al saber que ella volvía a entregarse a las lágrimas nuevamente, él lo impidió y se limitó a decirle...

Lincoln: Leni, hermanita, escúchame bien lo que te diré.

Leni solo pudo calmarse un poco aun sin despegar su semblante del hombro de su hermano.

Lincoln: Hermanita nadie, repito nadie merece tus lágrimas. Los idiotas que te dijeron eso no saben de qué hablan, lamentablemente vivimos en un mundo donde es más fácil criticar sin conocer. Leni tú no eres una inútil, eres experta en lo que te gusta hacer, haces vestidos hermosos, tienes un don para la moda y hacer prendas perfectas y de los smooties tan deliciosos que preparas, hablan por sí mismos.

Leni se sorprendió por lo que el albino le decía que procedió a levantar la mirada y verlo de frente.

Lincoln: Ni que hablar cuando se trata de carisma y alegría, tu siempre estas presente. Te preocupas mucho por nosotros y eres muy considerada en nuestros gustos, eres la primera en brindar una ayuda o una caricia cuando se necesita.