MEETING LOVES

4. AL AGUA

Lea

Al ver como Sam y Stella desaparecen entre las personas que se encontraban en la fiesta, ahora solo quedamos Eileen y yo, quienes no estábamos muy entusiasmadas por dicha fiesta, pero ya estábamos aquí y debemos disfrutarlo de alguna forma. La casa de Nate era enorme, bueno, era la mansión de Nate, había tantos lugares a donde ir; sin embargo, Eileen y yo sabíamos precisamente donde era el mejor lugar, el cual, no creo que sea el mejor lugar para Jules o Sam. Ellas definitivamente elegirían sin dudar alguna la sala de juegos.

-Creo que Nate ya descubrió que este es el mejor lugar para algunas personas.-me dice Eileen al ver como el balcón del último piso se encontraba mucho más decorado y acomodado, ahora habían sillones recortables, comida, bebidas y mayor iluminación. Eileen y yo no perdimos el tiempo y nos acomodamos lo mejor que pudimos.

-¿Querrá volver con Sam?-le pregunté a Eileen, la pregunta la dije sin pensar, pero tenía un poco de sentido viendo como Nate se ha estado comportando últimamente.

-Pero, Sam ni siquiera viene aquí.-eso era cierto, para Sam la mansión de Nate se resumen en la sala de juegos, el cuarto Nate y la piscina, no la culpo. Pero se pierde de la semejante vista que se tiene en este lugar, no solo se veía el patio de Nate donde estaba la piscina sino también el cielo se veía hermoso, la escasez de edificios lo hacía lucir mucho mejor.

-Solo piensalo Lea, quiere ganar puntos con las amigas.-me lo dice mientras nos señala.-O sea nosotras, puede que haya una sorpresa en la sala de juegos para Jules y Sam.

-Puede ganar puntos en su cumpleaños.-nos comenzamos a reír por la broma que hice, pero rápidamente nos dimos cuenta de lo que eso significaba.

-El cumpleaños...-comienza hablando Eileen muy despacio.

-De Sam.-terminó la oración.-¿Estás bien? No ha pasado mucho desde el último cumpleaños que tuvimos, y no creo que para Stella hayan sido sus dulces 18, ni para nadie en esa fiesta.

-La que más me preocupa es Jules.-Eileen en su mayoría podía ser tan frágil, pero en otras ocasiones, en tan pocas ocasiones era todo un muro de concreto. Y eso no era nada bueno.

-Todo el mundo va a estar preocupado por Jules.-digo mientras recuerdo el último cumpleaños.

-Y eso es peor para Jules.-concuerdo con lo que dice Eileen.

-¿Es posible que se les olvide?-esperaba que hubiera una pequeña posibilidad.

-No hay posibilidad alguna de que eso pase.-la dura verdad de Eileen apagó toda esperanza que tenía.-Pensándolo bien, nuestras mamás han estado muy calladas.

-Eso es verdad.-esta conversación con Eileen ya me había puesto nerviosa por un día que aún estaba lejos de pasar. Me levanto de asiento y voy hacia donde se encontraba Eileen, felizmente los sillones eran lo suficiente grandes para entrar las dos y así lo hicimos, Nate fue inteligente y dejó algunas mantas, no pude evitar sumar puntos en mi cabeza por ese pequeño detalle.-Pero ya no hablemos de eso, hablemos mejor de...-me quede mirando a la nada sin ideas.

-De las papas.-nos reímos por nuestro nuevo tema de conversación.

-Es cierto, estas papas están riquísimas.-me comí unas cuantas.-Y con las cremas, son increíbles.-me volví a comer unas cuantas más.

-En serio estas riquísimas.-ahora era Eileen quien no paraba de comer.-Oficialmente nos acabamos todas las papas.-nos quedamos echadas mirando el cielo en un gran silencio.

-Deberíamos estar abajo disfrutando de la fiesta.-me hacía sentir mal estar comiendo papitas en el balcón de una fiesta, que estar en la misma fiesta.