6. EL ENFERMERO

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JULES

Era lunes por la tarde, y las chicas aun no regresaban. Usualmente las audiciones tienden a extenderse demasiado y terminan casi por la noche, es por eso que puede llegar a durar tres o cuatros días dependiendo de cada club.

Ahora me encontraba sola en casa, estaba cansada de estar en mi cuarto así que bajé a la sala principal a estirar mi doloroso cuerpo. Cada vez que sentía cada pequeño dolor, Noah venía a mi mente, todo era su maldita culpa.

Cuando fue el momento de contarle a las chicas lo que había pasado, omití algunas cosas como el hecho de que Noah estuvo en la fiesta y lo que vio Sam y Lea. Ellas extendieron rápidamente que era en vano mencionar lo que vimos, ¿teníamos evidencias? No. ¿Eileen nos creerá? Por supuesto que no. Lo único que causaremos sería una discusión innecesaria, pero eso no detiene mis planes de separar a Eileen y Noah, solo que esta vez será más estratégica.

Mientras pensaba en mi plan de separar parejas, sonó el timbre de la casa. Con el dolor de todo mi ser, me levanto del gran sofá con una sábana encima.

-¡Caleb!-me alegraba verlo.

No había pasado ni una semana desde que conocí a Caleb, y habíamos conectado de una forma amistosa increíble, era más joven de lo que creíamos todas.

-Traje la cena.-me dice mientras cerraba la puerta.-Tu ve a recostarte, yo serviré la comida.

-Gracias, gracias, moría de hambre. Tu desayuno de la mañana me quedó muy chico.-le digo sin exagerar.-Y en esta casa no había nada comible, las chicas dejaron la cocina hecha un desastre.

-Las vi en la mañana, y dejame decirte que lo dieron todo.-se sienta a mi lado del sofá.

-Si que lo dieron todo, pero para destrozar la cocina.-le digo haciéndonos reír.-Quería cocinarles algo yo misma, pero no imagine que esto me pasara.-digo señalandome.

-Si no supiera lo que realmente pasó, pensaría que fue una gran fiesta y que aún tienes resaca.

-Ese era el plan.-le digo sinceramente.

-¿Aún no le dices nada de lo que pasó a tu amiga?-me pregunta y niego con la cabeza.-Tienes que recuperarte rápido para que los puedas separar.-se ríe.

Caleb sabía con lujo y detalle lo que pasaba con Eileen y Noah, y mis planes de separarlos, cabe resaltar que me apoya completamente.

Los dos volteamos en dirección a la puerta de entrada cuando escuchamos que esta se estaba abriendo.

-¿Tus amigas no iban a llegar más tarde?-me pregunta Caleb.

-Puede ser un ladrón, levántate.-le digo mientras lo pateó con mis pies para que se levante, logrando que lo haga.-Corre.-le señalo el pasadizo que da a la puerta de entrada.

Cuando escuchamos que la puerta se cerraba, Caleb comenzó a caminar hacia el ruido, chocando con Sam, haciendo que ella se cayera de la sorpresa.

-¿Estás bien? ¿Estás herida?-preguntó Caleb al ayudarla a levantarse.

-Si-si-si-si.-tartamudea Sam.

-¿No crees que son muchos si, Sam?-iba disfrutar estos momentos como nunca, no era muy común ver a Sam de esa forma. Siempre es tan segura consigo misma y firme con sus palabras.

-Estoy bien.-por fin hablaba sin tartamudear.

-Estábamos cenando, ¿te unes?.-le pregunta Caleb con una sonrisa a Sam.

-Yo tam-también traje comida.-volvió a tartamudear.

-Genial, para Jules nunca es suficiente.-dice Caleb.-Traeré más platos.-camian hacia la cocina.

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⏰ Última actualización: Mar 19 ⏰

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