Vestigio de Luna Llena ✨ [HuaLian]

✨ Capítulo uno ✨

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En este vasto mundo, hay solo dos sentimientos ineludibles para el ser humano:
Las semillas de duda y la pasión desenfrenada.

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Xian Le, una nación próspera con un futuro brillante. En todo el mundo se oía el eco de la gran ciudad, la cual era el foco para muchas historias y experiencias.
 
Se decía que sus gobernantes actuales y futuros debían portar destreza, obediencia y racionalidad, poder ser capaces de controlar cualquier impulso o tentación que tuviese algún vestigio de maldad o incertidumbre.

Y claramente, esa era la receta fundamental de la prosperidad del reino de Xian Le, pero el legado de oro y obediencia absoluta de la familia real a veces era extenuante. Lo era para Su Alteza Real, El Príncipe Heredero.

Cada año, mes y día tenía numerosas tareas que cumplir con gran perfección.

Los primeros días de la semana le correspondían clases de varios instrumentos musicales, canto y danza. Se decía que el Príncipe Heredero, debía tocar exquisitamente todo tipo de instrumentos y tener todo tipo de talentos, para así, agradar a los cielos.

A mitad de la semana predominaban las clases de escritura y artes literarias. El Príncipe tenía que tener conocimientos profundos en el arte de la redacción clásica, así sus escritos e ideas recorrerían con éxito todo el reino.

Por último, los fines de semana, practicaba el arte del manejo de la espada. Era algo primordial para cada presentación al publico, ya sea en las grandes procesiones ceremoniales o para recibir con honores a los gobernantes de otras naciones.
 
Con todo ello, Xie Lian se sentía realmente sofocado.

Sus días de descanso podía contarlos con los dedos de sus manos, e incluso, cuando los tenía, en ocasiones su padre le enseñaba sobre política y relaciones de mercadeo entre los reinos con la excusa de que tarde o temprano el puesto en el trono le pertenecería.

La rutina diaria era muy extenuante, pero debía ser de esa forma; ser el heredero único del reino conllevaba muchas responsabilidades. Xie Lian afirmaba su estatus de esa forma, siempre la perfección debía estar de su lado, y cuando no, se esforzaba en demasía para no decepcionar a sus padres.

Los meses pasaban pacientemente para el Príncipe, pero lo malo, es que en cada uno se aburría más.

—¿Por qué esto debería ser así...?

Xie Lian se encontraba en la biblioteca del palacio ese día, sus alrededores estaban llenos de libros de todo tipo y aunque la gran mayoría fuesen teóricos para facilitar el aprendizaje, había hallado algo interesante: un cuento clásico.

Esta historia hablaba de una pequeña ave nacida en el seno del linaje más puro. Sus plumas eran atractivas y coloridas, su canto hermoso sin igual y tenía a su disposición cualquier alpiste existente para alimentarse. La vida del ave era plácida y llena de lujos, pero, entre todo eso, había un contratiempo.

El pájaro no sabía volar a causa de siempre estar recluido en una fina y delicada jaula de oro puro. Podía tener a su disposición todo lo que quisiera, podía vivir su tiempo restante en ese espacio reducido cómodamente, pero la curiosidad estaba alojada en sus ojos.

Podía ver el mundo a través de los barrotes de su jaula, pero no podía tocarlo. Lo que le causaba gran tristeza.

Xie Lian se sentía extrañamente conmovido con la vivencia del pequeño pájaro. Su interés estaba enfocado, así que siguió leyendo.