Alba
Estabamos en casa de Natalia, habíamos venido juntas después de haber estado en el parque. Me había invitado y no podía rechazarlo. "Rubia, me voy a dar una ducha." Me quedé mirándola y moví la cabeza de arriba a abajo así que cogí el movil y empecé a hacerme fotos mientras pensaba. Lo del parque había sido espectacular y los besos en el cuello eran mi debilidad, más si venían de Nat. Esa chica me ponía un montonazo. Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar unos golpes suaves. ¿Era lo que yo pensaba? No podía ser verdad.
Natalia salió del baño y se sentó en la cama a mi lado. "Doña Natalia, ¿se ha estado tocando usted conmigo en el cuarto de al lado?" Me descojoné mirándola. La cara que se le quedó era para grabarla, se puso blanca y no era ni capaz de mirarme a los ojos. "Por lo menos me podrías haber avisado, que me he quedado haciéndome fotos como una tonta." "Em si, bueno, no es mi culpa que te portes tan mal y me pongas tanto." Me dijo con un tono chulito. "Bueno, te perdono por esta vez, la siguiente vez que no me avises te voy a matar, que lo sepas." "¿La señorita rubia me está diciendo indirectamente que se quiere acostar conmigo? Confirmamos." "Puedo admitir que un poco de ganas si que tengo, para que nos vamos a mentir." Nos pasamos un buen rato charlando y picandonos, bajamos al jardín a ver las estrellas y allí estuvimos acariciandonos, dándonos besos y mimos hasta que me quedé medio dormida. Sentí como me subía al cuarto, me metía en la cama junto a ella y me daba unos cuantos besitos antes de dormirse.
Natalia
Me desperté y no había nadie. ¿Todo había sido un sueño? No no no. Tiene que ser real. Miré a mi alrededor y vi la camiseta que llevaba Alba ayer, menos mal.
Querido diario,
Te escribo ya que sabes que me desahogo y me hace sentirme mejor y así siento que alguien me escucha sin juzgarme. Si Alba tiene algo bueno es que es muy directa te dice todo lo que piensa desde que estás preciosa hasta que te has tocado en toda su cara y que le hubiese gustado apuntarse. Tiene muchísimas más cosas buenas, es más, ella es genial haga lo que haga. Pero como ya sabes, a mi me da una vergüenza tremenda. Si, es verdad, nunca lo he hecho con nadie y seguro que ella está harta de hacerlo y a mi es que me da mucho miedo decepcionarle, no quiero que vaya fatal y se asuste. Tampoco sabría cómo reaccionar. ¿Y si no le gusta? ¿O le dejo de gustar? Joder si es que me pasa por lenta. Me tendría que haber acostado con cualquiera... Y yo no se que hacer, me gusta mucho pero no soy capaz de contárselo, no quiero que esto se rompa por esa simple tontería, porque me gusta mucho, es especial, me hace sentir mariposas en el estómago. A ver, no te vayas a quejar diario, que se que soy un unicornio vomitando arcoíris pero que se le va a hacer me he pillado de alguien por una vez en mi vida y no lo voy a dejar pasa...
Tuve que cerrar el diario de golpe al escuchar a alguien hablar. "¿Qué haces? ¿Estabas escribiendo?" Allí estaba ella, la rubia con ojos felinos mirándome envuelta en una toalla blanca. "No, no nada. Son cosas mías privadas." Metí el diario con la página marcada directamente en el cajón. Ahí básicamente era donde me refugiaba, contaba todos mis problemas, mis días de mierda o los más felices de mi vida. Con tener esas cuatro hojas entre tus manos podrías conocerme más allá que cualquier otra persona. "Uyyyyy, los secretos de doña Natalia. ¿Serán las profecías ciertas? ¿Será Natalia la criminal número uno del mundo? Para más información espere al siguiente capítulo." Reí por lo tonta que era. "Joder Alba, estas fatal, no, no he matado a nadie tranquila solo descuartizado." Estuvimos un rato charlando sobre mis asesinatos y demás hasta que me acordé "oye, ¿se puede saber que haces tu con mi camiseta preferida saliendo de mi, ducha?" "Nah tranquila, todo el mundo tiene juguetes, no te preocupes, no me iba a asustar." Yo esque flipaba con esta mujer, ¿cómo podía ser tan sumamente directa? "No, es que ya me dices que los has usado y me da un chungo aquí en medio, así que ahorratelo mejor." Se estuvo riendo un rato hasta que decidió abrir la boca "no, tranquila que no he usado ninguno de tus juguetitos, son todo tuyos. Es que me desperté pronto, estabas sudadita entera y entre tu sudor y el mío estaba empapada así que decidí ducharme y como no tengo más ropa limpia he cogido una camiseta de un inmenso armario." "Tienes mucho morro eh rubia" le di dos golpecitos en la mejilla. "Te acabas de poner mi camiseta preferida, la que no le presto a nadie como si fuese cualquier otro trapo" la miré con una cara de asesina que flipas pero la verdad es que le quedaba sumamente bien, no se como lo hacía, todo lo que se ponía le quedaba genial.
Saqué el movil y empecé a hacerle un reportaje de fotos, le quedaba tan bien y era tan guapa que podría ser mi modelo, nos hicimos unas cuantas fotos también hasta que nos cansamos.
Nos habíamos besado pero no teníamos tanta confianza como para estar besandonos todo el dia, solo en ocasiones especiales.
"Bueno, vamos a bajar a desayunar" dije con naturalidad. Me levanté, le di un beso corto en los labios y sin más bajé a la cocina sin dejarle si quiera pronunciar una palabra al respecto.
"¿Cómo que tienes esta casa entera para ti? Vives en el barrio más pijo de todo Madrid. Yo no puedo ni alquilar medio de tu jardín." "Bueno, fue mi regalo de cumpleaños, mis padres me compraron esta casa, es más me preguntaron como la quería para construirla a mi gusto, aunque sinceramente no soy mucho de lujos, ya me has visto. No llevo ropa de marca ni mucho menos, me gusta disfrutar de lo que tengo, lo importante es estar bien con lo poco que tienes. No me gusta que los demás sepan que vivo aquí, no quiero parecer la hija mimada pija."
Pasamos el día juntas de charloteo y risas.
Alba
"Puto despertador." Lo apagué de golpe de una mala hostia que no podía con ella. Odiaba despertarme temprano y más si era para ir a clase.
Aparecí por clase y vi como todos mis compañeros me miraban, pero sobretodo noté como unos chicos de clase se estaban riendo de Natalia y le estaban quitando los apuntes y todo lo que tenía así que me acerqué corriendo. "¿Que hacéis?" "Anda, si aquí está su defensora. Ahora como te la tiras la defiendes, ¿no?" "¿Sois gilipollas o que os pasa? Dame sus apuntes y todo." "Madre mía que asco de bolleras, vuestro beso en el parque fue asqueroso." Cuando entró el profesor nos dejaron en paz pero cuando venían a por Natalia, ella se hacía muy pequeñita y no sabía que hacer. "Ey, tranquila" le di un beso en la cabeza para que se tranquilizase y le acaricié la mano con cuidado. Además, ¿cómo sabían ellos que nos habíamos besado en el parque? No tenía sentido. Pero tenía que dejar de darle vueltas ya que Nat estaba temblando, tenía miedo y yo tenía que estar allí para ayudarle así que metí la mano por su camisa y le acaricié la espalda haciendo que nuestra piel chocase y se tranquilizase.
"¿Que te pasa Nat?" Vi como le caían lágrimas por las mejillas y las intentaba secar con besitos aunque no obtuve respuesta. Con el tiempo se calmó y todo volvió a la normalidad. En el recreo la acompañé al baño y me quedé apoyada en el marco de la puerta.
"Tía, Alba, ¿lo has dejado con Joan?" Preguntó Julia no muy fuerte. "Sí..." contesté sin saber que decirle pero era mi mejor amiga, tenía que contárselo. "¿Te parece bien quedar esta tarde en mi casa y hablamos como solíamos hacer? Ahora me voy un rato con Natalia, no lo está pasando muy bien" susurré para que nadie se enterase, le di un beso en la mejilla a Julia y volví donde estaba Nat abrazándola por la espalda. "¿Mejor?" Sentí como se daba la vuelta y me abrazaba "sí, muchas gracias Albi." "¿Me acabas de llamar Albi?" Puedo morir tranquila ya. Creo que se notó en mi cara cuando me lo dijo. "Mmm creo que si." Me dijo mientras sonreía. Es tan sumamente mona que me la comería a besos todos los días de mi vida. La cogí por las mejillas y la besé lento, con cuidado. Los besos suyos eran mágicos, me encantaba como sabía, me encantaba todo lo que tuviese que ver con ella.
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Llamaron al timbre y me levanté a abrir. "Hola Juls, pasa anda." Nos sentamos en el sofá para hablar como habíamos dicho. "Venga, va cuentame todo." Le expliqué todo lo que había ocurrido entre nosotras con la mayor naturalidad del mundo. "Creo que te has pillado un poquito eh heterito." Nos reímos ante el comentario. "Si, joder es que es la cosa más mona del universo estaría dándole besos todo el día y porque no has probado como besa, que sino te vuelves lesbiana del tirón" noté que me salió esa sonrisa de tonta que te sale cuando te gusta alguien pero me daba igual, no iba a disimularla. "Ya me irás contando, yo quiero estar al tanto de todo lo que pase."
Charlamos un rato sobre Carlos y Natalia como solíamos hacer en los viejos tiempos sobre nuestros ligues, también hablamos de pintura y demás. Echamos una buena tarde y terminamos estudiando y repasando las cosas que habíamos dado juntas. Quería tanto a Juls que era inexplicable, me ayudaba en todo, me animaba, me apoyaba, ¿qué más se podía pedir de ella? Era genial.
Eso si, no podía dejar de pensar en Natalia estuviese con quien estuviese.
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Eyy, espero que os esté gustando. ¿Cómo os está pareciendo la novela? :)
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Seen As A Star
FanfictionUna estudiante marginada de la universidad internacional de Madrid siente que su vida no tiene sentido, no es capaz de estar cómoda con nadie hasta que aparece en el momento menos esperado una chica rubia que le hace cambiar la visión del mundo y te...