Algo incómodo

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Natalia

Era viernes, el timbre acababa de sonar y no me quedaba nada más que meter los libros en la mochila y salir pitando de ese infierno, me gustaba la universidad pero al fin y al cabo yo quería ser cantante, cantar mientras pego botes en el escenario y con que una sola persona viniese a verme y cantase algún tema mío, ser feliz. Recogí mis cosas y fui directa, la abracé por detrás pegandola lo máximo posible a mi. "Mmm hola, te echaba de menos." Dije con un tono un tanto seductor y con la típica sonrisa que te sale cuando estás con esa persona que te gusta. "Hola doña Natalia, ¿desea usted algo? Por lo que veo una dosis de mi como mínimo." Nos reímos un poco ante el comentario. "Bueno, estaba pensando que podías venir a mi casa y bueno, ir viendo lo que pasa y podem..." "Natalia, Alba, no me gustaría interrumpir pero ¿os importaría salir del aula? Tengo que limpiar." Nos había cortado todo el rollo que habíamos creado, la verdad es que tenía ganas de verla y comerle a besos allí en medio pero tampoco era plan. "Sí, no se preocupe, ya salimos." Puse la mano en su culo y caminé a su lado hasta salir del edificio. "Cuidado con lo que tocas Natalia." "Uy, ¿qué pasa? ¿No puedo hacerlo?" "Si que puedes, pero en la intimidad porque aquí no te puedo hacer todo lo que me están entrando ganas de hacer, como ir bajando por aquí..." susurraba en mi oído mientras ponía su dedo en mi cuello y lo iba bajando por encima de mi camiseta, pero se veía perfectamente que señalaba mis pechos e iba bajando la mano hasta mi ombligo, decidida siguió bajando hasta que agarré su mano y la separé lentamente. Alba era alba, no se cortaba, ella con toda su alma era muy directa si quería decirte que te quería follar te lo decía, esta no se cortaba con nada. Le dejé un suave mordisco en el cuello y me separé de ella contestandole. "No seas tan guarra que estamos en un sitio público, yo te lo recuerdo." "No jodas, si has sido tu la que ha empezado a calentar el asunto." Me reí por su comentario, me hacía mucha gracia, no podía evitarlo.

Estaba muy concentrada en todo lo que me decía y su sonrisa, ni si quiera me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Es más, llevábamos 20 minutos en la puerta sin movernos de allí, parecíamos tontas. Entonces, sentí la luz del flash de una cámara, estábamos muy juntas, dándonos picos y besos hasta que conseguí girarme para ver quién había hecho eso pero en el tiempo en el que me dio tiempo mirar ya se estaba escapando mientras corría. Corría rapidísimo, entre que ya estaba lejos y que no soy tan rápida no me dio tiempo ni verle la cara, no pude ver nada más que la mochila, que llevaba dos chapitas, una del Real Madrid y la otra era un símbolo raro, era roja con como si fuese una letra en negro rara, tampoco pude fijarme en mucho más. Eso sí, la mochila era negra, no sabía si eso me serviría de algo pero aquello era de recordar.

Por otro lado, no entiendo por qué nos hacen fotos, ¿a quién le importa lo que yo haga? Estar con Alba no era nada malo. Si era porque era la única chica a la que le gustaban las chicas en la universidad me daba absolutamente igual. O por lo menos la única que lo decía con total libertad. Yo soy así y así seguiré. Nadie me va a cambiar ni pueden hacer nada malo. Porque a mi me da igual que se sepa, como si se quieren enterar en China que estoy con Alba bueno, no se bien lo que somos pero lo que seamos.

"Creo que es mejor que nos vayamos, esto es incomodo, no entiendo el interés de la gente." Dijo alba con un tono un tanto rayado. "Ey, tranquila, no pasa nada ¿vale? Lo pillaremos y le decimos que borre las fotos, aunque no es nada malo, solo dos chicas besándose. Vamos a mi casa que comemos y luego nos hartamos de palomitas y mucho helado, que se que te encanta." Al escuchar lo de las palomitas y el helado le salió una pedazo de sonrisa de oreja a oreja así que fuimos directas a casa.

"Gracias por la comida." Cada vez que los cuidadores me hacían la comida les daba las gracias, yo no necesitaba tanto, no me gustaba tratarlos como si yo estuviese por encima porque solo están aquí porque mis padres son ricos, pero eso no es ningún mérito mío, es haber nacido con esa ¿suerte? No se si lo podía considerar suerte o no. En cada historia siempre hay una parte buena como mala, aunque creas que estás arruinado, que no sabes que más hacer con tu vida debes pensar que siempre habrá alguien en una situación peor con una sonrisa de oreja a oreja, por eso, debes ser feliz y ver cada parte buena por muy pequeña que sea.

"¿Te quedas a dormir conmigo hoy? Me apetece tenerte solo para mi, como me prometiste ayer, ¿no? Exijo que cumplas con tu palabra y me 'alegres la tarde' tal y como dijiste. Mi gran duda es, ¿cómo me la vas a arreglar? Tengo las expectativas muy altas, espero no llevarme un chasco." La cogí por la cintura sentandola encima mía en el sofá, comía palomitas mientras la miraba. ¿Por qué es tan guapa? Esque joder ¿cómo tengo a tal diosa a mi lado dándome besitos? Creo que es un sueño.
"Bueno, venga, me quedo." "Eso no ha sonado muy convincente" contesté con un tono triste. "Que si boba, si estoy deseando comerte a besos en la cama, o sea no esos besos, ay me refiero pues en la mejilla y en tus labi..." "¿te estás poniendo nerviosa Alba Reche? Se a lo que te refieres, tranquila, si no pasa nada." Aunque me hiciese mucho la chula a mi me seguía dando miedo dar ese paso, tenía ganas de hacerlo pero a la vez había algo que me lo impedía. Es verdad que quería sentir ese calor, esa llama y con ella, con Alba. Con una diosa que había bajando del cielo, que es rubita y me tenía loca perdida.

Alba

"¿Sabes lo que me apetece? Meterme en la bañera contigo y que me abraces." Dijo Natalia. "Pues no me parece una mala idea, eso sí, ¿está permitido comerte a besos?" "Eso no tienes que preguntarlo" se empezó a reír mientras dejaba besos en mis labios.

Eso sí, nunca había visto a Natalia desnuda o sea iba a morir. Bueno, en realidad si, aquella vez que estuvimos a punto pero entre una cosa y otra no llegué a fijarme, iba a lo que iba. Eso sí, como siguiese pensando en su cuerpo acabaría mal. Me voy a contener venga.

Seguidamente me cogió del culo y se levantó. "Vamos pequeñita." Me llevó de la mano hasta su cuarto y desde allí entramos al cuarto de baño. Nadie se podría imaginar el pedazo de baño que tenía, había una ducha e incluso una bañera al lado, era una casa en la que tenías que estar decidiendo cosas continuamente, ¿bañera o ducha? Por no hablar de la bañera, parecía una piscina pequeñita. Era como la escena de Julia Roberts en la piscina de Pretty Woman ¿soy la Julia Roberts de Natalia? Cuantas fantasías me estoy montando. Luego viene la hostia pero no voy a pensar eso, vamos a disfrutar del momento.

"Bueno, ¿vamos?" "Sí" contesté yo. Me desnudé hasta quedarme en ropa interior, ella se dio la vuelta y se quitó la camiseta aún mirando hacia el otro lado.
"Alba, me da vergüenza" dijo con un tono de decepción. "ey ey ey Nat no te preocupes, yo me giro, no miro y cuando ya estés metida en la bañera me meto yo" dije mientras terminaba de desnudarme. "¿Ves? Si no pasa nada, es un cuerpo como el mío" aún así me giré y al oír su cuerpo entrar al agua fui y me metí.

Me senté entre sus piernas, apoyé mi espalda encima de su pecho y abdomen y puse las manos encima de sus piernas acariciandolas lentamente. "Me gusta el roce de tu piel con la mía" susurré a su oído mientras miraba su sonrisa de niña buena. Natalia era un amor, no podía hacerle daño a nadie, nunca había visto alguien igual.

Fui subiendo la mano y le acaricié los pechos, sin intención de tener nada sexual, solo quería tratar cada parte de su cuerpo con cariño, para que pudiese superar sus miedos. Acerqué el movil y puse la canción 'Tus monstruos' de Belen Aguilera y Raoul. "Escucha la letra y relájate enana" susurré mientras seguía acariciando su cuerpo y notaba cada vez como se relajaba. Dejé besos por su pecho y sonreí.

Y desnúdate
Abre el cajón de tus recuerdos
Dispararé
A todos tus monstruos si les veo
Y me quedaré, aquí mi amor
Y no habrá más paradas
Y seré, solo yo...

"¿Por qué eres tan buena conmigo? Me haces sentir como si fuese una reina. Gracias por todo lo que haces. Y sí, abriré mi cajón, poco a poco Albi. Te quiero, te quiero mucho."

Así acabó, nosotras dos llorando y besandonos como si fuese el último dia de nuestras vidas.

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Se que llevo mil años sin subir nada, pero esto lo subo por mi, no para llegar a mil personas, porque con que solo una persona lo disfrute yo seré feliz :) y aparte loe escribo por mi, por no dejar nada a medias y terminar lo que un día empecé. Gracias por leerlo <3.

Seen As A Star Donde viven las historias. Descúbrelo ahora