El Búnker

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Natalia

Querido diario:
Hoy he puto muerto de vergüenza. Sí es que me pasa por tonta, por provocar y llegar hasta tal punto. ¿Cómo se lo he soltado tan del tirón? No lo se. Es que no quería hacerle daño ni que sintiese que no sabía hacerlo y era una mierda y que no emcajabamos bien. Me da miedo que no le guste y al no gustarle esta parte de mi deje de gustarle yo. A ver que tampoco se si le gusto o no. Yo que se, me estoy poniendo muy nerviosa ¿vale? Se lo tendría que haber dicho antes, cuando la conocí. Pero claro, ¿qué tipo de persona sigue siendo virgen a los 18? Yo.
Aunque en realidad tampoco había tenido la oportunidad esto es inútil.--

Alba

¿Natalia era virgen? Me quedé sin saber que contestarle por un momento. Venga Alba no te quedes mirándola que le vas a hacer sentir mal. Si a mi me pasase me gustaría que me apoyaran. A veces Nat es un bebé, eso sí, tenía pinta de hacerlo bien pero bueno, le enseñaré yo mejor. Yo tampoco es que haya hecho mucho con tías, algún trío que otro cuando estaba con Joan. A Joan le flipaba, no descansabamos nunca y habíamos probado todo lo que te puedas imaginar. Todos esos años dan para mucho. A mi nunca me había gustado mucho hacer los tríos y menos con tías por eso nunca he pensado que me pudiesen gustar. Lo mismo era porque estaba pillada de Joan, supongo. Después de que se me pasase todo eso en menos de 10 segundos por la cabeza a la velocidad de la luz y muchas más cosas contesté lo antes que pude para que no le pareciese raro.

"Ey Nat, ¿tú crees que a mi me importa que no te hayas tirado a nadie como a medio mundo? Al fin y al cabo todos tenemos una primera vez y siempre va fatal. Con el tiempo y experiencia y cuando congenias bien con el otro va mejorando, pero cada vez irá a mejor así que no te tienes que rayar por ello a mi me pasaba hasta que llegó un momento en el que se hizo placentero. Y no quiero que te rayes, sí la otra persona te quiere le va a dar igual, en ese caso a mi me da igual. Poco a poco ¿vale? El tiempo que necesites, tu me avisas." "Ay, me vas a hacer llorar Albi. Eres tan mona. Pues yo... a ver- es que nunca me ha gustado nadie de verdad y no se tampoco he sentido que lo podía hacer con alguien en quien confiase y me sintiese cómoda y no quería hacerlo con cualquier persona con la que me cruzase por la calle. No se si me entiendes." "Sí Nat. No tienes por qué preocuparte por eso. Sé tu misma. Cuando a ti te apetezca yo estoy aquí." Le acabé dando muchos besos en la mejilla y abrazandola, me gustaba mucho abrazarla, no podía creer que le estuviese pasando esto, así que decidimos quedarnos con la poca ropa que llevábamos y nos quedamos abrazaditas viendo una película que ella eligió, me gustaba verla feliz e intentaba hacerlo. Es más mona.

Natalia

-- pero no se lo ha tomado mal, es más me ha dicho que no importaba, que todo a mi tiempo y creo que me ha entendido. Es maravillosa, escribo eso aquí porque sino se lo suelto a ella y que verguencita. Es perfecta, cualquier persona quiere a una Alba Reche en su vida. Te hace sonreír en tus momentos débiles, te hace reír cuando ni si quiera crees que puedes hacerlo. Te quiere cuando ni tu misma lo haces. Es un apoyo muy grande aquí, me pasaría la vida con ella. Sus labios son tan dulces como la miel, me encanta cuando me abraza o me da cariño. Es tan real, es tan ella, es genial, es Alba.

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Alba

Abrí ese libro tan preciado, me mataba la curiosidad, tenía el gusanillo dentro de mi. Por un lado sabía que estaba mal lo que estaba haciendo pero soy de hacer las cosas por impulso, lo cogí y empecé a leer lo último que estaba escrito. Mordí mi labio inferior al sentir tanta ternura. ¿De verdad pensaba todas estas cosas de mi? Es para comérsela. ¿Ahora cómo hago para disimular? Si es que no puedo con ella. Levanté mi mirada al notar que algo me observaba. "Nat-alia." Mi respiración se cortó durante unos segundos, no me circulaba ni la sangre, sabía que la había cagado.

Natalia

Cuando entré al cuarto y la vi leyendo mi diario, una cosa que es mía, algo personal en el que escribo lo que siento, se me cayó el universo. Con lo desconfiada que soy y ahora la persona en la que más confiaba estaba leyendo algo privado que era mío. "Sí, hola. ¿Qué haces leyendo eso?" Ni si quiera tenía el valor de contestarme, me había dolido, y mucho. Joder. "Ya..." sin poder casi contener mis lágrimas cogí el diario y salí a dar una vuelta por el jardín, y me perdí entre los jazmines, margaritas y rosas. Me encanta oler las flores y sentir la naturaleza pero aún así no pude evitar llorar.

Alba

Eres inútil Alba, lo eres. ¿Qué has hecho? No le podías dejar su intimidad, no, tenías que cagarla encima de que te invita a su casa a pasar el día entero.

Bajé las escaleras y me encontré a María José. "Hola, soy Alba, una amiga de Natalia." "Sí, buenas tardes" me contestó amablemente. "¿Usted sabe dónde la puedo encontrar? Se ha ido sin decir nada y como no es grande la casa a saber donde está. La he cagado y mucho y estoy preocupada." Dije nerviosa. "Sí claro cariño, cuando le pasa algo o está mal siempre va al mismo sitio, no mucha gente conoce el sitio, o se va a su cuarto o en el jardín." Me acompañó hasta el jardín donde había que pasar entre unos arbustos, justo detrás había una puerta con una cerradura que no era una cualquiera con una llave o tarjeta, eran unas teclas, lo típico de las películas. Por lo que se veía solo María José y ella misma podían abrirlo, ellas sabían la contraseña. "Bueno, te abro, entra y yo me voy ¿vale? Os dejo vuestro espacio." Sonrió, abrió la puerta que parecía mágica y desapareció.

Era flipante, era un búnker, ni si quiera eran paredes, las paredes estaban cubiertas de pantallas por las cuales se veían una parte de la casa. En una de las pantallas se veía el salón, en otra la fachada de la casa por la cual paseaba gente, en la tercera se veía su cuarto y en la última en la cual Natalia estaba concentrada se veía el jardín, muchas flores y plantas, ella tenía unos cascos puestos en los que supuse que se escuchaba música o los sonidos que habían en el sitio que estaba viendo. También tenía un ordenador, era una pantalla, la típica que tienen los seguratas para vigilar donde se veían muchas más partes de la casa, es más se podía ver toda la casa. Estaba controladisimo todo. También tenía un armario gigantesco lleno de ropa, una nevera y más estanterías llenas de comida, hasta un baño e incluso bañera. Era el típico bunker de las películas para cuando hay una invasión zombie, no había visto esto en mi vida, lo tenía todo, tenía televisores de sobra y todo lo que puedes necesitar. Aún así esto es lo que me dio tiempo ver en los 10 segundos que pude echarle un vistazo a todo.

Seguidamente fui hacía ella, no me había escuchado así que la abracé por la espalda sin decir nada, solo estábamos ella y yo en silencio mientras que le acariciaba la espalda, me dolía verla así.

"Lo siento" susurré con cuidado en su oido mientras le acariciaba la mejilla. "No volveré a entrar en nada tuyo sin tu permiso. Necesito que estés bien. Perdóname." Se quitó los cascos y me miró con sus ojos rojos, llenos de lágrimas y con cuidado movió la cabeza de arriba a abajo. "No pasa nada Albi, solo escribí ahí sentimientos que no consigo soltar y bueno ya has visto todo lo que pienso de ti, eres genial" me susurró mientras miraba hacia el suelo muerta de vergüenza."Yo también pienso muchas cosas buenas de ti Nat, eres lo mejor que podría haber encontrado en la vida." Terminé dejándole un beso cortito en sus labios y me senté encima suya mientras nos acariciabamos.
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Lo siento por no haber estado subiendo capítulos muy frecuentemente, prefiero subir menos y que sean se mayor calidad. :D. Comentad que os está pareciendo. ¿Cómo veis la reacción de Alba?

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