Día 6: Evil Au

669 73 3
                                    

 Miraba con aburrimiento como sus socios discutían por quinta o sexta vez en lo que llevaban de reunión, a estas alturas ya no tenía idea del porque discutían, sabe que sus gritos furiosos y la pesadez del ambiente le causaban cierto malestar que usualmente ignoraba. Aunque no lo demostraba estaba sorprendido de que Willy discutiera tanto con Rubius cuando normalmente ni se enteraba de la presencia del más alto.


Se levantó en silencio y sacudió el polvo inexistente en su bien cuidada y elegante ropa, sus hermanos oscuros no notaron cuando salió del bar, estaban demasiado ocupados en su discusión como para enterarse de lo que sucedía en el resto del mundo.


Caminó por las calles de aquel alegre y colorido pueblo que tantos secretos ocultaba, una ladina sonrisa se formó en su rostro sabiendo que la imagen que Luzu le daba a los extranjeros que llegaban al lugar no podía estar más alejada de la realidad, pero no se quejaba, gracias a ello los ''negocios'' de la hermandad oscura no hacían más que aumentar.


Noto a lo lejos a uno de los primeros ''héroes'' (una de las personas más sanguinaria y despiadada, aunque el título de héroes era bastante cuestionable en las nueve personas que conformaban ese grupo) de Karmaland, era fuerte y el aspecto de su cuerpo lo dejaba saber, sus ojos morados eran penetrantes y su sola presencia desbordaba elegancia, era atractivo, no lo iba a negar y podía entender porque casi todo el pueblo (por no decir todo) parecía morir por él.


A medida que se acercaba pudo ver que hablaba con el pequeño Alexby, ninguno se molestó en saludarle y él tampoco tenía interés en hacerlo. Los orbes morados se posaron sobre su persona, era sabido que el dueño de la isla tenía interés en él, interés carnal seguramente, y aunque todos morían por una noche con Vegetta no era algo de su completo interés.


Le miro sonreír con soberbia y arrogancia, antes de pasar por su lado y dejarles a su espalda, aquella sonrisa le repugnaba y le causaba nauseas, aunque había algo más que no sabía que era y ese algo no le molestaba tanto.


Realmente no era que el azabache no le interesaba pero aquella arrogancia y ese aire de superioridad le resultaba asquerosa (a pesar de que él no era muy diferente y lo sabía muy bien), aun así su mirada le llegaba a parecer encantadora y había algo en ese chico que le hacía sentir cosas que repudiaba, porque esos sentimientos hicieron dolorosos y molestos el sonido del húmedo beso que la pareja atrás de si compartía con tanto deseo y no se preocupaban por ocultarlo.


Continúo su camino pensando y analizando lo que sentía, lo que el ojimorado provocaba en su persona, se congelo a solo un par de metros llamando la atención de la pareja que le ignoro y continúo con lo suyo unos segundos después. Antes alguien más había provocado dentro de si todo lo que ahora provocaba Vegetta, estaba seguro y eso lo aterraba. Se había enamorado del arrogante de la isla, estaba celoso de Alexby y de todo aquel que lograra aquella atención de su parte, lo había estado por mucho tiempo y no lo había aceptado.


Comenzó su andar nuevamente esta vez un poco más rápido que antes alejándose de aquel hombre. No, no podía ser, no podía estar enamorado de alguien como Vegetta, tenía que odiarlo tal como este le odiaba, porque era seguro que el menor le odiaba... ¿Verdad?


...


No tenia ni idea de que escribir para este tema, al final me termino gustando como quedó

Fargetta WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora