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Hurgaba en las bolsas de compras en busca de algo que vestir, encontré unos shorts que más bien parecían ropa interior, me los puse confirmando mi argumento anterior, esto parecía ropa interior. La puerta se abrió debido a que no tenía cerradura y lo único que la detenía era un zapato.

- Oh no, tú no vas a ir así...- Hoseok negó repetidas veces con la cabeza buscando con la mirada ropa más ¿decente?

- ¿Por qué los compraste si no me vas a dejar usarlos? - cuestioné.

- Oh claro que vas a usarlos, pero solo para mí - tomé un zapato del suelo y lo lancé en su dirección, éste se quejó mientras reía.

- No pienso volverme a cambiar - crucé mis brazos sobre mi pecho - tendrás que arrancarme la ropa - levantó la vista del suelo arqueando una ceja.

- Eso es casi como un premio - mi cara enrojeció inmediatamente, caminó hacia mí y retrocedí.

- No te atrevas a tocarme - le fulminé.

- ¿Ah sí? - sus manos atraparon mi cintura tumbándose en la cama conmigo, comenzó a hacerme cosquillas por todo el cuerpo.

- ¡Detente! ¡Para! - me reía mientras sufría.

Las cosquillas me sacaban de quicio, tiraba manotazos pero no se detenía, su boca llego a mi cuello, de un momento a otro ya no hacía cosquillas, sus manos fueron a mis muslos, sus labios eran tan suaves que mi mano fue detrás de su cuello para mantenerlo ahí, de pronto de un tirón aquellos shorts de mezclilla estaban fuera de mis piernas; carcajeó al ver mi cara, estiré mi mano tomando una almohada, golpeé su cabeza y se separó de mí sonriendo.

- Eso fue una sucia jugada.

- Sucios son los pensamientos que estoy teniendo al verte así...- murmuró.

Volvió a buscar en las bolsas hasta sacar unos pantalones negros y una remera guinda, las colocó en la cama y dejó un beso en mi frente.

- Vístete, mi amor.

No tardé mucho en arreglarme y salir de la habitación, Hoseok estaba discutiendo por teléfono.

- ¡Atrévete a hacer algo y te juro que te corto las pelo...- me vio y se calló - hablamos luego.

- ¿Vamos a salir?

- ¿Prometes no escapar?

- Si quisiera escapar no hubiera devuelto las llaves a tu bolsillo - dejé las llaves en saco de su traje - se te cayeron cuando me hacías cosquillas.

La sonrisa en su rostro no tardó en aparecer, tomo mi mano y salimos de la casa, pude sentir el aire fresco en mi cara e inhalé profundamente, solía oler el aire lleno de smock pero aquí era tan limpio.

Subimos al auto y Hoseok comenzó a conducir por el camino en el que corrí hace apenas unos días, pude ver en la muñeca de Hoseok una pulsera gruesa de plata la cual llevaba como adorno un gran corazón similar al de mi collar. Logramos salir del bosque después de unos veinte minutos, la ciudad estaba callada debido a que casi eran las nueve y todos estaban en casa. Sentí mi corazón estrujarse cuando vi un poste con un letrero donde estaba mi foto, mi familia seguía buscándome.

- Hoseok...

- ¿Qué pasa mi amor?

- ¿Me dejarías enviarle una carta a mi familia? No pienso poner detalles, solo quiero que sepan que estoy bien.

Guardó silencio durante varios segundos.

- Si eso te hace feliz, por mí esta bien.

Su mano tomó la mía dando un leve apretón. El auto se detuvo frente a una casa muy grande para mi gusto, apagó el motor y me vio con nerviosismo.

- No te separes de mí - dijo antes de bajar y abrir mi puerta.

Tenía un mal presentimiento.


Están preparadas mentalmente¿ otra vez¿ pq yo tampoco

kidnappé ✦ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora