kidnappé ✦ hopev

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Las caricias que su mano dejaba en mi cintura, combinado con los besos que mi cuello recibía, me hacían entrar en un sueño profundo. Mis ojos pesaban visualizando cada vez mas borrosa la pantalla donde Bob esponja y Patricio pintaban el balde de carnada. Su torso se pegaba a mi espalda con respiraciones pesadas, estaba apunto de ceder a mis ojos hasta que un golpe exagerado en la puerta nos hizo brincar a los dos.

Los golpes no se detenían y por la mirada de Hoseok tenía la sensación de que él sabía quién era. Corrió a su cuarto y regresó en menos de un minuto con pantalones y camisa.

- ¡Abre la puerta, Jung! ¡Sé que estás ahí dentro! - una voz ronca gritó fuera de la puerta.

- Mi amor...- Hoseok tomó mis hombros- necesito que vayas a tu habitación y cubras la puerta con todo lo que sea posible, -me dio un abrazo, como si fuera la última vez -. Te amo, nunca lo olvides. Ve...

Asentí y corrí a mi cuarto, moví la cama hasta la puerta, retiré la lampara de la mesa y arrastré ésta también, tomé un par de pantalones y sin retirar la camisa de Hoseok coloqué mi chaqueta de mezclilla, las botas y el videojuego. Lo metí en la pequeña mochila, al igual que al pequeño gato.

- Quédate ahí lindo...

- ¡¿Dónde está el chico!? - miré con pánico la puerta, el gato salió corriendo escondiéndose bajo la cama.

- Vuelve aquí...- me agaché viendo aquel martillo de la última vez, saqué al gato y al martillo también.

Cerré la mochila con el gato adentro.

- ¡Ya te dije que él no es un proyecto para la página! - la voz de Hoseok rugió del otro lado.

- ¿Sabes cuánto dinero nos darían por hacer un vídeo de él?

- Me importa un culo cuánto dinero está en juego, él es mío, ¿entiendes eso? Mi chico, ni un dedo en él.

- No quería llegar a esto... ¡sostengan a Hoseok y los demás busquen al chico!

- Mierda...- suspiré sintiendo el pánico correr por mis venas.

Tomé el martillo y golpeé las tablas en la ventana que daba al bosque. No parecía funcionar, atoré los clavos en la parte trasera del martillo sacándolos con mucho esfuerzo, escuchaba cómo empujaban la puerta del cuarto.

- ¡Él está ahí dentro!

- ¡No se atrevan a tocarlo!

Saqué la primera tabla y continúe con la segunda, lastimaba mis manos con el mango del martillo pero no me importaba en lo absoluto, la tabla cayó al suelo y con ella golpeé la ventana hasta que el vidrio de esta se quebró, coloqué la mochila en mi espalda y sin medir las consecuencias crucé cortando mis brazos, caí en la tierra de golpe, varios hombres cubrían el camino que daba a la carretera así que comencé a correr por el otro lado.

- ¡Está escapando!

Mis piernas se sacudían con más pánico que la última vez que lo hice, mi pecho retumbaba, jamás había sentido mi corazón latir tan fuerte, ¿qué si le hacían algo a Hoseok? Pude verlos por el rabillo de mi ojo perseguirme, retiré las lágrimas de mis ojos corriendo aún más rápido, presionando mis piernas a moverse lo mas rápido posible, mi pecho dolía como la mierda, necesitaba parar pero no pensaba hacerlo.

Tropecé con una raíz logrando ver un tronco hueco, me arrastré y entré en él con miedo de que una araña hiciera presencia. Cubrí mi boca con la palma de mi mano tratando de no jadear, cerré mis ojos como si eso me volviera invisible, tenía miedo, miedo de lo que esos hombres quisieran hacerme.

Escuché sus pasos pasar de largo y traté de relajarme.

No salí de ahí durante dos horas enteras.

No quería salir.