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Bajamos del auto, pasó su brazo alrededor de mi cintura para mantenerme a su lado, cruzamos el inmenso jardín hasta llegar frente a la puerta principal, se escuchaban voces del otro lado, sobre todo masculinas, creo que sólo eran masculinas. Abrieron la puerta y me estremecí al ver un hombre fornido de la misma estatura de Hoseok, llevaba tatuajes y un cigarro en su boca.

- Jung...- así que se apellida Jung, Jung Hoseok - te estábamos esperando, también a ti - su mano se acercó a mi cara.

- Aleja tu mano si no quieres que te la corte y después te obligue a tragarla - el hombre sonrió retrocediendo.

- Parece que Jongin tenía razón, eres alguien importante.

Entramos a la casa que tenía un aroma a marihuana y alcohol, fruncí el ceño ante el fuerte aroma que esta poseía, caminamos por un pasillo obscuro que llegaba hasta la mesa donde todos estaban jugando lo que parecía ser pocker.

- Él es Jongin - susurró en mi oído señalando al moreno en el final de la mesa tomando de una copa mientras gritaba al haber ganado.

- ¿Por qué estás con esta clase de personas? - susurré tratando de alejarme pero su agarre no se aflojó.

- Creeme que no es por gusto...

- ¡Hoseok! ¡Ven aquí, juguemos una partida! - Jongin rugió al final de la mesa sonriendo en mi dirección - ¡El premio es tu chico!

Hoseok sonrió sin gracia, antes de responder.

- Y al perdedor le cortamos las pelotas, si yo fuera tú no entraría a la partida.

- Era una broma, ven toma asiento.

- ¿Silla o mi regazo? - volvió a susurrar en mi oído.

- T-tu regazo...- besó mi mejilla antes de caminar hasta la silla a un lado de Hoseok y acomodarme entre sus piernas, creo que estaba agradecido de que me haya arrancado esos shorts, todos aquí parecían una jauría de perros.

- Hola, lindo, escuché que traías a este hombre llorando como marica - Hoseok rodó los ojos ante el comentario del aperlado que se encontraba riendo - pero déjame decirte que el chico no se acostó con aquella muñeca plástica, ese fui yo - sonrió ¿orgulloso?

Después de unas cuantas palabras todos comenzaron a jugar, por alguna rara razón Hoseok había ganado en la mayoría de partidas, solía hacer el póker o juntar tercias con pares. Sentí una sudorosa mano deslizarse por mi muslo, Hoseok sostenía sus cartas con ambas manos, Jongin me miraba con un dedo en sus manos indicando que guardara silencio, me removí entre las piernas de Hoseok y éste se quejó.

- Mi amor, no hagas eso o pronto sentirás algo presionar contra ti...- dejó un beso sobre mi barbilla volviendo al juego.

La mano del moreno no se movía, apretó esta provocando que saltara y todos me vieran.

- ¿Estás bien?

- Necesito ir al baño...

- Arriba al fondo, la puerta color verde, lindo - dijo Jongin para después guiñarme un ojo.

Subí las escaleras jadeando, comenzaba a entender por qué Hoseok no había querido traerme a este lugar. Llegué a donde la puerta y al abrirla pude ver a una pelirroja con un hombre en la bañera, di un salto en mi lugar cerrando la puerta de inmediato.

Estaba mareado y aturdido gracias a la estúpida marihuana que todos fumaban allá abajo y aún podía respirarse aquí arriba. Un hombre se sentó a mi lado y traté de alejarme pero su voz me detuvo.

- Tranquilo niño, no voy a hacerte nada - suspiró - solo estaba buscando un lugar tranquilo para inyectarme.

Apretó una liga a su brazo golpeando repetidas veces, no entendía que era lo que hacía pero después de unos segundos la aguja penetró su piel y el líquido en esta se vació.

- ¿Qué es eso?

- Metanfetamina...¿sabes que es lo genial de esta mierda? Hay muchas formas de consumirla, puedes tragarla, inhalarla, incluso puedes metertela por el culo si eso te hace sentir mejor...- rió.

- ¿Y qué hace esa cosa exactamente?

- Pues, primero te hace sentir jodidamente mareado, comienzas a ver todo borroso pero sientes una gran alegría dentro de ti, después sigue el éxtasis,- sólo una carcajada - ¿Quieres probar?

- Yo paso...

- Vamos, solo inténtalo, tengo una aguja nueva por aquí...- hurgó en sus bolsillos, me levanté del suelo dispuesto a volver abajo pero me arrastró con una mano en mi boca, me tiró sobre la cama pegando mi cara al colchón - es una suerte que seas algo pálido, tus venas son fáciles de encontrar...- un pinchazo en mi brazo me hizo jadear, me soltó después de unos segundos y me levanté de inmediato, - ¿Lo ves? No fue tan malo.

- ¡Eres un imbécil! - le grité, estaba apunto de golpearlo pero un calor sacudió todo mi cuerpo, mi piel se erizó y sentí todos como todos mis sentidos se agudizaron.

- ¿Cómo te sientes? - se acerco a mí- yo estoy en el bendito éxtasis.

- Siento que mi cuerpo hormiguea...

- Podemos hacer que ese hormigueo pase a otras zonas...- murmuró cerca de mi rostro.

- No, esto es malo...- estaba tan mareado y confundido.

- Vamos, con esto corriendo por mis venas puedo hacerte gemir durante dos horas...- intenté escabullirme por un lado pero me tomó del brazo y lanzó a la cama.

- Necesito a Hoseok...- casi grité.

- Oh, ¿así que eres el nene de Hoseok? No creo que le moleste, nunca antes le ha molestado - sus manos entraron debajo de mi remera - dios bendiga tus malditas curvas...- me tomó por la cadera tirando mis pantalones hacia abajo.

- ¡Déjame ir! - tenía la fuerza pero no la visión como para defenderme.

Sus asquerosas manos tocaron entre mis piernas.

- ¿Qué estas haciendo Minho? - la voz de Jongin sonó en la puerta, podía ver su silueta.

- A-ayudame - le rogué.

- Uy, voy a ayudarle a Minho, creo que desea compartir, - subió a la cama tirando de mi blusa hacia abajo para dejarme al descubierto el torso, sentí sus labios en mi pecho y comencé a llorar, lograba recuperar mi visión - tápale la boca, se le esta pasando el fogonazo...

Un gran estruendo resonó en la habitación.

- ¡Quiten sus jodidas manos de él! - rugió la voz de Hoseok, Jongin se separó de inmediato pero el Minho drogado hacía caso omiso a la orden, con el mango de la pistola Hoseok golpeó la cabeza del hombre botándolo al suelo - ¿¡Qué mierda le has dado?! - acomodé mi ropa tan rápido como me fue posible, él sostenía la jeringa entre sus manos.

- Metanfetamina, sólo eso...- masculló el hombre que segundos después recibió un disparo un la cabeza, solté un grito de horror, mientras limpiaba las lágrimas de mi rostro.

- Y tú, jodido imbécil - se acercó a Jongin- será mejor que me traigas una buena pasta esta semana si no quieres que te vuele las pelotas de un disparo, no creo que sea necesario decir que va enserio.

Guardó la pistola de vuelta en sus pantalones y levantó mi cuerpo entre sus brazos antes de bajar corriendo las escaleras jadeando, abrió la puerta trasera del auto, sentía un ligero mareo, me sentía fuera de mí, pero estaba lo suficiente consciente como para saber que haber venido aquí había sido un error.


Saben que actualizo dependiendo del último libro que tuvo un voto o comentario?

Por ejemplo fui a notificaciones y la última notificación fue que alguien votó en uno de estos capítulos, y por eso me ven aquí gg

kidnappé ✦ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora