Soy Draco Malfoy ¿Y?

Capítulo 8

Cuando Granger se fue quede viendo la puerta como un tonto, luego reaccione y me deje caer en la cama, a un lado de Baham.

¡¿pero que hice?¡ ¡¡Maldición¡¡

Me llevé las manos a la cara, no sabía porque hice eso, al principio solo quería jugar un rato con ella, solo la iba a tomar de las manos y posarlas en mi pecho y después hacerle un comentario como “estabas desesperada por tocarme ¿verdad, Granger?” o algo así, pero en el momento que sentí sus manos en mi pecho algo en mi deseó que siguiera tocando así que sin pensarlo moví sus manos por mi pecho, a ella no le molesto porque no reclamo y tiempo después ella solita fue la que empezó a tocarme.

Quite mis amos de mi cara y mire el techo de la habitación, estuvimos a punto de besarnos, ¿cómo pudo pasar eso? Se supone que nos “odiamos” no deberíamos siquiera de estar cerca sin gritarnos.

Aunque no es odio lo que sentimos, algo en mi me decía que no la odiaba y en sus ojos tampoco había un signo de odio a hacia mí, cada que peleábamos era más como una competencia para saber quién resistía mas a los insultos o algo por el estilo, cuando ella estaba sola sin bobo Potter y sin la comadreja y yo también estaba solo y nos encontrábamos en los pasillos ninguno de los dos peleábamos, es más hasta nos saludábamos con un movimiento de cabeza.

Era algo divertido pelear con ella pues los dos podíamos sacar cualquier insulto ingenioso y nunca eran peleas repetitivas, siempre teníamos algo que decir del otro y eso era lo divertido, no era aburrido como cuando peleaba con San Potter que siempre me lanzaba el mismo insulto y peor con la comadreja que lo primero que hacía era tratar de golpearme

¿no podía el cerebro de la comadreja pensar en un insulto que por lo menos fuera divertido? Al parecer no.

Salí de mis pensamientos cuando una manita se colocó en mi cara, voltee la cabeza y mire a Baham me miro un tiempo.

Baham se removió incómodo y luego vi como el color rubio de su cabello cambio a un negro profundo y sus ojos grises cambiaron a un azul celeste.

Creo que se me había olvidado mencionar que Baham era un Metamorfomago, eso lo descubrí cuando él tenía unas dos semanas de estar conmigo.

Estaba cansado, el mocoso, como él lo llamaba pues no le había puesto un nombre, solo llevaba con él dos malditas semanas, y parecía que llevaba años, no paraba de llorar y tenía que cambiarle el pañal porque si no el niño se ponía a llorar y eso de cambiarle el pañal era un asco así que siempre era un esfuerzo titánico para el pobre Draco.

Salió de la cocina con el biberón en las manos y se dirigió a su habitación donde estaba el mocoso, cuando abrió la puerta se sorprendió.

El niño antes de cabello negro y ojos azules ahora tenía el cabello rubio como el de Draco y ojos azules casi grises.

Draco miro al niño, camino hacia él y lo cargo, cuando lo tuvo en sus brazos el pequeño cambio su ahora rubio cabello al mismo color de antes, o sea negro.