Lentamente abrí mis ojos, estaba en la cama del hotel. Alluka estaba con su novio cenando en alguna parte de la ciudad y bueno, yo estaba atrasado por media hora ya.
Pero no quería salir de mis sábanas.
Ya sé, soy un cobarde. Un puto cobarde egoísta. Hice que Leorio y Kurapika se alegraran por algo que no iba a pasar.
Pero es que Gon..es un idiota. Y yo un cobarde. ¿Qué diablos me hace pensar que después de seis meses de cero conexión, Gon iba a responder a mis sentimientos como yo deseo? Es más, desde hace años, ¿qué me hace pensar que lo hará?
Me siento en la cama y froto uno de mis ojos, llorosos. Decido levantarme sobre mis pies desnudos y miro la ciudad desde mi terraza, soltando un suspiro.
Soy un asesino en serie, despiadado y frío. Utilizo mis propias manos para cometer atrocidades, pero ante Gon Freecss yo no soy más que un fiel perro enamorado.
— Es un bello atardecer —deseo escuchar a Gon decir, mientras paso mis manos por mis brazos, abrazándome a mí mismo.
Ah, tu dulce voz me da un sentimiento agridulce, ¿podrías amarme, como yo te amo? Claro que no, pero no voy a quedarme sin decírtelo. No voy a perder mi oportunidad de verte de nuevo, desde hace años.
Río mientras me pongo mis zapatos de vestir y arreglo el cuello de mi camisa, metiendo mi llave y mi celular en mi bolsillo, mi billetera en el otro. Le mando un mensaje a Leorio y Kurapika mientras en mi mano llevo los regalos que se me fueron encomendados.
No miro a nadie cuando salgo, ni siquiera al guardia en la entrada del grande y vistoso hotel que a mi hermana le encanta hospedarse. Me coloco mis lentes de sol para ocultar mis ojos y despeino mi flequillo, tarareando una melodía que Melody me había enseñado cuando me visitó hacía un para de semanas en mi anterior misión.
"Monócromo fue nuestro encuentro, fue sin color, en blanco y negro."
Sonreí mientras saltaba en una pared para impulsarme al techo de los edificios, mirando todo bajo mis pies. El duro material de los techos de metal me dolía un poco, pero me encantaba recordar que estaba vivo. Seguí tarareando mientras corría, el viento golpeaba suavemente mi piel y no me quejaba, agradecía su delicado trato.
Pasaron veinte minutos y estaba en el techo del café, la terraza bajo mi disposición mientras observaba a Kurapika hablar animadamente con un Leorio acariciando su cuello con sus dedos, eran la mejor pareja del mundo.
Tomé asiento en el borde del techo, al parecer mi Zetsu era perfecto. Subí mis lentes a mi cabeza mientras jugaba con mis pies, inspeccionando el lugar.
Pero aún no miraba a mi amada bestia.
— ¡Hey Kurapika! Mira, ¡encontré a éste amiguito entre los arbustos! —finalmente, escuché aquella voz hablar animadamente, ahora era más madura, pero siempre dulce y entusiasmada. Llevaba en sus manos un sapito de color azul, cabeza roja y venenoso.
ESTÁS LEYENDO
Wonderwall |GonKillu|
FanfictionNunca haz tenido a ese alguien, que a pesar de cualquier jodida cosa en el camino, ¿está en tu cabeza? Lo piensas, lo deseas, lo necesitas. Sin él no es lo mismo y eso no lo puedes cambiar. Es un amor para siempre. Gon y Killua ya son adultos, per...