❀; 【8: Wonderwall II】

2.4K 171 160
                                    

Ambos jóvenes se miraban con deseo, un albino tenía la mirada de un zorro esperando que su presa se mueva de debajo suyo y el mayor, el más alto y el más nervioso, respiraba agitado, haciendo que ese duro pecho subiera y bajara insistente, provocándole ansiedad al joven asesino.

— Estás muy nervioso, relájate —pidió el peliblanco, tomando asiento en el regazo de Gon y pasando a acariciar su pecho desnudo delicadamente, trazando cada músculo y fibra, cada línea, dándole escalofríos a la víctima, quien gruñía como una bestia impaciente.— ¿Oh? Quizás quieres que toque..—bajó lentamente, haciendo presión cuando en su vientre paró, delineando la figura de aquel deseoso bulto y arrebatándole un jadeo a Gon.— ¿Aquí? 

— Killua..—alargó en la última vocal, tan sexy, tan ronco, tan impaciente. Sus ojos comenzaban a embriagarse, el aroma de albino calcaba tan fuerte en sus fosas nasales como si fuera la canela más perfecta, como si añoraba desesperarlo.— Si no lo haces yo..

— ¿Tú qué? —demandó el experto, adoraba verlo así, por dios ni siquiera sabía como tenía tanto autocontrol con el joven que más amaba rogándole que lo tocara con una cara tan deseable; sus mejillas ligeramente sonrojadas, jadeaba, su pecho descubierto y su pantalón desordenado, a la vez que pequeños mechones de cabello caían de su melena encrespada y sus usuales ojos amables se volvían los más fieros al no poder tocar a lo que más deseaba.

No tuvo tiempo de pensar cuando Gon lo tomó por las muñecas y lo puso contra la cama boca abajo, sintiendo su dura erección contra su trasero, el cuál con capricho movió de arriba a abajo de forma deseosa, perdiendo el poco autocontrol que ante su contrario había apenas creado, destruyéndolo con tan solo un movimiento.

— O haré esto —demandó, sonriendo triunfante ante los movimientos que Killua hacía para sentir un poco de lo que dentro, muy dentro, de él en poco estaría.— ¿Quién es el impaciente ahora?

Killua no respondió y simplemente le dedicó una mirada asesina, sonrojado a mil, respirando agitado y con su mejilla contra la cama.

El mayor aprovechó la nudez del albino y con su lindo trasero parado para él, con gusto se adelantó a deleitar su apetito que estaba bastante desesperado.

— ¡Hmm! ¡Mie...Gon! —gimoteaba el joven, mordiendo la almohada un poco, sintiendo esa lengua que contorneaba cada lugar de su pobre y necesitada entrada, ya mojada por él mismo y ahora por su hombre, quien la comía vorazmente y chupaba su piel, haciéndolo poner los ojos en blanco porque le encantaba que estuviera downtown.

La saliva caía sobre las sábanas, los sonidos eróticos pasaban de nivel a nivel, las nalgadas en el pálido pero redondo y hermoso trasero del joven sicario resonaban en conjunto con los gemiditos que salían ahogados del excitadisimo ojizarco y que rápidamente la erección de la bestia se ponía como una piedra.

— Bien, lubricado estás pero..—ronroneaba el ronco hombre, pegando sus piernas a los muslos de albino mientras introducía lentamente un dedo, sosteniendo con su mano libre el rostro del pálido joven para que lo mirara.— ¿Debería meterla sin haberte preparado?

Su nariz rozaba el aliento de su cazador, sus ojos vidriosos comenzaban a parpadear con constancia, sus pestañas tan largas y delicadas y esa expresión de desespero mezclado con lascivia seducían al cazador de una estrella, quien jugaba con su dedo corazón en su cuerpo, moviéndolo dentro de él en círculos y como control remoto provocando un efecto similar en los ojos de Killua.

— S..Solo..métemela n..no espera.. mieerda siguee..—ronroneaba alargando las palabras de forma hipnotizada el joven Zoldyck, sonriendo de forma tonta y soltando un pequeño hilo de saliva sobre los dedos del mayor, quien divertido miraba esas expresiones tan honestas.

Wonderwall |GonKillu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora