Amor, amor, amor. -.Jimin y tú.

Capítulo 5.

Al llegar a casa, nadie estaba. Mamá no estaba. ¿SABEN QUE SIGNIFICA? ¡SI! noche de películas.

Me preparé con mi super pijama, que consistía en camisón enorme de Batman, y pantalones de algodón de vaquita. Adoraba esa pijama; Puse mi serie de televisión favorita, y con una enorme cantidad de helado, dulces, y botánas, me hice la noche.

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¡Ring, Ring!

El maldito timbre de la puerta comenzó a sonar. Me levanté con pereza y con mala gana abrí la puerta.

-¿Qué quieres? -. Hablé frotando mis ojos con la mano, bostezando.

Taehyung me miró de arriba hacia abajo con una ceja alzada, riendo.

- Sexy Pijama. -

Rodé los ojos y estuve apunto de cerrar la puerta en su cara, pero el la detuvo con el pie.

-Ya, ya, era broma. -Se disculpó, abriendo la puerta. -Vamos juntos a la escuela, gasté mi dinero y necesito que pagues mi pasaje en autobús. -Realizó un Aegyo, a lo que reí y asentí.

- Bien, deja me arreglo y vamos-. Le miré con los ojos entre cerrados, enzeñándole la lengua-. Me debes una.

Lo dejé pasar y subí a mi habitación, me bañé y me arreglé para la escuela, y bien... fuimos a esa cárcel que se hace llamar instituto.

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Al llegar a la entrada, Jimin pasaba y empujó a Tae de el hombro, provocando que casi cayera.

- ¿Estás imbécil o eres ciego? -. Grité hacia Jimin, captando la mirada de los alumnos pasando por ahí.

Jimin se giró y caminó hacia mi, alzando una ceja.

- Lo mismo pregunto. - Se acercó, ignorando por completo la mirada de todos.

Estaba a centímetros de mi.

- ¿Por qué lo dices? -. Enarqué mi ceja, cruzándome de brazos.

- Estás con este imbécil en ves de estar conmigo, ¿estás ciega o eres estúpida? Soy mejor por muchas cosas. - Sostuvo mis muñecas, para acercarme más a el, su aroma estaba impregnado en su ropa, y era uno muy rico, y nada extravagante

-¿Eso te repite tu mami todos los días?-. Esbozé una sonrisa burlona.

- Más bien las chicas, todos los días. - Me guiñó un ojo, y yo toséis nuestros labios accidentalmente.

Sentí sus brazos tensarse ante el roze.

- Uy, ¿Y por eso te sientes hombre? - Reí, separándome de el. - Un hombre se hace por sus actos, no por lo que tiene entre las piernas. -

Una vez más lo dejé ahí parado.

- Tae, vámonos-. Me llevé a Taehyung de ahí, quien me miraba con la boca abierta.