Nine Little Locks (Oscar a la mejor historia)

One Little Lock

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FLis: Intenta con hierba de SJ

DorianW: Segura??

AnnMod: SI

AnnMod: SJ puede servir

Robb: Hay una nueva?

Redxoxo: Hola!

Al menos unas siete personas respondieron en el chat para saludarla. Scarlett se removió con alegría en el solitario banco en el cual se encontraba sentada, le había tomado unos buenos minutos pero finalmente había logrado conectar su móvil con la red. Cuando sus padres le habían regalado un teléfono el invierno pasado, diciendo que al fin era una chica grande y podía tener uno propio, ella casi se había desmayado de solo imaginar todas las posibilidades. Había descargado todos los bestiarios habidos y por haber para poder consultarlos desde la palma de su mano, manuales sobre utilización de hierbas y elementos contra el mal, diccionarios bilingües de las pocas palabras en idiomas de otros seres que los eruditos humanos habían podido estudiar y traducir. Había accedido a la tienda online de armas y objetos que podrían serle útiles, la enciclopedia universal, y ahora por fin al chat.

Muchos grupos estaban bloqueados ya que el móvil estaba registrado como el de una chica de doce años, pero ella había encontrado una red de chicos de su misma edad también. Antes de tener su propio móvil, ella solía molestar a sus padres para que le prestaran uno de los suyos. ¡Había tanto allí! Adoraba ver las estadísticas del perfil de sus padres, aprender al leer sus intercambios con otros cazadores, aunque ellos siempre habían mantenido bloqueada con contraseña la sección del chat. Los adultos solían intercambiar imágenes y videos por allí, pidiendo consejos o ayuda para lidiar con una criatura cuando no era para festejar por su caza. Como cualquier red de chat, no había moderación alguna allí, y los padres de Scarlett habían preferido que su hija no viera lo que sucedía.

Supuso, por lo poco que entendió de la conversación que había interrumpido, que SJ sería una abreviatura para San Juan. ¡Tanto que aprender! Tal vez DorianW estuviera lidiando con un asunto feerico, la hierba de San Juan era ideal para mantener a las hadas alejadas según lo que Scarlett había estudiado. La app en su móvil sobre hierbas útiles se lo confirmó tras una rápida búsqueda. ¿Tal vez pudiera recomendarle a DorianW que la descargara? Pero no quería ser la pequeña niña pesada del grupo, ya que cuando preguntó cuántos años tenían la segunda persona más joven le llevaba dos años y las edades llegaban hasta los veintiuno. Eso le pasaba por meterse en una red de jóvenes.

Scarlett Reed era una niña inteligente y entusiasta, sorprendentemente madura e independiente para su joven edad. Sus padres confiaban tanto en ella para cuidarse, que la habían dejado sola por primera vez durante una semana mientras ellos se ocupaban de un caso en una ciudad cercana. El señor y la señora Reed eran unos buenos cazadores, de esos que otros llamaban para pedir consejos o preguntar cosas que no sabían. Scarlett los admiraba ciegamente, del modo en que cualquier niño admira a sus padres, pero la diferencia era que ella sabía que sus padres eran personas admirables. ¿Cuántos humanos habrían podido a solas con un grupo de siete vampiros? ¿Quiénes habían podido eliminar a un brujo? ¿Cuántos cazadores se habían atrevido a interrumpir un círculo de hadas? Sus padres habían hecho hazañas dignas de ser admiradas, que ninguna otra pareja de cazadores hubiera hecho jamás, y siempre juntos. Scarlett admiraba esas lealtad que se habían jurado mutuamente, tan importante para ellos como su deber de proteger a los humanos.