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¿Quién era él?
Realmente no lo sé, supongo que era una persona con la que coincidí un par de veces este día.
Al llegar a casa todo transcurrió normal, comimos en familia mientras me preguntaban por mi día en la escuela, prácticamente les conté todo, menos dos temas que no creí que tuvieran mucha relevancia, que fue el caso de David y el sujeto.

Al día siguiente ya estaba levantada desde muy temprano para que me diera tiempo de ordenar mi día antes de irme a la escuela, y no tardo mucho para que mi estomago protestara por comida, así que baje a la cocina para prepararme algo rápido.
Al estar bajando las escaleras pude escuchar que mi mamá estaba hablando con mi padre, no sabía de que estaban hablando y no le tome importancia, así que pase y le di los buenos días a ambos, como todas las mañanas, y me dispuse a ir por algo de comida mientras ellos seguían hablando de quien sabe qué cosa.
Cuando iba de nuevo a mi cuarto, me habló mi mamá y me hizo una pregunta a la que no le halle sentido en ese momento.
-Maddie cariño, ayer que fuiste a la escuela, ¿notaste algo raro? –
Obviamente yo no había notado nada raro más que lo de aquel sujeto, pero decidí no decírselo pues pudieron ser puras casualidades. Así que, dándole una respuesta negativa, subí a mi cuarto a cepillarme los dientes para irme a la escuela.
Al bajar las escaleras, mi mamá me dijo que Tyler se fue a casa de la abuela y que ellos iban a estar en la tarde con ella, así que me dijeron que después de la escuela me fuera para allá. Con esas instrucciones salí de mi casa con dirección a mi escuela y al llegar me encontré con mis nuevas amigas, Sara y Luna.
Sara era una chica muy alegre que se acercó a mí después de mi encuentro con David, es muy bonita, a decir verdad, desprendía un aura tierna y compasiva, además de que era muy sociable; Luna era una chica un poco más tímida, pero era muy gentil y aunque casi no habla al principio, cuando agarra un poco más de confianza te puedes dar cuenta que es una chica muy divertida.
Al entrar me encontré “casualmente” con David, ciertamente ya me estaba poniendo muy de malas, estaba en todos lados acosando como un loco. Cuando lo encontramos empezó a caminar a mi lado y a abrazarme como si fuéramos amigos, cosa que no era así que me incomodaba que me abrazara, en el momento en que empecé a tratar de separarme, me empezó a jalonear y a lastimar, y de un momento a otro le empezó a gritar a un señor que estaba haciendo la limpieza, lo miraba extrañada porque en realidad no sabia la causa de sus gritos hasta que me di cuenta que sus “finos” zapatos estaban todos mojados y pude darme cuenta que aquel señor había pasado el trapeador por sus zapatos, según observo fue de manera accidental pues el señor le sigue pidiendo disculpas mientras David le decía que iba reportarlo.
Por un momento no supe que hacer, pues solo era una espectadora y quede sorprendida por como él le gritaba al pobre señor que solo trata de hacer su trabajo, pero el señor me lanzo una mirada y me señalo el camino, supongo que realmente no fue un accidente y lo hizo para ayudarme, estaba realmente agradecida con eso, así que tome ventaja de la distracción de David y me dirigí a mi primera clase, al parecer era psicología.
Solo tenía tres horas a la semana esta materia y ayer no me toco, no quería volver a presentarme enfrente del grupo y espero que no tenga que hacerlo, llegue a mi aula correspondiente y me senté en el primer asiento vacío que encontré. Al poco rato llego mi profesor y por fortuna no me tuve que presentar enfrente de todo el grupo, pero si me presente con el de manera particular, así que después de presentarme me estaba por retirar para poder terminar un trabajo que había asignado cuando me llamo y me pregunto por las zonas rojizas en mis brazos. Realmente no me había percatado de eso, estoy segura que fueron causados por David, así que dándole falsas explicaciones al profesor me dejo retirarme y al llegar a mi asiento pude percatarme que el profesor tenia la mirada perdida con el ceño ligeramente fruncido, pero no le tome importancia y termine mi trabajo.
El día transcurrió tranquilo sin contar al pesado de David persiguiéndome y yo simplemente me escondía, así que por el momento solo trate de evitar a David hasta la hora de salida y al parecer hoy funciono el esconderme de él, claro que tenia que soportarlo en las horas clases y realmente fue una tortura, pero gracias a los profesores pude pasar mi tiempo en clases con un poquito de tranquilidad.
Cuando iba de salida me encontré a mi profesor de psicología y me pidió hablar con él un momento en su despacho, así que lo seguí y dentro de él se encontraba limpiando el señor que me ayudo en la mañana, aprovechando que estaba aquí, le agradecí por lo de la mañana y el solo asintió y se retiró.
Mi profesor me invito a tomar asiento enfrente de su escritorio y él se sentó detrás de él, me paso un vaso con agua y me pidió que le dijera la verdad sobre las marcas, no quería contarle, pues no había pasado nada más por el momento, sé que si se lo seguía permitiendo esto podría llegar más lejos, pero quería solucionarlo por mi cuenta sin involucrar a los maestros y que estos involucren a mis padres, sé que tenían muchos problemas por el momento y no quería preocuparlos.
Al parecer mi maestro se dio cuenta de que realmente no quería decirle sobre el asunto, pero me prometió que eso quedaría entre nosotros dos, así que, dándome valor, tome un poco de agua y le conté que David era el responsable y como quería que yo saliera con él a la fuerza.
Mi profesor parecía molesto, yo me sentía cansada, y sin quererlo me quede dormida en el despacho de mi profesor.

Desperté en mi habitación, estaba un poco desorientada pues no sabía cómo había llegado aquí, al levantarme me di cuenta que tenía el pijama puesta y tenia el pelo mojado, como si me hubiera dado una ducha.
Revise mi teléfono y ya eran las doce de la noche, todo estaba en silencio. De repente me acorde que tuve que haber ido a la casa de mi abuela, así que abrí los mensajes y me di cuenta que tenia un mensaje de mamá, donde me decía que no me preocupara y que descansara bien, extrañada por ese mensaje, cheque mi bandeja de salida y me di cuenta que había un mensaje para mi mamá donde le decía que no me sentía bien y que me quedaría en casa descansando.
Estoy casi segura que yo no le envié ese mensaje y no tengo ni idea quien se lo envió, lo ultimo que recuerdo fue que estuve en el despacho de mi profesor y de repente nada. Tendría que esperar a mañana para preguntarle que había pasado y como es que había llegado a mi casa.
Con un montón de preguntas en mi mente, me quede dormida, esperando obtener respuestas en cuento llegara a la escuela.

¡CUIDADO, MADDIE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora