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Al día siguiente no pude encontrar a mi profesor, ni al siguiente, ni al día después que ese. Pregunte por él con los demás profesores, pero todos me dijeron que se había tomado unos días de descanso y que no sabían a donde iría, era la respuesta de todos y terminaban diciéndome que no podían decirme más.

Esta situación me estaba frustrando, no sabía que más podía hacer para averiguar que había pasado hace un par de días, solo me quedaba esperar a que mi profesor regresara para poder obtener una explicación, también estaba el hecho de que David no dejaba de molestarme todo el tiempo, he pensado en ya decirle a algún profesor para pedir ayuda, realmente me da un poco de miedo, lo encuentro en todas partes, lo peor es que en todas partes me siento observada, en la escuela, en mi casa, cuando salgo de ella.

No sé realmente si se trata de David, de aquel sujeto o simplemente son paranoias mías; a aquel sujeto misterioso lo he visto un par de veces cuando salgo a caminar.

El día de ayer descubrí un muy bonito e interesante camino, aunque quizás también sea un poco escalofriante, bueno, bonito desde otro punto de vista, sería bonito si se le quitara la última parte de la descripción de aquel lugar.
Estaba a las orillas de la ciudad, quiero suponer que es la parte antigua de este lugar, en la época donde acontecieron todos esos sucesos que hicieron que la población prácticamente desapareciera. Había casas abandonadas, todo esta muy descuidado, se podía apreciar la falta de humanos por esos lados.

Camine lo más que pude, siguiendo a mi curiosidad, pero llego un momento donde ya no pude seguir, y realmente no fue por cansancio, quería seguir adelante, como si supiera que al llegar más allá encontraría nuevas historias que conocer, pero no pude, por la simple razón de que me sentía acechada, como un animal que será devorado por aquel depredador.
Sentí una mirada sobre mí, observaba por todos lados, pero no encontraba al dueño, de repente empecé a sentir unos escalofríos en todo mi cuerpo, mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho por la adrenalina que sentía.
Aun era temprano, pero pude percibir como todo se volvía lúgubre, podía sentir una brisa que me hacia sentir que tenía a la muerte a mi lado, el sonido de las hojas siendo arrastrados por ese aire daba un ambiente pesado, las puertas que nunca fueron bien cerradas se azotaban con toda su fuerza al igual que las ventanas, se escuchaban chirridos escalofriantes, no sabía de donde procedían, parecía que estaba en todos lados; mi respiración se volvió cada vez más pesada, ese viento me hacía sentir como si me estuvieran susurrando al oído, sentí un frio de terror, sudaba tan frio, como si estuviera en un congelador, el ruido de pisadas acercándose fue lo que me hizo pensarlo dos veces antes de seguir avanzando. Fue un sentimiento tan aterrador el que se llegó después, cuando al girar mi cabeza vi en una calle una sombra de una persona escondiéndose.

Empecé a correr lo más rápido que podía, tenía unos sentimientos encontrados. Por un lado, quería volver y terminar de descubrir, pues esto se sentía como si fuera solo una prueba; por otro lado, quería solo alejarme de aquel lugar, alejarme y nunca volver.
Sabía que no podía alejarme por mucho tiempo, pero por el momento no podía seguir avanzando, sentía que si seguía me iba a encontrar con algo con lo que aún no estoy lista.

Así que, sin más, me aleje lo más rápido posible de ese lugar y tome el camino de regreso a casa, pero antes de llegar me desvié un rato a la biblioteca municipal para poder averiguar un poco sobre ese lugar.
Al llegar, fui directamente a los registros para saber un poco más de ese lugar, no encontré realmente nada significativo, solo la fecha en la que fue fundada la ciudad. Cuando esta a punto de irme encontré una sección donde se encontraban periódicos viejos, sin perder nada me acerque a leerlos, no sabía realmente que buscar, pero al poco rato lo averigüe.
Había noticias realmente aterradoras, al parecer hubo una época donde los homicidios y suicidios se dispararon por los cielos. Ahorcados, destazados, ahogados, acuchillados, prácticamente todo tipo de muertes estaban registradas en estos periódicos, lo raro es que en los registros no hay nada de eso, como si nunca hubiera pasado nada de eso. Paso el tiempo y yo ni cuenta me había dado, al parecer la biblioteca la cierran temprano pues la bibliotecaria me aviso que ya estaban próximos a cerrar, al parecer ya se quería ir a casa y era la única que se encontraba aun, pero al ver lo que estaba leyendo me contó una historia muy interesante, una historia que me ayudo a comprender porque aquel lugar estaba con ese ambiente tan pesado.

En el camino de regreso a casa, cuando aún seguía procesando la historia, sentí otra vez una mirada, pero no fue la misma mirada que sentí en aquel lugar, solo la sentía, pero no me provocaba las mismas reacciones. Solo me sentía analizada.

¡CUIDADO, MADDIE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora