Pasaron los días y por fin mi maestro se presento a la escuela, se veía un poco distraído, pero eso a mi no me importaba ni lo mas mínimo, yo solo quería saber como es que llegue a mi casa, además de estar bañada, ni siquiera puedo entender como es que entro a mi casa.
A pesar de que buscaba un momento para hablar con mi profesor siempre me evadía, me decía que estaba ocupado o simplemente se desaparecía cuando me acercaba, así que tuve que esperar a que iniciara mi clase con él para poder cuestionarlo ahí, lo malo es que su clase es la ultima y lo peor fue que me llamaron a la oficina del director en esa clase. No sabía la razón por la cual me llamaban, tuve unos días tranquilos y estoy segura de que no me metí en problemas, así que preguntándome que hice para ser llamada empecé a caminar hacia la dirección y lamentablemente me volví a encontrar con David.
Había tenido unos días tranquilos, se había ido a un viaje familiar por dos días y ahora lo tenia de regreso, me pregunto si no podía irse toda la vida.
-¡Ey! Hola muñeca, ¿me extrañaste?-
Por supuesto que no lo extrañe, hasta me sentí aliviada estos días que no vino, así que tratando de ignorarlo me pase de largo y como el loco que es, me sujeto del brazo, de nuevo, y me comenzó a jalonear para llevarme a no sé donde, mientras tanto yo buscaba la manera de zafarme, porque claramente no me iba a dejar, pero aunque quisiera no podía, tenia una fuerza mayor a la mía y eso me hacia enojar mucho, así que con rapidez lo patee en la espinilla y me fui corriendo, solamente así logre escaparme. Tenia que resolver lo de David lo mas pronto posible, además de preguntarle al profesor como llegue a mi casa.
Llegue a la oficina del director con la respiración agitada, claramente la secretaria me quedo viendo raro, pero solamente le dije que me esperaba el director y espere a que me diera permiso de pasar. Cuando finalmente pude pasar a la oficina, pude ver a Tyler sentado en frente del escritorio, y cuando se volteo a verme mi mundo se cayo, tenia los ojos rojos y eso solo podía significar una cosa, la abuela.
Y así era, la abuela estaba mas grave, según escuche, los doctores solo le daban unos días de vida, al parecer su enfermedad empeoro y ya no se podía hacer nada mas que darle amor.
Así que con el corazón hecho trizas, entre a la habitación de mi abuela, esa mujer que me consentía, esa mujer que me contaba las historias mas intrigantes de la vida, esa mujer que enseño tanto de la vida, esa mujer que yo amaba con todo mi corazón y toda mi alma.
Estaba en esa cama, conectada a unos aparatos y a medicamentos, se veía pálida y acabada, no la quería perder, claro que no ,pero sabia que esta sufriendo, así que con cuidado me acerque a ella y me senté en la silla que esta a un costado de su cama, la agarre de la mano y le di muchos besos en ella. Poco a poco se fue despertando y como cada vez que me ve, me dio la mirada mas linda que puede existir, la cual esta repleta de amor, y yo, yo le di la sonrisa donde expresaba mi eterno amor por ella, así nos quedamos un rato, disfrutando de la compañía de la otra en completo silencia, porque no necesitábamos palabras para decir lo que sentíamos por la otra.
-Hija, pronto me iré, yo lo sé y tu también, solo quiero que sepas que te amo y que siempre estaré contigo, se que mi perdida no será fácil, pero quiero que estés consiente de que yo estaré bien donde quiera que este y quiero que tu estés bien aquí. Llora lo que tengas que llorar, pero no te estanques, vive, vive por mi, pero sobre todo, vive por ti.-
No aguante más y solté aquellas lagrimas que estaba reprimiendo, me dolía pensar que ya no estaría conmigo, me dolía pensar que ya no tendría a mi lado a la mejor mujer del mundo.
Solo pasaron un par de días cuando mi abuela nos dejo, ahora la estoy despidiendo, el ultimo adiós, y aunque le prometí ser fuerte y vivir, en este momento no podía, mi mejor amiga se fue, no la volveré a ver y eso me destrozaba el alma, mañana seré fuerte, ahora solo quiero sacar este dolor, así que no aguantando más, salí corriendo, corrí sin fijarme a donde iba, mientras escuchaba los gritos de mi hermano de fondo, pero lo único que tenia en mente eran las ultimas palabras de mi abuela, esas palabras que no tenias significado, no les encontraba el significado pues no sabia a que se refería.
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¡CUIDADO, MADDIE!
Tajemnica / Thriller-Mamá, ¿conoces a aquel señor que está afuera? -pregunté a mi mamá cuando entré a la casa. Mi madre llego a mi lado con la interrogación marcada en su expresión. - ¿Quién hija? - Abrí la cortina y le señalé el hombre, mi madre puso cara de asombro...