Namjoon está a punto de tomar una de las decisiones más importantes de su vida. Lamentablemente el mismo día de su boda encuentra a su prometida engañandolo.
Seokjin no soporta ver a su cuñado sufriendo a causa de su hermana, sin pensarlo dos veces...
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Nam estaba durmiendo boca abajo, pero en su estado inconciente sintió su lado frío y vacío. Despertando un poco, pero aún sin abrir los ojos, estiró su brazo y efectivamente, ahí no había nadie, poniendo atención se dió cuenta de que tampoco se oía el agua correr en el baño. Estaba todo en completo silencio, así que haciendo un puchero tomó su teléfono para enviar un mensaje a su pequeño novio escurridizo.
Apenas alcanzó a desbloquear el aparato cuando la puerta se abrió y Seokjin entró con un pequeño pastel en una mano y la otra cuidando que la vela no se apagara.
Se sorprendió, no había recordado su cumpleaños, bueno era un poco entendible, ya que el chico ni siquiera había llamado a Jungkook para preguntar por la empresa, pero nadie podría culparlo, estaba completamente perdido en Seokjin.
El castaño se acercó hasta la cama con el pastel mientras cantaba para su novio, en el momento de pedir un deseo, Nam ni siquiera lo dudó "deseo pasar todos mis cumpleaños así".
Recordaba que el año anterior Jin lo había sorprendido con un desayuno que había enviado a su oficina, el repartidor apenas se veía detrás de un gran globo donde se podía leer "happy birthday to my best friend" y en la tarde había aparecido el mismisimo Jin con un pastel, justo como ahora, nada más que antes solo habían chocado los puños y se habían dado un rápido abrazo. No podía recordar mucho sobre Seung Wan, probablemente se habían reunido para cenar en un restaurante y después él se había ido por ahí de nuevo a beber con los chicos, se preguntaba si su relación siempre fue tan sosa y aburrida.
Ahora no le importaba mucho ya que estaba tirando a Seokjin en la cama para atacarlo con cosquillas en venganza por haber manchado su mejilla con chocolate. Una vez se calmaron y comieron, Namjoon le agradeció mirándolo a los ojos y acariciando su mejilla. Tal vez en ese momento el motivo era que el mayor se había levantado temprano para comprar un pastel en una ciudad que no conocía y celebrar un cumpleaños que ni siquiera él había recordado, pero en el fondo Namjoon le agradecía por mucho más.
Se quedó al menos cinco minutos admirando a Seokjin. Secretamente Namjoon adoraba la forma en que caia el flequillo en la frente del castaño, por eso siempre que tenía oportunidad lo acomodaba de forma tierna. Le encantaba como Jin podia ser tan lindo pero también le gustaba cuando era masculino. Admitia que era muy agradable besarlo sin tener que agacharse hasta que su cuello doliera, le gustaba también cuando lo abrazaba y las cosas comenzaban a calentarse, sus cuerpos se juntaban justo en los lugares correctos.
Antes de la existencia de Jin en su vida, Namjoon sabía que había una posibilidad de que le gustarán también los chicos, él sintió atracción hacia su amigo de la adolescencia, pero este tenía novia y además era muy heterosexual o tenía una masculinidad demasiado frágil, donde siempre estaba alabando los atributos de las demás chicas de una forma grosera y desagradable, por suerte se dió cuenta que era un idiota y se alejó de él, encontrado la mejor amistad de su vida en Yoongi y Hoseok, y ahora creía estar ante el mejor novio que podría tener, aunque aún era pronto para decirlo, Namjoon estaba 99,9% seguro.
-Yaah! Namjoon levántate, no nos quedaremos todo el día en la cama en tu cumpleaños, tenemos muchos planes para hoy - Golpeó suavemente al menor, pero al no obtener resultados tuvo que recurrir a empujarlo hasta hacerlo caer de la cama.
Bueno, ahora Namjoon estaba 90% seguro, debía admitir que el castaño era un poco brusco, aunque lo bonito lo compensaba.
「💍」
Los paseos culturales como visitar el castillo de Buda y pasear por isla Margarita los dejarían para el día siguiente. Por hoy planeaban divertirse y tener una cita típica de novios, así que fueron a un parque de diversiones.
-Vamos amor, será divertido - Jin estaba tratando de convencer al menor para entrar en la casa del terror.
-No lo sé hyung, todos los que entran salen corriendo y con caras graciosas por el susto.
-Ya, no seas un bebé, vamos ¿Si?
Y quién podría decirle que no a esa carita de niño bonito, pensó Namjoon.
Bueno habían recorrido apenas unos metros y Jin estaba gritando, en un momento que pasaban ante la escena de una niña acostada en una cama imitando la película del exorcista, el mayor ya no lo soportó y cuando se vió acorralado se agachó en una esquina gritando mientras tapaba su cara con las manos. Inevitablemente Namjoon salió cargando a Jin en su espalda y tampoco es que él no tuviera miedo, solo estaba haciéndose el valiente por su novio. Prometió no volver a meterse en una de esas cosas, nunca.
Dejando de lado la casa del terror, el día estuvo muy divertido. Subieron a una montaña rusa dónde Jin sacó su alma gritando para querer volver a subirse apenas bajaron. Nam se comportó como un niño pequeño en los autitos chocones y ambos terminaron con un poco de dolor de estómago por comer demasiados dulces y comida basura.
Caminando de la mano por el centro de la ciudad entraron en distintas tiendas para comprar tonterías. Pero una en especial les llamó la atención, la decoración era negra con morado y detalles en terciopelo y en un letrero de neón se podía leer "sex shop".
-Vamos Joonie, entremos, en Corea tenemos que pedir estás cosas por internet, porque todos se avergonzarian de entrar a una tienda y comprar cara a cara.
-Bebe en Seúl hay algunas, pero es verdad que cuando ves alguien entrar, están vestidos de negro con mascarilla y lentes oscuros, cómo si fueran sicópatas.
-¿Ves? Entremos aquí.
Sin esperar otra negativa, Jin tiró a su novio del brazo y los recibió un gran ambiente con estanterías repletas de juguetes y cosas que no habían visto en su vida y no tenían idea como se usaban. Había una división donde caminaron y encontraron muchos disfraces, los ojos del castaño se iluminaron revisando entre trajes de escolar, policía, doctor, enfermera, diversos animales. Lo que pensaras, lo encontrabas, incluso un disfraz de araña, o sea que asco ¿quien querría tener relaciones con una araña? Pensó el mayor.
