XIX

19 9 2
                                    

ㅤㅤAl menos te habían quitado el tubo, volvías a usar la mascarilla. Oye, Arturito se pondría celoso a ese paso.

ㅤㅤNo podía decir que estabas del todo lúcido, pero tampoco estabas en coma. Estabas consciente, eso sí, con la mirada perdida y sin responder a las cosas que te contaba. Aún así, te seguía hablando.

ㅤㅤ¡No sabía que habías acabado tu historia de príncipes, tarado! La leí para los dos desde el inicio. Era tan interesante... tenías que despertar del todo pronto, para que fuésemos a una editora a publicarla antes de que otro bastardo te robara la idea.

ㅤㅤ―¿Sabes? Estaba pensando en que podíamos adoptar un gato ―dije de repente, considerando―: Sí, definitivamente un gato. Los perros son muy ruidosos, y los gatos son más tranquilos. Cuando adoptemos hijos, apuesto que ellos preferirán los gatos también. Mi madre me dice que eso es cosa de crianza. Oye, la gente le tiene un prejuicio muy extraño a la adopción, ¿no crees? También son humanos. Y todos necesitan una familia, nosotros podemos ser la familia de uno.

ㅤㅤSí, la idea sonaba genial. Tú, yo, Arturito, un gato y un par de mocosos jugando en nuestro patio. No quería nada más en mi vida.

ㅤㅤ―Comenzaré a trabajar de medio tiempo mientras comienzo la universidad ―murmuré―, ¿sabes? Creo que estudiaré medicina. Apuesto que puedo encontrar la cura a tu enfermedad. Ya verás cómo la hago. ―Tomé tu mano.― No necesitarás más nunca a Arturito, mi vida. Pero si lo extrañas mucho podríamos ponerlo de decoración en la sala. ―Sonreí, bromeando.

ㅤㅤDe eso se trataba. De hablar, hablar, y hablar. Hasta que me dio sed.

ㅤㅤ―Iré por algo de beber. ―Y salí de la habitación.

ㅤㅤMe demoré un poco porque la cafetería estaba llena de gente. A diferencia de ti, a mí no me daban pase VIP. Tuve que hacer la formación por una estúpida botella de agua. La cajera no podía ser más lenta, te lo juro, ¡cuánta depresión había en sus movimientos!, ya me estaba desesperando... pero finalmente me atendió. Ya tenía mi botella en la mano, y pensaba ahorrar los sorbos para poder hablar por más tiempo.

ㅤㅤPero se echó a perder toda el agua cuando la dejé caer.

ㅤㅤOye.

ㅤㅤ¿Por qué tu nariz estaba sangrando?

ㅤㅤ―Hey ―dije, acercándome lentamente, y me miraste. Oh Dios. Estabas tiritando, te estabas congelando. Sentí que se me cayó el alma del cuerpo cuando te toqué, porque también estabas frío. Eso no podía ser una buena señal.― ¡Oye, oye! ¡Mírame, no dejes de mirarme! ―Frío. Dijiste frío con los labios. Me temblaban las manos, y te rodeé entre mis brazos para darte todo el calor corporal que podía.― ¡Alguien, AYUDA, UN DOCTOR, quien mierda sea, que alguien venga! ―grité. Grité por largos segundos hasta que llamé la atención de un equipo de respuesta.― Oye, oye, ¡oye!, mírame. Estarás bien, ¿sí? Todo estará bien, no tienes que preocuparte, yo estoy aquí y no permitiré que te pase nada, solo... solo mírame, no te desconcentres. ―Intenté lucir calmado, pero habían lágrimas en mis mejillas.

ㅤㅤEn un impulso mientras veías mis ojos, a través de mi alma, levantaste la mano, y tomaste la mía.

ㅤㅤOh no.

ㅤㅤNo te despidas.

ㅤㅤ―Te amo. ―Fue lo único que logré formular, apretando tu mano, tu anillo, todas las promesas que te hice. Para siempre. Te amaría para siempre.― Te amo, te amaré para toda la vida... -sollocé-. No te mueras, por favor...

ㅤㅤTe amaría aunque ya no estuvieras, pero no quería aceptar la vida sin ti.

ㅤㅤSólo atiné a besarte la frente cuando un ejército de enfermeros y doctores me sacó de la habitación. No pude soportarlo. Me tapé los oídos y caí de rodillas en el suelo, tenía un nudo en la garganta, algo me ahorcaba, se me desbordaban las lágrimas y no podía a evitarlo.

ㅤㅤMe sentía atrapado en un cubo más pequeño que mi cuerpo y todo se comprimía, algo intentaba matarme, sentía miedo, tristeza, un remolino de dolor pulsante. Sollozos, gritos, el más puro desconsuelo. Lloré como nunca lo había hecho. Jamás había experimentado un dolor semejante. Ahí dentro, tenías los ojos idos y un camino de sangre bajando por tu nariz, pero me sonreíste. No dejaste de sonreír después de que te dije que te amaba.

ㅤㅤTres electrochoques.

ㅤㅤTu pulso no volvió.

Nuestra coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora