II

130 16 0
                                    

¿Dónde andas?

Hoy noté tu ausencia, fue extraño considerando que no sueles faltar, por lo que estuve perdido todo el día, mis amigos me buscaban para hacer cualquier cosa y yo les rechazaba inventando cualquier pretexto. Después de clases no esperé a más, el clima estaba lluvioso y hacia frío, para mi suerte había llevado un paraguas que abrí al instante y inicie mi recorrido.

De fondo se oía el golpeteo de las gotas contra el suelo y a la vez, el salpicar producido por mis pasos apresurados, no pretendía enfermarme por eso caminaba con rapidez. La gente iba y venía bajo la lluvia, mientras yo continuaba mi caminata hacia mi hogar, quizás llegaría retardado gracias a la lluvia, pero era mejor eso que nada y fue en una interceptación que daba con dos calles, ahí estabas tú, parado bajo la lluvia encorvado y mirando hacia arriba, parecías estar frustrado, no pude evitar acercarme y cubrirte con el paraguas, siendo tú alguien muy importante para mí, no podía permitirme el dejar que te enfermaras.

—¿Estás bien?.

Esas fueron las primeras palabras en salir, no te moviste y mucho menos respondiste, sabía que algo andaba mal, pero no sabía cómo hacerte hablar.

—Bakugō, no deberías estar bajo la lluvia, podrías enfermar —aún así no me respondiste, seguías mirando el cielo, por un momento pensé que habías visto algo, pero tú triste mirada decía otra cosa. —Hey, no está bien que te quedes aquí, me preocupas.

De forma lenta vi como bajaste tú mirada, mantenías la vista en el suelo mientras apretabas tus labios, se notaba que estabas frustrado, me hacía querer ayudarte.

—Bakugō, si quieres puedo acompañarte a casa —insistí, no es de hombres dejar que tus amigos enfermen, por eso tenía la obligación de ayudarte.

—No —recuerdo claramente tú ceño fruncido y como levantaste tú rostro para verme a los ojos. —Estoy bien, ya vete.

Tus ojos se veían cansados, tus ojeras estaban muy pronunciadas.

¿Cuántos días tenías sin dormir?

—Bro, no te vez muy bien —no podía evitar preocuparme por ti, siempre tan misterioso y callado.

¿Con qué problemas cargas?

—Me iré si eso te hace callar —sabía que por más duras que sonaran tus palabras, aún así no las decías con mala intención, sólo que tú carácter te hacía ser así.

Lentamente te diste la vuelta y justo cuando diste el primer paso, te detuve, puse mi mano en tu hombro y tú te quedaste quieto, fue extraño que no te quejarás.

—Esta lloviendo, te enfermaras, toma —extendí mi paraguas hacia ti esperando que lo tomarás, te giraste y luego de verme con tu infaltable ceño fruncido lo tomaste.

Me quedé parado allí, mientras veía como lentamente te alejabas, la lluvia seguía con su fría presencia, mojando las calles y dejando grandes charcos en la carretera y en las aceras. Puse mi bolso en mi cabeza para evitar mojarme y comencé a correr, quizás no sería tan efectivo, pero eso no importaría.

Mientras corría el agua salpicaba y mojaba de a gotas mi uniforme, doble en una esquina dando con un conjunto de calles, me detuve bajo un techo para poder recuperar el aliento y observé que las gotas ya ni caían con tanta frecuencia, no faltaba mucho para que el sol saliera.

Entonces pensé de nuevo en tu expresión, me preocupa no saber qué te pasa, porque por más que intente saber algo de ti, siempre te bloqueas para no decirme nada.

Siento a veces que mi avance para conocerte solo me retrasa, pero no lo sé, no me dejas intentar, no sé si quieras que alguien te comprenda, yo lo intento.

¿No me quieres cerca?

Podría jurar que sonríes cuando estás conmigo, incluso estás más tranquilo de lo normal, es como si fuera tu escape, tu protección, al menos así lo siento yo. Entonces, ¿Qué es, Bakugō?.

¿Por qué no hablas conmigo?

Me preocupa tu actitud, últimamente has estado extraño, me he acercado para comprender por qué, pero en cada intento he fallado.

¿Habrá pasado algo?

Eso lo sé, algo no anda del todo bien, lo que quiero saber es, ¿Qué es? Me pregunto si será tan malo, tanto que no me lo quieras contar, no quiero presionarte, pero la verdad es que me preocupas bastante.

¿Un problema más?

Sé que tienes muchos, agregar uno nuevo a tu lista ha de ser frustrante, quisiera que lo liberaras, que vinieras a mi y me lo contarás, que importa si lloras, no pienso juzgarte, jamás lo haría.

¿Irás a otra parte?

Escuché que una vez no llegaste a casa, ese día llovió mucho y faltaste una semana, me asustaron mis propias conclusiones, pensé que algo malo te había pasado y solo era un simple resfriado, bueno, fue eso lo que me dijiste.

¿Habrás llegado a salvo?

Tu mente es un enigma, un enigma que quisiera comprender, pero es díficil, tú me lo pones difícil y no sé por qué.

La lluvia se detuvo, pude ver el sol salir y las nubes alejarse, el cielo despejado es hermoso, no entiendo por qué en estas épocas ha llovido tanto, es más precioso el cielo sin nubes grises, incluso un arcoiris lo adorna, maravilloso.

¿Estarás viendo eso?

Continuará...

Un tiburón viendo un arcoiris, suena raro, pero es interesante... No me hagas caso jaja salu2.

Mina

Inside of me (Boku no hero Academia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora