Lo que duele una verdad
...
Cuando Kirishima supo donde estaba, no tardó en demostrar su desconcierto y curiosidad, miro a su profesor esperando alguna orden o palabra, algo que le indicara el por qué estaban allí.
—Esto es algo que debes ver, explicarte no servirá, pronto entenderás todo —comento el azabache, ni siquiera le devolvió la mirada a su alumno, no quería tener remordimientos ni cargos de conciencia.
—¿Eh?.
—Bajemos, te acompañare —indico sin mucho esfuerzo, abrió la puerta y salio de la limusina, Eijirō le siguió sin entender nada.
Entraron al lugar y el pelirrojo observo como su profesor hablaba con un hombre de unos cuarenta y algo, este vestía un enterizo sucio de tela blue jean, claro que no le dio buena espina, hasta un escalofrío le recorrió desde la punta de los pies hasta la punta de los dedos.
Una vez terminaron su intercambio de palabras, Aizawa lo guió a otro lado, era un campo muy grande, habían pocas personas con carpas, algunos oraban, otros solo venían de paso a traer flores.
—Casi llegamos —anunció a unos pasos delante de Eijirō, entonces este se apresuró para alcanzarlo.
—Sensei, ¿Por qué me trajo aquí?.
No obtuvo respuesta, solo el sonido de un trueno que anunciaba lluvia, estaba en lo correcto, desde que salio de la academia, noto el mal tiempo, pero era tarde como para traer un paraguas.
—Ve hacia allá —señalo un lugar en solitario, Kirishima diviso a una persona parada en la misma dirección que el mayor señalaba. —Sabes donde queda la entrada, te estaré esperando.
—Es-Está bien... —respondió a duras penas, pues el adulto se había ido sin mirar atrás.
El pelirrojo camino hacia donde estaba aquella persona, este usaba un suéter negro con capucha, por lo tanto, no podía ver su cara o cabello, este se encontraba de espaldas hacia él.
Los pasos lentos de Eijirō le causaban ansiedad, le parecía increíble el nivel en el que se encontraban sus nervios, literalmente estaba temblando, no sabia el por qué.
Se situó al lado de aquel extraño, no le vio la cara, solo miraba al suelo, tampoco sabia si era el lugar correcto, tan solo le pareció que Aizawa apuntaba a esa dirección.
—Pensé que nunca vendrías —esa voz le pareció conocida, tan grave y levemente ronca, giro instintivamente hacia esa persona.
—¿Bakugō? —y sintió la primera gota de lluvia caer en su frente, cada vez el cielo se hacía más oscuro, y los truenos frecuentaba mas, cada vez con más fuerza.
—Todos vinieron menos tu, tu que eras aun más importante —menciono con voz calma, Eijirō estaba sorprendido, habían veces en las que usaba ese tono, pero el lugar no favorecía su extraño actuar. —Pensé que al menos vendrías a traerme flores.
Y Kirishima fijo su vista en lo que el rubio observaba, una lápida, una jodida lápida que anunciaba el nombre de "Bakugō Katsuki" Sus ojos se abrieron horrorizados, no creía lo que estaba viendo.
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Inside of me (Boku no hero Academia)
Fiksi PenggemarLo que fantaseas por las noches suele darte dulces sueños después del rato amargo, pero cuando llega la mañana lo que son tus dulces sueños vuelven a ser lo que son, simples fantasías. ¿Hasta donde podrás llegar? ※ No hacer copias ni adaptaciones. ※...