Mafia y Magia Hijo de la Muerte

Paz relativa

Cuando llego a la casa de sus tíos petunia lo miro para luego solo ignorarlo olímpicamente al igual que su tío y primo, aunque el primero lucia temeroso y nervioso en partes iguales no le tomo importancia, aunque eso no significaba que no estaría alerta, una vez en su habitación se adentró a su hermoso baúl para seguir con su autoestudio, su vida había cambiado mucho en pocos meses aunque no lo lamentaba, apreciaba mucho ese cambio y los que sabía que vendrían, en especial teniendo en cuenta que tenía un alma gemela y que uno de sus hermanos del alma, era su jurado enemigo aunque ya no estaba tan seguro de eso.

Harry podía ser alguien despistado a veces pero no era tonto, en la semana había notado los cambios en sus dos tíos lo nerviosos que se encontraban, el hecho de que habían mandado a su primo con su tía Margaret a pesar de que el chico estaba en prácticas en la escuela, también noto el hecho de que ambos adultos trataban de pedirle algo pero se arrepentían para luego irse, le tenían miedo a alguien que no era el, al igual que miraban el calendario constantemente en el cual se encontraba marcado el día 27 de julio sin embargo al verse atrapado en su autoestudio lo dejo pasar, ya se enteraría.

Esa mañana se levantó temprano como siempre y con buen humor por lo cual hizo el desayuno para los demás, también pego una nota diciendo que volvería a las 3:30 pm, se ducho poniéndose una polera verde oscuro, un abrigo negro, un ajustado Jean azul, junto a unos converse negros, ato su cabello en una pequeña coleta con algunos mechones en su rostro, ahora su cabello ya no parecía un nido de pájaros desafiando la gravedad, aunque eran algo rebeldes eran manejables, ese día tomaría un descanso para divertirse al estilo mugle.

¿Qué cuantos lugares había visitado? había perdido la cuenta, al igual que todo lo que había comido, para cuando se dio cuenta de la hora se sorprendió al ver que eran las 4:15 pm, no se apresuró a volver paro en una heladería pidiendo 2 helados de leche y vainilla, ya se había acabado el primero cuando estaba a dos casas de su destino estaba tan concentrado en abrir la puerta sin votar el derretido helado sin mancharse, que ni siquiera noto a los 2 imponentes y lujosos vehículos frente a la casa, pero como su suerte era un asco al abrir la puerta el "helado" (si se le podía seguir llamando así) había manchado sus manos y se había derramado en el suelo, al menos no había manchado su ropa pensó resignado llevo su mano derecha a su boca mientras cerraba la puerta, un rico olor inundó su sistema al voltear no tuvo tiempo de pensar de donde provenía al encontrarse con unos penetrantes ojos dorados observándolo, se sonrojo al verse en estado mientras sacaba los dedos índice y mayor de su boca despacio noto que el mayor observaba cada movimiento.