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Yoongi cargaba sus cosas mientras caminaba por la playa, el sol era perfecto para pasar un rato ahí además de que por fin habían empezado las vacaciones lo que significaba pasar más tiempo junto con Taehyung. Mientras pensaba en aquel chico no tardó en encontrarlo, sentado en la arena mientras observaba el mar, se veía tan calmado que podría quedarse ahí para siempre solo apreciando a su tritón.

— Perdón por tardar — se sentó a un lado suyo, quitándose las sandalias para meter sus pies en el agua —.

— No te preocupes, no llevo mucho aquí — el rubio le volteó a ver — ¿Cómo estuvo tu día? ¿Feliz por ser libre?

El mayor no pudo evitar reír un poco, Taehyung se imaginaba el ir a clases como si fuera una cárcel pues la manera en que se lo contaba Yoongi era bastante mala. Aunque había ratos en que sí se sentía así, sus amigos ayudaban a que se volviera algo divertido. — Bastante, ya hacía falta un descanso. Ahora sí podremos vernos diario. 

Ambos se sentían muy felices por ese hecho, a medida que Yoongi cambiaba de año escolar sus tiempos se reducían, cuando se conocieron se veían todos los días de la semana pero estos últimos años se veían solo algunos, cuando el mayor sentía que estaría libre. 

Pasaron un rato contándose sus días y admirando el hermoso mar frente a sus ojos, pasándola bien uno al lado del otro. Después, a Taehyung se le ocurrió una idea, ¿por qué no nadaban juntos un rato? Podría mostrarle su mundo aunque sea cerca de la superficie, tardó en convencer a Yoongi ya que podría ser algo peligroso según este pero por fin lo logró, prometiendo que le ayudaría si llegaba a cansarse. 

Entraron al mar, sintiendo como el agua estaba a temperatura perfecta, nadaron cerca de la orilla unos minutos hasta que Taehyung le pidió que le abrazara por los hombros y tomara aire por si acaso así empezó a nadar con rapidez, Yoongi cerró los ojos por la velocidad.

— Tae, recuerda que yo no puedo respirar abajo del agua — mencionó el mayor un poco preocupado cuando notó lo que planeaba el rubio.

— Solo echaras un vistazo, ¿sí? — intentó darle confianza. — Toma aire.

Y entraron juntos por completo, Yoongi no soltaría a Taehyung por nada del mundo aun así se animó a abrir sus ojos encontrándose con una hermosa imagen el fondo marino, los corales y peces que pasaban le daban más vida con la variedad de colores que tenían, más abajo se veía la arena siendo decorada con algas, lo único que no iba con el lugar eran las basuras que alcanzaba a ver. Parecían ir bastante rápido pero Tae se detuvo ante el pellizco de su amigo había entendido la señal así que nadó hacia arriba.

Apenas salieron el pálido dio una gran bocanada de aire normalizando su respiración, talló sus ojos notando que habían llegado a una isla pues nada se veía a su alrededor mas que el mar reflejando el azul del cielo.

— ¿A que es lindo? — preguntó sonriente Taehyung. 

Yoongi no pudo evitar asentir. — Lo más cercano que tenemos son los acuarios pero no se comparan y he visitado muchos, eh.

— ¿Yo también podré conocer tu mundo algún día? — sus ojitos brillaban como si de estrellas se tratasen, a pesar de los años Taehyung seguía siendo aquel niño curioso que conoció en la playa. 

— Sabes que eso será un poco difícil pero algún día, Tae — intentó arreglar lo que había dicho pues no quería quitarle la ilusión de conocer la superficie. 

Se acercaron a la costa para sentarse en la arena y hablar mas cómodos, parecía que los temas de conversación nunca terminarían, sus vidas eran tan diferentes una de otra que contar algo tan simple como su día sería algo realmente interesante para el otro. Tanto disfrutaban estar juntos que ni siquiera se molestaban en ver que hora era, lo que había a su alrededor, nada, solo eran ellos dos en su mundo.

Para cuando Yoongi recordó que debían volver a la playa ya estaba atardeciendo. — Es hora de irnos, Tae — habló mientras se levantaba. — Se supone que mi papá vendrá a recogerme hoy así que no quiero que se preocupe cuando no me vea allá.

Muy a su pesar, Taehyung tuvo que acceder. El mayor volvió a abrazar al chico por los hombros y tal como llegaron, se fueron, nuevamente Yoongi volvió a apreciar el fondo marino, quedando encantado. No tardaron mucho en volver a la playa, el rubio se encargó de dejarlo en la arena y se sentó mirándolo atentamente.

— Cuídate, mañana te veo — Yoongi se agachó para estar a la misma altura. — Quiero decirte algo importante.

Taehyung se sintió ansioso por aquel aviso, no sabía si preocuparse o emocionarse por lo que optó a solo asentir. — Está bien — se abrazaron como despedida pero antes de separarse el menor le dio un beso en la mejilla. — Hasta mañana. 

Yoongi se quedo hincado en la arena solo viendo como el rubio saltaba al agua para así desaparecer, una hermosa sonrisa apareció en su rostro por el detalle y se levantó, ahora estaba más que seguro. Mañana, ese dulce tritón sería su novio.

Cuando volteó solo tuvo que dar un par de pasos para toparse con su padre, su sonrisa se borró con el pánico de que haya visto a su chico. — P-papá, ¿que pasa?

— ¿Qué pasa? Llegue a recogerte y no estabas en la zona pública o turística — el señor se acercó y le dio un rápido abrazo. — ¿Qué haces hasta acá, Yoongi?

— Yo... solo quería... estar un poco solo — a pesar de que era cierto, servía como excusa para que su padre ya no preguntase nada. — Toda esa gente me abruma.

Y pareció funcionar cuando este se relajó, empezando a caminar esperando que su hijo le siguiese. — Andando, es hora de ir a casa — guardó su móvil en el pantalón y abrazó al menor por los hombros cuando caminaron a la par. 

Lo que Yoongi no se había enterado es que en ese teléfono había fotos donde se apreciaba un hermoso chico rubio con una cola de pez color turquesa.