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Cerró el acuario después de despedirse de Taehyung, siempre era de los últimos en salir por pasar el rato con el chico pero esta vez no salió solo, el pelinegro de piel pálida estaba junto a él con la cabeza gacha y su mirada perdida. Jungkook no evitó hacer una mueca pensando en como hablarle, pensó que sería fácil pero el estado en que estaba el chico parecía decir "estoy triste, no me hables". 

— Em... Disculpa, yo... — parecía no poder llamar su atención, suspiró y pensó lo que le diría antes de hablar. — Escucha, si quieres sacar a Taehyung de aquí, te puedo ayudar.

Con solo decir el nombre del tritón toda la atención del pálido se posicionó en él, se sintió nervioso por lo intensa que era. 

— ¿Cómo? — Yoongi se acercó más al chico, aun respetando su espacio personal, pero dando a entender que estaba atento a todo lo que dijese. 

Jungkook suspiró y le invitó a caminar para explicarle su plan, era fácil: llevaría a Yoongi consigo a lo alto del tanque, donde Tae salía para comer, así el pelinegro se lo podía llevar en brazos mientras él creaba una distracción hasta que la pareja saliera por la puerta trasera del acuario. Era un camino bastante largo pero con suerte llegarían sin ser descubiertos. 

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¿Cuánto había pasado? ¿Siete días? ¿Ocho? No sabía con exactitud desde cuando su mejor amigo estaba desaparecido pero estaba seguro que apenas lo viera le daría un golpe tan fuerte como el abrazo después, todos se encontraban buscando a Taehyung, sabían que el chico era curioso y podía estar en cualquier lugar pero él nunca pasaba la noche fuera de casa, mucho menos semanas. 

Había preguntado a toda criatura marina que haya conocido al lindo rubio pero nadie tenía alguna respuesta que ayudara a encontrar su paradero, probablemente él era el más preocupado de todos pues conocía su pequeño secreto. Taehyung cada tarde se desaparecía para ir a la superficie a verse con un humano. Tenía miedo que aquel hombre del que Tae hablaba maravillas haya terminado siendo el responsable de que su mejor amigo ya no estuviera en casa.

— Taehyung no es capaz de abandonar a su familia... — habló seguro. — ...Al menos no voluntariamente.

Se lamentó lo que estaba a punto de hacer, tomó todo lo que consideraba necesario y nadó alejándose del arrecife, rumbo a la costa.

Sacó levemente su cabeza para observar, a su alrededor, su cabello no destacaba mucho al ser negro, agradecía no tenerlo de algún color extravagante como otros. Se alejó de la zona donde más humanos había, estaba seguro que el miedo de Taehyung hacia los humanos era mucho que no estaría ahí, llegó a un lugar donde solo había piedras y arena, se sentó.

Unos pasos se escucharon detrás suyo por lo que volteó, encontrándose con un chico de aspecto desanimado, quien traía consigo una rosa. Lo primero que hizo fue gruñirle en modo de defensa mientras se alejaba.

— ¿Quién eres tú?  ¿Cómo llegaste aquí? — el humano le cuestionó, hasta que observó su mitad inferior, encontrándose con su cola de escamas rojas, creyó ver como los ojos del chico se iluminaban. — ¿Conoces a Taehyung?

Jimin quedó sorprendido en ese momento, aquel chico acababa de decir el nombre de su mejor amigo, dudó un poco de lo que iba a decir pero se arriesgó. — Eres... ¿Eres Yoongi?

Conectaron miradas respondiéndose solos pero ese silencio no duro mucho cuando Jimin le saltó encima, tirándolo y tomando con sus puños la tela de la camisa del, aparentemente, mayor. 

— ¿¡Qué hiciste con Taehyung!? — preguntó agresivo mientras le agitaba. — No ha vuelto a casa desde hace días y eres con quien se escapaba, ¡habla!