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- Eem, dejame pensarlo ¿Si? Además, es tarde y tengo que regresar.- Intentó inventarse cualquier cosa para salir de está MUY incómoda reunión. Arno lo miraba y asentía en aprobación y entendimiento.

- Claro te entiendo, podemos ir juntos- Napoleon palideció. Rápidamente volteo y detuvo a Arno.

- Emm, no, no, no, no hace falta .. c.cariño. Es que, tengo unos amigos en casa y a ellos no les agradan mucho los desconocidos. Tal vez otro día puedas venir. Por ahora que descanses y nos vemos. ¡Au revoir!- Y salió dejando a un Arno desorientado. ¿Estaba acaso intentando evitarlo? No le puso mucha importancia y se fue a buscar un lugar donde pasar la noche.

Mientras tanto, el gobernador Bonaparte se tranquilizaba poco a poco. Tal vez una mudanza de ciudad no le vendría tan mal, o aumentar la seguridad para que Arno difícilmente llegara a él. No sabía que hacer, no queria ni lastimar al menor ni poner en riesgo su reputación y su esposa.

Así es. ESPOSA. Quien estaba embarazada de 6 semanas.

Ya en casa, Josephine estaba en un divan mirando la fogata, concentrada y metida en su mente. Napoleon cerró la puerta suavemente detrás de él y se saco su abrigo. Se acercó y la abrazo.

- Bonsoir mon amour- Le susurró en el oído mientras ella le regresaba el abrazo.

- Bonsoir chéri- Los dos fueron a sus habitaciones para descansar, se pusieron su ropa de dormir y se acostaron en la cama abrazados. Dormían plácidamente, sólo que no sentían la profunda mirada de cierto asesino al otro lado de la ventana. Arno sentía como su corazón se quebraba poco a poco.

Pero seguía siendo positivo.

- Tal vez... sólo sean... familiares cercanos... aunque... no sería muy lógico que compartan cama en una casa tan grande. Pero, no son más que eso o tal vez amigos cercanos, muy cercanos. - Se decía a si mismo. Arno empezó a recordar sobre la promesa que le hizo Napoleon desde pequeños. "Nos casaremos cuando nos volvamos a ver". Si, eso si era real. Confiaba profundamente en esas palabras, no perdía la fe en que en verdad lo amara.

El asesino francés suspiro y volvió a sonreír. Pegó su mano contra la ventana.

- Vamos a ser felices mi amor, te lo prometo. Seré tu hombre, tu pareja, tu todo. Yo.. te haré feliz, nadie más lo hara mejor que yo- Susurró. Pero vio como aquella mujer se volteo y abrazo de nuevo a Napoleon dandole un beso en los labios. Su corazón se partió por completo. Pero mantuvo la postura y miró una vez más de manera asesina a aquella mujer. - Si.. seremos felices. Después de encargarme de ella...-

Me perteneces [Napolarno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora