veinte.

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Tomas:

estábamos nerviosos, yo más que nadie, habían pasado tres horas desde que ingresaron a Venecia al quirófano.

Alejo se había dormido, Homer estaba tomando café para no dormiste, Troca estaba sentado, pensando, Mauro estaba en el piso, mirando las puertas del quirofano, Neo estaba al lado de el.

de los nervios me comí las uñas y ya me dolían, también me tocaba el pelo a cada rato.

no decían nada y yo estaba pensando en lo peor, me estaba comiendo la cabeza.

-familia de *Apellido, perdón gente, me olvide el apellido que le puse*- hablo una enfermera saliendo de el quirófano.

enseguida dos la miramos y Mauro se acercó.

me pare y fui para también saber que estaba pasando.

-bueno chicos, la herida no fue muy profunda pero aún así tuvimos que ponerle puntos, ahora la van a pasar a una habitación común y depende de cómo valla progresando van a ver la fecha del alta- suspiré aliviado.

le agradecimos y se fue, los nervios se fueron de mi cuerpo y estaba más tranquilo.

-esta todo bien hermano- dijo Mauro abrazándome.

-por suerte- volví a suspirar y sonreí.

las puertas del quirófano volvieron a abrirse y salieron dos enfermeros llevando a Venecia a la habitación.

agarré mis cosas y fui hasta la habitación, atrás mio venían los chicos, ahora todos estábamos más tranquilos.

-Pueden pasar de a dos o tres, más no- asentí mirando al enfermero y pase.

estaba casi pálida, quizás cuando se despierte se sienta un poco mal, o con hambre.

estuvimos en una joda, así que lo más probable es que cuando se despierte tenga mucha hambre y sed.

-Homer, ¿no le preguntas a alguna enfermera lo que puede comer y tomar cuando se despierte? así le compro- Lucas asintió y salió de la sala.

yo agarré la mano de Venecia y estuve así un rato, escuchando su respiración.

-perdon- susurré, todavía me sentía mal por dejarla sola.

a los minutos Lucas volvió.

-dice que puede tomar agua nomás, y comer yogurt, nada más- asentí.

-quedate un rato y que pasen los demás si quieren, yo voy a comprarle eso- asintió y se quedó.

cuando salí le dije a los demás que si querían pasar, que pasarán, en eso miré a Alejo y tenía cara de dormido todavía, todo despeinado estaba el gordo.

salí del hospital y fui al kiosco más cercano que había, que estaba a dos cuadras, le compré dos botellas de agua y tres yogurts.

volví al hospital y para mí sorpresa estaba despierta, media dormida todavía pero estaba hablando con los pibes.

-Hola- le sonreí e imitó mi gesto.

me acerque y la abracé- Te amo, perdón por dejarte sola, nunca más lo voy a hacer- le di un beso y dejé las cosas arriba de la “mesa de luz” de ahí.

ella solo asintió con una sonrisa y se acostó de nuevo, al rato se durmió.

####

disculpen los capítulos que escribí, son medios chotos pero solo esto se me ocurre, siempre dramático.

estos días seguro voy a estar actualizando mucho más, y me voy a poner las pilas con esta novela.

d r o g a s * c.r.oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora