Capítulo 5 - Acercamientos

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Temo, Mateo y Diego sale de la universidad platicando de sus planes para la tarde, ambos castaños irán al departamento del mayor, probablemente a leer sobre política

-¿Diego, no quieres acompañarnos?- pregunta Temo

-suena una oferta interesante pero tengo una salida con Thiago- responde

-¿Thiago? ¿ cuándo paso?- pregunta el de ojos castaño con interés mientras Mateo solo escucha con atención ya que hasta donde sabe Thiago era la pareja de Carlota antes del engaño masivo que hizo junto a Córcega

-¿recuerdas la fiesta a la que fui el mes pasado?- pregunta el rubio, el castaño solo asiente - lo encontré allí esa noche, platicamos y comenzamos a salir para conocernos mejor y todo eso- añade

- ¿y se podría decir que vas a tener una cita con Thiago?- pregunta Temo

- algo así, ósea no sé, sabes que siempre me ha atraído pero no se como se siente él respecto a mí- responde el chico con incertidumbre

-pues si me lo preguntas a mi yo creo que él se siente igual, pasan mucho tiempo juntos y se nota que se preocupa por ti y te quiere- comenta su mejor amigo esperando que esta vez su hermano encuentre al chico indicado - ¿qué opinas tu Mateo?- pregunta mirando al judío

- yo digo que deberías darte una oportunidad Diego, eres un buen chico y puede que esta vez sea el chico correcto para ti- responde el mayor con una pequeña sonrisa, si bien Thiago y él no se llevan bien, por lo de Anya y sus diferentes formas de ver la vida, eso no es razón para que Diego no pueda ser feliz con él, el rubio se merece ser feliz

Mateo reflexiona sobre como en un mes se puede comenzar algo, como se puede dejar ir el pasado pero bueno han pasado cuatro meses desde el desafortunado incidente como le gusta llamarlo, cuatro meses pueden ser suficiente para algunos, en cambio otros requieren más tiempo, mira hacia su costado donde a centímetros camina el castaño, quien en estos meses ha cambiado bastante, ya no es el chico risueño e idealista que conoció, no sonríe, no habla mucho, su vestuario se ha llenado de sudaderas de tonos neutros y oscuros, sus calificaciones no han bajado, al contrario, si antes el chico se esforzaba, ahora lo hace el doble o mas, sobresaliendo notoriamente

Se despiden del rubio y se dirigen al hogar del judío, una vez que llegan, se preparan algo de comer mientras debaten de diversas áreas, al terminar de comer, Mateo va por unos libros que deja sobre la mesita de centro, cada cual escoge un libro para en silencio comenzar a leer, pasa bastante tiempo antes de que Symanski interrumpa su lectura

-Temo- dice sin saber muy bien como comenzar

-¿que pasa?- pregunta el castaño alzando la vista de su libro

-¿estás bien?- pregunta con preocupación, la pregunta toma por sorpresa a Temo, son dos palabras que tienen muchas respuestas

-si lo estoy- contesta, Mateo alza una ceja con escepticismo

-no me lo parece, te digo esto como tu amigo, no te veo bien y sé que Diego coincide conmigo, te di tu espacio para que lo manejaras a tu ritmo pero me preocupas, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites pero tienes que hablar de lo contrario para que tienes una voz si no la usas, si consideras que puedo ayudarte en algo dímelo, habla con Diego lo tienes a él también ¿de acuerdo?- dice mirando con atención al castaño

-de acuerdo- responde con un nudo en la garganta y una sonrisa genuina

-ven aquí- dice Mateo acortando la distancia para atraerlo a su cuerpo en un abrazo, sus brazos se envuelven firmemente alrededor de la pequeña figura, si alguien le hubiera dicho hace un par de meses que haría esto, no lo habría creído, aún le sorprende la cercanía que tienen y el afecto que siente por él, ya que es sabido que Mateo no es una persona de afecto y grandes relaciones pero con Temo es algo natural, el castaño se acurruca en los brazos del mayor, no sabia que necesitaba un abrazo de Symanski hasta ahora, ambos pasan toda la tarde acurrucados en el sofá. 

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