Una visita

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Un sábado por la tarde, Steven fue a ver cómo estaban Lapis y Peridot, dado que las gemas habían tenido que ir a una misión y él quería descansar de estar constantemente fuera de casa. Cuando llegó al granero, notó que Lapis y Peridot estaban haciendo una especie de escultura un tanto extraña. Se podría decir que tenía una belleza abstracta. Se acercó.

Steven: Hola chicas.

Lapis y Peridot: ¡Steven! ¿Qué te trae por aquí?

Steven: Las gemas fueron a una misión y quería descansar un poco. Además, llevaba un tiempo sin estar con ustedes.

Peridot se acercó a Steven y le dio un gran abrazo, mientras que Lapis se quedó unos momentos observando con una expresión algo extraña para Steven. Aun así, se acercó y también le dio un abrazo, aunque se sintió diferente al abrazo de Peridot. Steven se quedó callado y simplemente los abrazó, pero sin duda notó que algo estaba sucediendo con Lapis.

Steven: Bueno, chicas, ¿qué están haciendo? Puedo ver que están realizando algo muy interesante por ahí, señalando hacia la escultura detrás de Lapis y Peridot.

Peridot, con una gran sonrisa y una mirada de felicidad, le dijo a Steven:

Peridot: Lapis y yo nos hemos sentido algo aburridas, sinceramente. Queríamos hacer algo diferente a lo usual, y vimos en la televisión a unos individuos extraños creando una especie de estructura con una forma bastante peculiar. Decidimos intentarlo. No es por presumir, pero creo que tenemos potencial, ¿no es así, Lapis?

Cuando Steven y Peridot volvieron a mirar a Lapis, esta estaba en una especie de trance. Su mirada estaba completamente perdida en la escultura, como si físicamente estuviera allí pero su mente estuviera en otro lugar. Steven la tomó de la mano y le preguntó si estaba bien, a lo cual Lapis reaccionó confundida.

Lapis: ¿Qué pasó?

Peridot y Steven la miraron fijamente, muy confundidos ante la respuesta de Lapis.

Peridot: ¿Estás bien, Lapis? Últimamente has estado actuando de manera muy extraña, y la verdad, empiezo a preocuparme de que eso afecte tu rendimiento en nuestras actividades.

Lapis: Estoy bien. Solo que a veces me pierdo en mis pensamientos y olvido constantemente dónde estoy.

Steven notó cómo Lapis se sonrojó, mientras que Peridot no se dio cuenta y simplemente la miró con expresión de inconformidad ante la respuesta de Lapis. Después de unos momentos de un incómodo silencio, Steven propuso jugar a las escondidas.

Lapis y Peridot no conocían el juego, por lo que quedaron mirando a Steven con desconcierto. Steven se percató de ello y les explicó el juego. Sin mucho más que hacer, decidieron acceder al juego. Jugaron piedra, papel o tijera para decidir quiénes serían los que se esconderían y quién contaría. Por suerte o desgracia, Steven fue el que tuvo que contar. Lapis y Peridot se prepararon, con la condición de que no usarían sus poderes de gema y se quedarían en los alrededores, sin ir al templo. Aceptaron las condiciones, se prepararon y cuando Steven empezó a contar, ellas salieron corriendo al bosque a toda velocidad...

LapidotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora