Una noche ; luzurex

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Tocando el cielo
pt.1

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⠀Una vez estando dentro de la habitación el castaño sintió flaquear un poco, aunque él quería hacer esto y aunque él estaba lo suficientemente caliente para follar; ver la habitación ahí con él adentro al igual que Guillermo, se sentía muy imponente. A pasos lentos se acercó a la cama observado a esta con las mejillas algo rojas por pensar en las cosas que iba a hacer en esta misma.

⠀Por su parte Willy le observaba con una sonrisa de lado, miraba con atención cada movimiento que hacía el contrario como si fuera un cazador al acecho. No pudo evitar pensar en lo jodidamente tierno y sexy, una combinación que no había visto en otra persona, que se miraba el castaño estando ahí con los nervios a tope.

⠀El castaño volteó su vista hacia atrás en busca de su compañero de aquella noche, se encontró con la mirada esmeralda observándose tan penetrante que no pudo mantener su propia mirada hacia arriba y la bajó, los nervios le habían ganado.

– Te ves muy bien, tan sexy e inexperto – murmuró en una forma de cumplido que aunque Borja no comprendió mucho no pudo evitar que sus mejillas se pusieran rojas – me encantas, Luzu —

⠀Dicho aquello comenzó a acercarse con pasos lentos y con sigilo hacia el menor. Al estar frente a frente, Willy alzó un poco su mano tocando así la mejilla del contrario mientras que su otra mano se posaba sobre la cadera del menor, con suavidad acerca su cuerpo al contrario.

– Ya no hay vuelta hacia atrás. Ahora te haré tocar el mismísimo cielo, tocaras con tu propias manos las estrellas – murmuró sobre los labios del contrario con una voz ronca que hizo temblar a las piernas del antes mencionado.

⠀Las manos del castaño se aferraron con algo de fuerza al cuello de la chaqueta verde que traía el de ojos verdes esa noche, en un intento de mantenerse el pie. Willy comprendiendo lo que pasaba así que le besó con pasión y necesidad. Las pálidas manos tomaron la cadera del castaño para ayudarle a sostenerse.

⠀Aunque los besos al principio fueron algo torpes, al pasar de un tiempo se volvieron expertos, tan malditamente expertos por parte de ambos que hacían gemir levemente al otro. Sus labios encajaban bien.

⠀Un dulce gemido se escapó de los labios de Luzu, un gemido que fue callado por los labios del contrario pues aún seguían en un beso apasionado. Que el albino bajará sus manos desde su cadera hasta sus muslos y que los apretara fue una sorpresa total para Borja. Como un acto de inercia el castaño agarró con más fuerza al contrario y pasó una pierna por la cadera del otro, aquella invitación fue aceptada así que con permiso del mayor enredó sus piernas alrededor de la cintura ajena, así Willy le cargó hasta la cama.

⠀Con el cuidado que tratas a una pieza de cerámica el de ojos verdes dejó al castaño sobre la cama, como si fuera lo más preciado de ese mundo; si quería dejar una buena impresión al chico debía tratarlo bien y no ser bruto. Se acercó levemente al cuello que estaba descubierto del contrario para dejarle suaves besos haciendo que varios suspiros melodiosos salieran de ellos labios de Luzu, aunque lo estaba disfrutando su labor se ve interrumpida por la tela de la ropa que aún cargaban los dos, gruñe un poco porque ahora la ropa está que sobra.