7

499 72 39
                                    


Una graciosa expresión de sorpresa y alivio se instaló en el rostro del más bajo. Era tal la tensión que había acumulado en su cuerpo que fue expulsado en forma de carcajada. Jooheon se estaba arrepintiendo de haber dicho en voz alta que le gustaba.

-¿Qué clase de reacción es esta, Changkyun?

El menor trataba de hablar pero las palabras se quedaban atascadas en la garganta debido a la intensa risa. Trató de tomar aire y relajarse porque, por la expresión del otro, esa risa estaba fuera de lugar y estaba gestando un cabreo monumental en el mayor.

-Es que me gustas mucho.

Parecía realmente divertido de decirlo en voz alto. Y puede que así fuera. Después de tanto tiempo guardando con cautela sus sentimientos, acababa de ser correspondido y no podía pensar en otra cosa que no fuera lo feliz que le hacía.

-¿Has bebido?

Jooheon parecía más relajado, casi divertido por la risa histérica de su mejor amigo.

-No, aunque me siento como... ¡woah! –respiró aliviado, por fin había controlado su inoportuna risa- ¿De verdad te gusto?

-Al contrario a lo que puedas suponer no voy haciéndole propuestas sexuales explícitas a todas mis amistades. Y sí, me gustas mucho. De hecho, me encantas. Pero ya se me estaban agotando las ideas para hacer que lo comprendieras.

-¿Desde hace cuánto?

-Voy a hacer café y ahora respondo todas tus preguntas; y espero que tú también respondas las mías. Aún no he desayunado, se me había formado un nudo en el estómago.

-Yo lo siento mucho, de verdad. No hago más que fastidiarlo todo.

De nuevo se sentía pequeño e insignificante, como si una espesa nube le rodeara alejándole de la realidad. Jooheon se dio cuenta de ese cambio por lo que corrió a abrazarle.

-Bonito, no pasa nada. Todos hacemos tonterías cuando estamos frente a la persona que nos gusta. ¡Yo incluso te quise dar condones para que los usaras con el musculoso de la app!

Changkyun sonrió más tranquilo. Se sentía tan a gusto en sus brazos que no pudo contener las ganas de oler el cuello del mayor, aspirando ese varonil aroma que nublaba sus sentidos. Un sonido en la cocina les hizo separarse sobresaltados: el café estaba listo.

-¿Me pones a mí también una taza? Creo que el protocolo después de pasar una noche juntos es tomar café y hablar de lo ocurrido.

Jooheon esbozó una amplia sonrisa de hoyuelos y asintió complacido. Sirvió café para ambos y se dejó caer en el sofá junto al de cabellos claros.

-Pregunta lo que quieras saber.

Changkyun trató de ordenar sus pensamientos. Eran tantas las dudas que tenía que no sabía por dónde empezar.

-¿Desde cuándo te gusto?

-No lo sé, quizás desde siempre. Aunque me di cuenta hace unos cuatro meses cuando te hice una broma sugerente y te sonrojaste. En ese momento supe que quería provocar eso en ti cada día. Sabes que no me lo has puesto nada fácil, ¿verdad? Te mostrabas distante pero tu cuerpo te delataba. Lo mismo te quedabas mirando mis labios como si quisieras besarme que me contestabas cortante.

-Lo siento, pensaba que sólo lo decías en broma.

-¿Y eso por qué? ¿Acaso has visto que trate a lo demás de la misma forma?

-No, pero pensé que lo decías porque soy tu mejor amigo. No sé, estaba confuso.

-Perdona, Changkyun, ¿te gustaría que folláramos hasta quedarte afónico de tanto gemir? Ya sabes, es lo que hacen los mejores amigos- dijo poniendo una voz ridícula.

Bisaster (JooKyun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora