8. Un patito en el Día de los Protectores (II)

46 1 1
                                    

Muchos patitos veían extrañados, como Polnuff y sus protectores se acercaban hacia ellos. Prifud, los acompañaba. Aunque se le notaba serio, todo lo contrario a Polnuff, que parecía venir muy alegremente.

— ¿Y quién es nuestro pato mágico, Prifud?

— Es él, el de la derecha.

— No parece tan mágico como esperaba. Espero que no me estés engañando. Sabes muy bien que con los Protectores no se juega.

— N-no estoy mintiendo. Ponlo a prueba si quieres.

Polnuff le tomó la palabra, y procedió a caminar hacia donde se encontraba Patito.

— ¿Qué crees que haya pasado esta vez?

— No lo sé. Polipus, guarda silencio. Esperemos que todo salga bien.

— Espera, ¿nos acaba de señalar?

— Me está señalando a mí — dijo el patito.

— No lo creo. No... ¿Porque está viniendo hacia acá?

Ya que Patito se encontraba a su costado, Pirlo se esperaba lo peor. Y lo peor sucedió. Nadie se esperaba eso, ni Patito, que fue tomado por sorpresa con una contundente patada de Polnuff, que lo dejo inconsciente unos momentos. Algunos patos se acercaron a auxiliar a Patito, que yacía tendido en el suelo.

— ¡PATITO! ¡Responde! ¡Hey! ¿Estás bien?

Entre murmullos, Patito empezó a ver borroso, y luego todo se puso negro.

— ¿Qu-que acaba de pasar? ¿Me golpeó? ¿Realmente los gallos de aquí son tan fuertes? Si los gallos de la granja no podían contra mi papá. Si no hubiera estado desprevenido, hubiera podido contratacar, justo como me enseñ...

— Siento interrumpir tu flashback personal.

— ¿Quien es? Espera, ¡T- TU! .Tú eres la voz que me trajo aquí. Tengo muchas cosas de las que quejarme.

— Si, lo sé. En parte, es mi culpa. Fui muy confiada. Esperé demasiado de ti, pero al final, tendré que ayudarte.

— No sé si es una disculpa o una ofensa. En primera, nunca me dijiste que debo hacer en este mundo. Segundo, me dijiste que consiga frutas del árbol mágico, pero no me dijiste dónde. Los lugares en donde estuve no tenían casi nada que comer. Tercero, esta magia. ¿Cómo la uso? ¿Siquiera se puede usar?

— Dije que te ayudaría, no que te haría la vida más fácil. No eres el único que ha renacido, ¿sabes? No tenemos favoritismo con nadie, y eso te incluye. Además, creo haberte ayudado lo suficiente. De no ser por mi pequeña ayuda, no habrías podido escapar de esos chanchigres. Darte esa magia, también se considera ayuda, ¿no? Y yo no esperé ningún gracias por eso. Pero bueno, supongo que aún puedo responder a tus preguntas.

El patito se dio cuenta de esto, y se quedó callado. La voz siguió hablando.

— Primero, tu objetivo, es eso mismo, tu objetivo. Solo tú decides lo que quieres hacer en este mundo. Yo sólo hago que renazcas. Eso depende de ti. ¿Qué es lo que quieres hacer?

— Bueno, como te dije en el primer episodio, ya que no puedo regresar a mi mundo yo quiero vivir tranquilo, sentar cabeza con una hermosa y pechugona patita, y morir cuando sea muy viej...

— Esa es información innecesaria para mí. Segundo, los árboles mágicos siempre estuvieron ahi. Si no pudiste hacerlo aún, es porque los árboles no te consideran digno. Una vez que lo seas, los mismos árboles te mostrarán el camino. Tercero, con el cuerpo y la mente.

Soy un patito, un patito en otro mundoWhere stories live. Discover now