Capítulo 2

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El sonido de un despertador inunda el espacio de la habitación que hasta hace segundos se encontraba en una calma indescriptible, haciendo que aquella chica que se encuentra debajo de las cobijas empiece a removerse inquieta. Sin abrir sus ojos busca eliminar el ruido, sus movimientos finos y precisos dan en el blanco haciendo que cese el sonido.

Maldice mentalmente haber olvidado nuevamente quitar el despertador, no se explica cómo pudo traer algo tan innecesario a España, se deja seducir por el silencio que vuelve a hacerse presente pero poco dura tal sensación al llegar a su mente un golpe de realidad de que no está sola en casa.

Sus ojos se abren de golpe con ese pensamiento rondándola, sin más ánimo de permanecer en cama sale lentamente de sus cobijas, su piel es expuesta a la diferencia de temperatura haciéndola erizar.

Estira su brazo en busca de una bata para ayudar a su cuerpo a conservar el calor, una vez abrigada da pequeños pasos hasta el ventanal de su pieza para apreciar como las gotas de la lluvia chocan contra el vidrio para posteriormente deslizarse por la superficie dejando un camino a su paso.

Se permite disfrutar de aquello que indica que a España empieza a llegar el invierno de final de año. Mas allá del vidrio puede observar como la naturaleza y la lluvia se mezclan recordándole por qué cada año decide pasar sus vacaciones en aquella casa y no en la que la vio crecer.

Tal pensamiento la hace revivir ese momento donde por primera vez impuso su decisión ante aquel que le ha controlado todo.

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-Y bien señorita, que le parece?

-Me encanta.

-Carla no entiendo esta decisión, me parece algo innecesario.

-Papá quiero tener mi propio espacio, ahora que he vuelto después de un año de estar estudiando en el exterior me ha gustado estar sola.

-Vamos Carla es un gasto que no tiene fundamento, además no crees que nosotros queremos pasar tiempo contigo?

-Déjate de cursilerías papá, llevan 18 años ausentes en casa y ahora vas a decirme que si van a estar?

-Cuidado con lo que dices, me niego a costear esto.

-Comprare esta casa con tu aprobación o no, sabes que parte de las acciones ya son mías así que no necesito de tu caridad, confórmate con que estoy estudiando para hacerme cargo de los negocios más adelante.

-Por esta vez te complaceré, pero recuerda quien soy.

-Señor la comprare, solo dígame que necesito.

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Su móvil empieza a sonar sacándola de su recuerdo, antes de ver la pantalla ya se imagina de quien se trata.

-Buenos días cari.

-Que tienen de buenos?

-Solo decía.

-Yo también Lu.

-Está bien, no son buenos, mejor te aviso que pienso llegar en una hora.

-Qué horas son? Pensé que era temprano.

-Carla son las 9 am, que el clima no te engañe.

-Joder! Estos dos días han sido un horror, solo quiero permanecer en cama.

-Pero no puedes, así que alístate que no quiero ver una cara demacrada al iniciar el día.

Sin más remedio Carla ingresa a su baño para alistarse, al mirarse en el espejo puede notar pequeñas señales de que algo la aqueja y su cuerpo empieza a sentirlo, sin dar mucha más importancia sigue en lo que debe hacer, un par de minutos más tarde sale de su habitación ya lista para afrontar un día más. Sin pensárselo dos veces ingresa a la habitación de su ... huésped? Se decide por referirse al chico de esa manera pues no sabe su nombre y ayudara para reducir el drama de la situación.

Carmuel: Perfectamente imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora