Capítulo 9

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El cuestionamiento llega tan sorpresivo como la visita de la morena ocasionando un estímulo a Samuel que lo arroja a su pasado sin previo aviso.

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-De que no debo enterarme?

Su propia voz era la que cuestionaba, un recuerdo más de aquellos sin imágenes, solo diálogos olvidados que susurran a su cabeza a medida que las conexiones se iluminan y crean nuevos lazos devolviendo poco a poco lo que le pertenece.

-Samuel, pensé que seguías en el colegio.

La voz más que conocida de su hermano, quizá un poco más juvenil que el ultimo recuerdo evocado, le hablaba con matiz nervioso, sin necesidad de imágenes puede presentirlo.

-No me cambies el tema, habla de una vez.

Su voz molesta empieza a resonar con mayor fuerza en su cabeza.

-Joder Samu, devuélveme el móvil.

-Estás hablando con mamá? Por qué lo quieres ocultar?

-Samuel...

-Ya no soy un crío, puedo escucharlo, habla.

-Samuel, aviso que tampoco podrá venir este año a las festividades de navidad.

Silencio entre ambos fue lo último que sus recuerdos quisieron obsequiarle.

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Que insoportable es para su cabeza seguir trayendo memorias, cada que lo hace su corazón queda en medio de un mar del olvido sin saber que acontece, parece que a su hipocampo le gusta pescar en aguas turbulentas, cada recuerdo es un golpe, especialmente el que acaba de pasar, el vacío está presente, experimenta una decepción espontánea, quiere resguardarse en sus propios brazos en busca de calor, aquel que logre sanar el frío que ha estado presente desde que su razón estaba aislada en oscuridad.

-El gato se les comió la lengua?

Carla hace un segundo intento de obtener respuesta, su atención va de Samuel a Lucrecia esperando que alguien se excuse.

Lucrecia decide en cuestión de segundos que hacer, si algo la caracteriza es esa capacidad de tener respuestas al instante.

-La gracia de que no lo sepas es esa, no? Que no te enteres.

Juega la pequeña broma a su amiga, intentado salirse con la suya, se siente en la obligación de cuidar su palabra frente al castaño por más que sea Carla la que quiera saberlo.

Samuel abandona la ensoñación para volver al presente, sus ojos intrépidos buscan a la rubia, el origen de su recuerdo, sintiendo que finalmente el frío se pierde ante la intensidad de los esmeraldas que lo miran expectantes.

Para Carla no es sorpresa la respuesta de la mexicana, a pesar de no lograr hacer que hable, tiene una última ficha que mover, aquellos ojos marrones que la observan a unos metros posiblemente si puedan darle algo.

-Samuel?

Entre la espada y la pared, así se siente, el café altanero lo apoya a que se revele, que guarde para si un secreto, dejando con incertidumbre a la persona que unas horas atrás hizo lo mismo con su partida; por otro lado el verde orgulloso lo invita a que hable, que sea un libro abierto y se deje leer.

-Solo le pedí que no dijera que me encontró aquí.

-Samuel!

Llega claro el regaño de Lucrecia hasta él, realmente puede guardar el secreto pero no ve la necesidad de hacerlo, duda que Carla deje pasar el detalle de encontrarlo por fuera de los límites que le había trazado , indisponer a las dos chicas por nada es absurdo.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2021 ⏰

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Carmuel: Perfectamente imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora