Capítulo 1

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-Joder.- se quejó al escuchar su alarma sonar. Era vispera de Navidad y ella trabajaba en una tienda de toda varieda. Siendo esas fechas había mucha gente comprando regalos, ropa de navidad y decoraciones. Con pereza se levantó de su cama y se alisto para el trabajo.

Asomando la cabeza por la ventana vio a Alberto, un pretendiente. Él estaba en su bicicleta admirando su arte en el suelo.

-Me gustan tus garabatos.- le gritó Raquel llamando su atención.

-Gracias, me tomó tiempo hacerlos.- habían cosas dibujadas al azar en el suelo- No sé como lo haces.

-¿Que cosa?

-Verte tan linda a esta hora de la mañana.- Raquel rió.

-Bajo en un segundo.- le respondió. Él asintió y la esperó.

Alberto llevaba a Raquel en su bicicleta al trabajo, así era trodos los dias. Él estaba enamorado de ella y ella lo sabía pero preferia que se quedaran como los buenos amigos que son.

-Recibí los horarios por correo.- dijo Alberto manejando la bicicleta. Ella no respondió- ¿Me estás escuhando?

-Sí, recibiste los horarios.

-Bueno, salen dos barcos hacia Francia en junio y otro en julio.

-Guay.- dijo restandole importancia.

-¿Qué dices? ¿Nos vamos juntos?

-Mmm, hace mucho frio, no puedo pensar bien.- Alberto rió

-Esta bien, vamos por algo de calor.

Llegaron al trabajo y les dieron unos gorritos de navidad que Raquel odiaba pero la obligaban a ponerse. Terminaba de atender a un clienta cuando vio a una pelirroja del otro lado de la tienda, miraba un tren de juguete, era preciosa y no pudo evitar quedarse mirandola. Notaba que era mayor que ella. En un momento la perdió de vista, pues otra señora se puso enfrente preguntando dónde estaba el baño.

-Disculpa, ¿el baño?- preguntó con su hijo de unos 4 años en brazos.

-Coge el elevador y gira a la derecha.- le sonrió.

-Gracias.- se fue apurada. Se desilusionó al notar que la pelirroja ya no estaba donde la pudiera ver. Se giró y comenzó a acomodar algunas muñecas.

-Buenos días.- una voz femenina la hizo voltear- ¿Tienen de esa muñeca que llora y hace pipí?- preguntó quitandose los guantes.

-Buenas, lo siento pero esas ya se agotaron.- era ella.

-Agh, llegué muy tarde.

-Pero tenemos otras muñecas, la que quiera.

-¿Cuál era tu muñeca favorita cuando tenías cuatro años?

-¿La mía?- la pelirroja asintió.

-No me gustaban.- la mayor negó con la cabeza y trató de prender un cigarrillo- Lo siento, no puede fumar aquí.- le dijo Raquel apenada.

-Perdón, las compras me ponen nerviosa.- lo guardó en el bolsillo de su chaqueta.

-Tranquila, trabajar aquí me pone igual.- rieron.

-Que amable.- Raquel le sonrió- Ella es mi hija.- sacó una foto de su cartera.

-Que linda, se parece a usted, en los ojos.- guardó la foto.

-¿Qué pedias para navidad cuándo tenías ésta edad?- Raquel lo pensó.

-Un tren eléctrico.

-¿En serio?- la castaña asintió- ¿Sabes mucho de trenes de juguete?

ALICIA - RALICIA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora