CAPÍTULO 25 (CORREGIDO)

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Narrador omnisciente

¿Saben lo curioso que es el ser humano? Puede estar haciendo mil cosas, mientras otras mil pasan por su cabeza y sin darse cuenta ya se encuentran divagando.

Adrien, más conocido como el príncipe azul entre nosotros, tenía una rutina pesada últimamente, lo aceptaron tarde en la universidad, y para ponerse al corriente debía pasar los exámenes finales para los cuales los demás llevaban estudiando meses.

A él solo le dieron dos meses, era eso o comenzar el año desde cero. Libros por aquí, libros por allá, apuntes y memorización. Estresado era una palabra muy pequeña para describir cómo se sentía el chico.

Muchas cosas corrían por su mente y le molestaba no poder estar concentrado al cien porciento en sus estudios. ¿Quieren saber que lo distraía?

Les dejo una pista; Ella.

Los felicito si se enteraron, eso quiere decir que ya no debo reírme de ustedes por preguntar quién es.

¿Me gusta o solo la deseo?

¿Por qué se deja besar si sabe que no terminara en nada?

¿Ella se enamoraría de mí?

A eso sumémosle el hecho de que Hanna se había juntado con Alice, y no logro convencerla para que se fuera, es algo sospechoso teniendo en cuenta que todo lo que Hanna se propone, lo logra.

¿Lo hizo a propósito?

El príncipe azul no lo sabía y la curiosidad lo comía vivo.

"Me quedaré durante la temporada" Fue lo que Alice dijo a Hanna y a Adrien en diferentes conversaciones. Adrien no tuvo el valor de gritarle que se fuera y Hanna solo bebió de su jugo de fresa rindiéndose, algo muy impropio de ella.

El estrés del príncipe desaparecía cuando la prostituta de ROM iba en las tardes a su departamento, ya no iban solo por malteadas, se juntaban en su departamento y cenaban en el sofá, a veces Tania lo ayudaba a estudiar y otras veces lo apartaba de los libros para que se despejara.

Ella estaba ahí para él, y Adrien podría confirmar que le gustaba la chica, le gustaba que se preocupara por él y a él también le gustaba preocuparse por ella... ¿Entonces por qué cuando se iba pensaba en la rubia otra vez?

¿Porque pensaba en pasar momentos así con la rubia? No lo entendía y volvía a frustrarse, frustración que se quitaba volviendo a los libros o saliendo a trotar.

Esa era su rutina; Ejercicio, estudios, pensar en Hanna, estar con Tania, pensar en Alice y estudios otra vez.

Otra cosa que le traía inquieto, era la propuesta de Hanna, un contrato de cinco años, cinco años en San Francisco lejos de su familia, era una excelente propuesta, la que cualquier persona de su carrera sueña con tener, sin embargo, cuando le hablo del contrato a su padre, él no lo vio como una excelente propuesta.

Corto la llamada luego de gritarle que lo necesitaba en su empresa y Boris le devolvió la llamada diciéndole que su padre, últimamente había estado teniendo jaquecas intensas.

La idea de que su padre podría estar pasando por algo grave solo empeoro todo.

Estrés, miedo, enfado y pocas esperanzas... Carajo, ¿Cómo es que no está encerrado en su cuarto escuchando canciones depresivas mientras se cubre hasta la cabeza con la manta?

Pues es Adrien, nuestro príncipe azul, nuestro Adonis y Hércules. Puede cargar con todas sus emociones con tal de seguir adelante, ¿Es sano? Claro que no, pero lo hace de todas maneras.

Escapando del infierno (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora