No lo voy a mentir que lo extrañaba porque si lo extrañaba, pero que podía hacer, siempre pensaba en que el hacía o que pensaba. Ya no usaba más el teléfono ni siquiera para ver la hora, siempre buscaba un pretexto cuando me decían préstamelo o búscame algo, quería que se dañara o algo así para no tener comunicación ni nada por el estilo.
A La verdad ya estaba viviendo las etapas del duelo:
La negación: la primera semana estaba en la primera etapa.
La ira: la segunda semana estaba en la segunda etapa.
La depresión: la tercera semana está en esa etapa y creo que de esa no iba a pasar a la última.
La aceptación: que era la última etapa, en realidad no quería aceptar lo que estaba pasando, por ninguna circunstancias, estamos felices meses atrás.
Cuando me acordaba de aquel día en mi cumple o cuando fuimos a Washington esa noche fue ideal la mejor muestra primera salida y todo se fue a la mierda, eso dolía y nadie merecía eso.
Odiaba cuando llegaba la noche y tenía que ir a mi habitación me sentía sólo y sólo quería llorar, creo que mis almohadas lloraban y no tenía lugar en donde derramar lágrimas porque yo ya tenía todo lleno. No salí, no comía y lo peor de todo es que nadie notaba que me está muriendo por dentro.
Dolía todo y lo más lindo es que cuando estamos así siempre vemos las parejas, si iba a la Iglesia veía parejas, si me sentaba a frente de la casa pasaban parejas y en la Universidad ni se diga, nadie notaba como me sentía pero yo tampoco hacía que se notará cuando me sentía mal, siempre estaba feliz. No le deseaba a nadie lo que me estaba pasando todo era tan triste, todos las canciones que escuchada sentía que trataban de mí, todas.
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TODO LO QUE FUIMOS Y EN TODO LO QUE NOS CONVIRTIERON.
RomanceEsta historia está basada en hecho reales, los nombre han sido cambiados por ética.
