4

42 4 7
                                    

"Yo no quiero saber lo que hiciste
Yo no quiero esta pena en mi corazón
Yo no quiero sentir esta pena en mi corazón"

Valentín

—Valen. —abrí los ojos, me molestó la luz, pestañeé reiteradas veces hasta que mi vista se acostumbró al brillo que irradiaba el sol que entraba por mi ventana.

—¿Guada?. —pregunté confundido, pensé que no iban a aparecer en mi casa por un tiempo.

—¿Cómo estás?. —me sonrió e hizo el amague para abrazarme, me acerqué yo y la abracé, necesitaba uno de sus cálidos abrazos.

Lloré, hace mucho que no lloraba con alguien. Pero sentía que este era el momento, con ella acá.

—La extraño. —sollocé después de un rato.

—Sh, sh. —intentó tranquilizarme —Va a estar todo bien, bebé.  —me miró y me limpió las lágrimas, y la volví a abrazar.

—¿Y si no la encuentran?. —limpié mis lágrimas con la parte superior de mi muñeca.

—No, la van... vamos a encontrar, todo va a estar bien, ¿sí?. —asentí tratando de convencerme de que todo va a estar bien, sin siquiera saberlo —Vení, cambiate y vamos a merendar, ¿querés?. —hice una mueca, la verdad que no quería levantarme.

—Voy. —avisé, y esperé a que salgan de mi pieza y cierren la puerta para refregarme la cara, odio sentirme así, sin esperanzas de encontrarla, o con la sensación de que todo va a estar mal.

Me levanté y me cambié, fui al baño y me lavé los dientes y me mojé la cara para relajar la expresión. No funcionó.

—Todo va a estar bien. —me dije mirándome al espejo.

Salí del baño y les sonreí a los chicos, me miraron con preocupación, y lo que menos quiero es eso, preocuparlos.

A ellos no les puedo mentir, diciéndome que me siento bien cuando no es así, pero capaz que mi expresión pueda cambiar un poco el ambiente de tensión que se siente.

Me senté, tenía un café en frente y habían media lunas. Miré a todo tratando de mantener una sonrisa leve de labios cerrados, me miraban con lástima, pero al darse cuenta que los observé sacaron la vista de mí, fingiendo que estaban concentrado en otra cosa.

No me gusta que intenten analizar cada movimiento que hago, como si pudieran cambiar el hecho de que su avión desapareció y todavía no lo encuentran.

Se me escapó un puchero.

—Valen. —habló Guada—Estábamos pensando con los chicos en ir a ver a su mamá. —no la nombraban, era como si fuese un peso y simplemente no salía, no la culpo, yo tampoco la puedo nombrar. Asentí.

Yo también la quiero ir a ver, no puedo creer que todavía no haya ido, me siento culpable, después de todas las cosas que hizo por mí.

Se formó un nudo en mi garganta.

—¿Te gustaría ir o preferís quedarte acá?. —habló lento Tadeo. Fruncí el ceño, obviamente que la quiero ir a ver, no quiero que se sienta sola.

—Yo... —intenté tragar el nudo de la garganta al sentir que la voz me salió súper despacito y rasposa, volví a hablar, pero salió igual, aclaré la garganta —Yo quiero ir. —se me agrandó el nudo y me empezaron a picar los ojos, traté de aguantar el llanto.

—Bueno, podríamos ir en la semana, o cuando mejor te quede, ¿querés?. —asentí.

—Organícense ustedes, yo puedo cuando digan. —agarré una medialuna —Lo que sí, tendríamos que ir lo más pronto posible, digo, después de que no la fuimos a ver antes porque estaba su familia, pero ahora puede ser que esté más sola. —fruncí los labios —En algún momento siempre terminamos abandonados. —murmuré casi inaudible. La imagen de Mía en algún lugar sola, me atormentó.

—Tenés razón. —dijo Guada pensativa mientras me apuntaba con una medialuna —¿Y si vamos mañana?, le avisamos y caemos con algo para picotear y la distraemos un rato, debe estar re bajoneada.—mi parte obvia de mi mente contestó "decímelo a mí".

—Vayamos a la tardecita, pero escribanle, ya veo que quiere estar sola y nosotros caemos. —todos me miraron a mí, y sí, soy el más cercano de todos.

—¿Yo?. —asintieron, me ponía nervioso. Tengo miedo a que piense que es mi culpa lo que le pasó a Mía, sobretodo por las vibras, ella cree mucho en eso y como peleamos antes—Bueno, le escribo en seguida. —me paré y fui a mi pieza a buscar mi celular, volví pensando en qué escribir.

—¿Qué le pusiste?. — negué.

—Todavía nada. —pensé un poco más. Escribí.

«Hola, Inés
cómo andás?
mañana vas a andar por tu casa,
paso a tomar unos mates con
los chico»

Esperé su respuesta mientras charlaba con los chicos. Cuando ya habían pasado alrededor de dos horas, me respondió

«Sí, Valen
Vengan
Me haría muy feliz su visita»

—Dijo que sí. —corté la conversación que estaban teniendo mis amigos para contarles.

—Genial, entonces, ¿mañana nos juntamos acá y de ahí salimos para su casa?.

—Vos vivís más cerca, Gua. —dijo Manu, la recién nombrada asintió.

—Entonces, mañana en mi casa, y pasamos por la panadería que está cerca, ¿sí?. —todos respondimos en acuerdo.

Nos organizamos bien, y aclaramos el horario muchísimas veces para no llegar tarde, que es costumbre en algunos.

—¿Salen unas pizzas?. —todos me quedaron mirando, me hace sentir mal que últimamente todo dependa de como me siento.

—Dale. —quiero dar lo mejor de mí a ellos.











-------------------------
cortito como patada de cancho

¿cómo va?

canción: "yo no quiero volverme tan loco", Charly García

𝖙𝖆𝖒𝖊𝖙𝖟𝖔𝖓𝖆 🌙 𝖜𝖔𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora