"Nos viste crecer
Soñar y llorar entre tus paredes
Tanto ha de quedar"Valentín
—¡Dale!. —pegó un grito desesperado, Manu—Chicos, no vamos a llegar.
Mía siempre nos apuraba a Manu y a mí, para que llegáramos temprano a la escuela.
—Vamos, vamos. —empezó a caminar Guada—Pipip. —me pidió permiso, me corrí del angosto pasillo para que pasen los chicos, y después de tener las facturas listas, salimos para la casa de Inés.
Estaba nervioso, muy nervioso.
—Va a estar todo bien, ¿sí?. —me golpeó levemente la espalda, esperamos el bondi, fue un largo viaje, y cada vez, me sentía un poco más ansioso por ver a Inés, también me comía la culpa por no ir a verla.
Caminamos la cuadra y media, que nos separaba de la casa de Inés, estaban discutiendo sobre las facturas, pensaban que éramos mucho para la cantidad que llevaban, para mí, estaba bien.
—Dale, golpeá. —David empujó a Manu, este se acercó a la puerta y desvió la mano hasta el timbre, no esperamos mucho tiempo, que se escuchó un "va", seguido de eso preguntó quién es, y se aseguró observando por la ventana. Nos abrió.
—Chicos. —suspiró en una sonrisa—¡Qué alegría me da verlos!, pasen. —a medida que íbamos entrando, nos saludaba con un abrazo a cada uno —Hola, Valen. —me abrazó con fuerza, en cierta forma nos comprendíamos. Aguanté un suspiró, y con él, me tragué las lágrimas, seguí a los chicos.
Inés fue a preparar los té, y aunque le ofrecimos nuestra ayuda, se negó.
—Que rico lo que trajeron, estas son mis favoritas. —sacó una factura del paquete y nos mostró, para después llevársela a la boca y pegarle un mordisco—¿Cómo están?. —sonrió, no era la de siempre.
Tenía las ojeras muy marcadas, su sonrisa era forzada, estaba muy triste, eso me hacía sentir una incomodidad en el pecho.
—Bien, trabajando. —respondió David, y los chicos respondieron un "bien". Inés asintió, todavía con su sonrisa.
—¿Y vos, Valen?, ¿qué has hecho?. —moví la cabeza.
—No he hecho mucho, ¿vos?. —hizo una mueca.
—Además de estar al pendiente de la búsqueda del avión, no mucho. —me partió el alma escucharla decir eso, yo estaba en la misma, pero tenía a los chicos que se preocupaban por mí, ¿y si a ella sus familiares la dejaron sola?.
—Ya la vamos a encontrar. —sonrió Guada, y le agarró la mano en señal de acompañamiento. Es un sol.
Ensanchó su sonrisa, y se le escaparon un par de lágrimas que secó en seguida, a mí me empezaron a picar los ojos, en cualquier momento me largaba a llorar, miré a los chicos, y estaban en la misma.
—Bueno, pero ella no nos quiere tristes. —volvió a limpiar las lágrimas que seguían cayendo.
—Tenés razón. —le sonreí e hice la misma acción que ella.
—Tomen el té. —en silencio le hicimos caso, sentía el estómago lleno.
—Paso al baño. —le avisé, y asintió.
Solía pasar días enteros encerrado acá, creo que pasaba más tiempo en la casa de Inés que en la mía.
Cuando estaba yendo al baño, pasé por una puerta, la puerta de la pieza de Mía. Un sabor indefinido inundó mi boca, y sentí un nudo en la garganta.
La puerta estaba entreabierta, y pude ver el escritorio, terminé de abrirla y me metí. Todavía estaba su perfume. Sentí una presión en el pecho, seguido de un escalofrío.
Todas las cosas estaban en su lugar, la cama estaba armada, y con algunas almohadas chicas cerca de la cabecera.
Muchos recuerdos me vapulearon, y sentí que me terminaron de destruir cuando vi dos fotos en un mismo marco de nosotros dos, una de más chicos, y la otra era de dos años atrás como mucho.
Salí de su pieza y entré al baño, antes de que se dieran cuenta que estaba tardando mucho, y vieran que estaba en la pieza de Mía. Sobretodo Inés, no la quiero lastimar, y tampoco invadir.
Me miré en el espejo y largué una gran bocanada de aire que me estaba presionando el pecho, me lavé la cara con agua fría para que no se note que tenía un poco los ojos hinchados y rojos a causa de la acumulación de lágrimas, hice mis necesidades, me lavé las manos y volví con los chicos.
—¿Todo bien?. —preguntó en un susurro David, una vez que me sentí, él estaba sentado al lado mío. Asentí—Después me contás si querés, ¿sí?—volví a hacer la misma acción.
(...)
Volvimos a casa, pero, me sentía peor, yo creí que cuando vaya a ver a Inés, me iba a sentir mejor, pero fue todo lo contrario, me siento culpable por no haberla ido a ver antes, por no poder hacer nada con todas las cosas que está sintiendo, y tampoco por no poder traer de nuevo a Mía, porque no sé dónde está.
Me fui a mi pieza, dejando a Manu y Tadeo en el living, ya que los chicos se habían ido a sus respectivas casas.
Me tiré boca abajo respirando profundo intentando dormir, había sido un largo día, y todo lo que quería dejar a un costado, por lo menos por un tiempo, volvió a mí, diciéndome que no lo puedo ignorar, y que el dolor no solamente es mío.
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buenassssss ¿cómo va?puede parecer un poco bajón, y con mucho relleno, pero la novela no va a entrar en profundidad en un tema, por ahora, asiq...
canción: "rinconcito de luz", chiquititas.
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𝖙𝖆𝖒𝖊𝖙𝖟𝖔𝖓𝖆 🌙 𝖜𝖔𝖘
FanfictionWos || Tametzona: haber luz de luna "Chico claro, ojeras negras, toma luz de luna"