C̶I̶N̶C̶O̶

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𝓐𝓹𝓻𝓲𝓵

Es realmente loco como a medida que vas creciendo y alejándote de ciertas personas te llevas el recuerdo de como fueron contigo. Cómo fue esa persona que dejo una marca en ti y es eso lo que vas a recordar por siempre. Ya sea algo bonito o algo malo que te hayan hecho, y pareciera que nada de eso recuerdas después de tantos años. Es que no hay necesidad de recordar o pensar en esas cosas del pasado que antes te hacían sentir fatal, o siquiera pensar en la persona que causó esas heridas en ti.

De verdad que mi vida venía marchando realmente bien. Una vez que terminé la primaria y, ese verano antes de entrar a la secundaria, le dije a mi madre que yo ya estaba cansada de la imagen que todos veían en mi. Estaba entrando en mis mejores años y la primaria había sido realmente un asco, y no quería vivir eso también en mi nueva etapa. Así que mi madre me dijo: "Si eso es lo que quieres, empezarás a comer mejor y harás muchas actividades extras, para mantenerte ocupada y así empezarás a notar el cambio en tu cuerpo. Iremos al dentista y si quieres arreglar tus dientes, eso es lo que haremos. Todo por verte feliz en tu nueva etapa hija."

Y así fue que cambié. En menos de 3 o 4 meses, lo que duran las vacaciones antes de volver a clases, yo había cambiado. Había bajado unos cuantos kilos y con esas actividades extras que mamá me había motivado a comenzar, mi cuerpo cambio totalmente. Y mi sonrisa ni hablar, los brakets estaban haciendo un excelente trabajo. Una vez que fui creciendo se hizo un hábito, una rutina cuidar de mi misma, porque nadie más iba a hacerlo por mi.

Entonces, es como si viviera otra vida, ¿saben? Mi vida había cambiado. Las personas que iban comingo a la primaria ya no las volví a ver jamás porque me fui a otra escuela, diferente a la que ellos eligieron. Allí conocí a Connor, pero eso es otra historia.

Cómo dije, todo este tiempo no tenía necesidad de pensar en esos años horrorosos, hasta que él volvió a aparecer en mi vida. Cuando lo ví parado en la entrada del porche ese día, fue como si mi mente rápidamente comenzará a rebobinar hacia atrás, como la cinta de una vieja película. Y, entonces, me di cuenta que jamás lo había olvidado, porque para reconocerlo perfectamente apenas lo ví... Bueno, igual no ha cambiado mucho. Es el pequeño Hunter, nada más que con unos años de más, más estatura, mejor rostro, y mejor sonrisa.

Y, si no hubiera recordado todas esas cosas apenas lo ví, hasta me hubiera parecido atractivo.

La cuestión es que... Está desgraciando mi vida otra vez. No porque me siga molestando como lo hacía cuando era un crío, sino porque este Hunter, no es el Hunter que yo conocí en la primaria. Este Hunter es más amable, más amigo, más comprensivo, más tímido, más... Humano. Y no estoy exagerando, el era un demonio de niño.

Y no solo pienso en esas cosas. Sino que me lleva a recordar ese día en mi habitación, hace un mes pare ser exactos, dónde me pidió disculpas por todo lo que me había hecho sufrir de niña y hasta lloró. O realmente estaba arrepentido, o es un buen actor.

Pero bueno, no puedo hacer nada más que seguir cruzándome con él en casa, porque sigue siendo niñero de Sam, y mi hermano menor lo adora. Es como el hermano mayor que nunca tuvo.

Sin embargo, luego de ese día, trato de mantenerme lo más alejada posible de él, porque no olvido ese acercamiento que tuvimos, nuestras respiraciones chocando, y la forma en que Hunter me observaba. De no haber sido por Connor, no sé cómo eso hubiera terminado, y no quiero saber realmente. Hunter si ha tratado de hablarme, buscar conversar sobre ese día, pero siempre encuentro la forma de safarme de esos incómodos momentos dónde quedamos solos.

Sé que yo sentí algo aquella noche, y es por eso que me da tanto temor volver a quedarme sola con él.

──¿April, estás mirando la película? ── escucho su voz destruir todo pensamiento en mi cabeza.

𝗛𝗨𝗡𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗢𝗟𝗘𝗬 © [Danielle Campbell & Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora