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───ㅤ𝗩𝗜𝗢𝗟𝗔𝗘ㅤᘝㅤ𝘁𝗲𝗿𝗰𝗲𝗿 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼ㅤ. . .
Interrogatorios, policías de aquí hasta allá, miles de miradas acusatorias cuando eres llevado o llamado..., eso y muchas otras cosas más es lo que definen a nuestra escuela ahora mismo: un espacio...
9 de noviembre. 18:09 p.m. nueve días después de halloween.
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Durante los anteriores dos días no ocurrió algo que pudiera hacernos pensar, es más, incluso el paseo que Wonwoo ofreció al bosque fue tan normal como cualquier otra cosa: comenzamos la misma tarde en que dio la idea, llevamos algunas botellas de agua y abrigos en caso de que el clima bajara. Dimos varios pasos al rededor, sin adentrarnos mucho para evitar perdernos, pues la gran cantidad de árboles habría causado confusión y que no pudieramos regresar luego.¿Pasaron cosas interesantes? No. ¿Dijeron algo que pudiera darnos pistas? Tampoco. ¿Nos iremos mañana en la noche y no conseguimos nada de nada? Exactamente.
Los únicos "datos" que recolectamos es que Seokmin y Mingyu no parecen tan desagradables como pensábamos, pero tampoco hemos entablado mucha conversación con ellos como para afirmarlo con confianza. Y Wonwoo..., él simplemente intenta volver la situación un poco más entretenida, al menos en la hora de comer no hay un silencio incómodo, se encarga de crear cualquier tipo de tema, construyendo diversas preguntas para que respondamos.
Nos reunimos en nuestra cabaña, aprovechando el pequeño momento en que podemos separarnos de los demás, pues Jihoon estuvo construyendo la suficiente valentía para poder ir a charlar con Jun. Los demás, en cambio, han regresado a sus cabañas, exceptuando Soonyoung y Minghao. Corrieron a toda velocidad hacia nosotros cuando vieron que nos comenzábamos a alejar.
Yo me recuesto en mi propia cama, Kwan y los demás hacen lo mismo. Los invitados en cambio, toman dos de las sillas mullidas que se hallan pegadas a las paredes.
— Entonces esto es todo lo que conseguimos. —Suspira derrotado Seungkwan, para así girar el rostro hasta detenerlo en Jeonghan—. Ni siquiera debimos hacerte caso con éste plan repentino.
Escuchamos una pequeña risa por parte del acusado. Su rostro se decora con una sonrisa de lado, la cual no muestra ni una de sus encías. Apoya la cabeza en la palma de su propia mano, para así verlo mejor incluso estando acostado de lado.
— Yo no les puse un arma en la cabeza para que aceptaran, ustedes decidieron hacerme caso. ¿Tenían algo mejor? Porque no me lo dijeron cuando les comenté lo de hacer un viaje. —La forma desintereasada con la que se defiende, casi comenzando a revisarse las uñas, ya que parecen haberse vuelto bastante más interesantes; logran exasperar a mi amigo—. Además, estoy muy seguro de que tenemos algo.
Todos seguimos el trayecto de sus oscuras iris, topándonos con la única pareja que nos acompaña ahora mismo. Ellos parecen levemente sorprendidos.
— Estoy seguro de que se enteraron. —Es lo único que sale de la piel de sus belfos, casi como una razón a que los párpados de esos dos se hubieran separado con aquella fuerza.
— ¿De qué deberían darse cuenta? —Arremete Boo, tal y como si hablará con una persona de mente trastocada.
